miércoles, septiembre 03, 2008

ARANZADI INSTA A LAS INSTITUCIONES A QUE FACILITEN LOS DOCUMENTOS DE LOS ARCHIVOS

La Sociedad de Ciencias Aranzadi es un referente estatal en sacar a la luz las fosas comunes de los represaliados durante la dictadura franquista. Exhumaciones, horas de investigación en los archivos y entrevistas con los allegados de las víctimas, un trabajo que en los últimos años ha servido a sus investigadores a facilitar el cierre de las heridas que los familiares de los fusilados, desaparecidos o caídos en combate vienen arrastrando desde el alzamiento nacional.

Ahora, veinticuatro horas después de que el juez Baltasar Garzón haya reclamado información sobre el número de desaparecidos durante la Guerra Civil, Aranzadi valora de forma positiva la decisión del magistrado de la Audiencia Nacional e insta a las instituciones y asociaciones competentes a facilitar toda la documentación que desde hace años descansan en sus archivos. "Se tienen que salvar los obstáculos a los que nos enfrentamos los investigadores día tras día. No hay un único lugar donde se concentre la información de todos los desaparecidos y cada vez aparecen más lugares", subraya a este periódico Jimi Jiménez, miembro del departamento de Antropología Física de esta sociedad, que aventura una ardua tarea a Garzón: "No hay cifras oficiales y se va a encontrar con dificultades, porque un trabajo que historiadores y asociaciones no han logrado cerrar durante años, no creo que Garzón lo vaya a lograr en dos semanas". Jiménez, que cifra en 2.200 los desaparecidos en la CAV y en 5.000 los represaliados en Nafarroa, espera que desde la Conferencia Episcopal y del Valle de los Caídos salga a la luz toda la información que acabe con el baile de cifras que históricamente han venido manejando los encargados de destapar los crímenes olvidados. "Cuando en 2002 empecé a trabajar sobre el terreno se hablaba de 30.000 víctimas en todo el Estado. Ahora se barajan cifras que apuntan a las 90.000", señala este investigador de Aranzadi.

Un dato "esclarecedor"

La asociación Ahaztuak 1936-1977, por su parte, aseguró que la decisión de Garzón deja en evidencia el "modelo español de impunidad" que cimentó la Transición. En un comunicado, el colectivo de víctimas y represaliados del franquismo considerado "esclarecedor" que más de treinta años después de la muerte de Franco no exista en España un censo oficial de represaliados, asesinados y desaparecidos durante la dictadura.

Dora Grass, integrante de la "Plataforma para la Recuperación de la Memoria Histórica", por su parte, valoró de forma negativa la decisión de Baltasar Garzón. "Es una Garzonada. Lo que quiere es enredar. Hay una ley de amnistía y no puede hacer nada. Y lo sabe perfectamente", indicó Grass, tras destacar que los familiares de las víctimas del franquismo "nos sentimos en tierra de nadie". Por último, este periódico se puso en contacto con el obispo auxiliar de Bilbao, Mario Iceta, quien no quiso valorar la decisión de Garzón hasta no conocer de primera mano el requerimiento que, según indicó, no ha llegado a la Conferencia Episcopal.

"Dar el abrazo pendiente"

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra valoró ayer positivamente "este primer paso" del juez Garzón, aunque mostró su cautela. En un comunicado, este colectivo aseguró que, como ya hizo cuando se le requirió por parte de los denunciantes, pondrá a disposición judicial todas las solicitudes y expedientes que dispone, si así se lo solicitan. A juicio de la asociación que agrupa a la mayoría de los familiares de las víctimas de la Guerra Civil en territorio navarro, "la desaparición es uno de los aspectos más dramáticos" de lo acontecido durante la contienda española y el franquismo, "por eso son las administraciones públicas las que deberían afrontar de oficio la localización y exhumación de los miles de restos que aún hoy hay en nuestras cunetas". "Habrá que contar, desenterrar y emparejar, habrá que dar el abrazo pendiente, y la despedida que se quedó en el aire. Hombres y mujeres fueron arrancados, de madrugada, de sus domicilios sin nada que lo justifique", apostilló. Nafarroa fue uno de los lugares más castigados por la represión franquista, especialmente en la zona de la Ribera.

(Deia. 3 / 09 / 08)