domingo, marzo 09, 2008

AHAZTUAK RECOLOCA UNA PLACA POR LAS PRESAS DE LA CARCEL DE DURANGO DE 1940


Hay una canción que dice: "Somos latidos de sus corazones, latidos vivos, somos memoria". Por razones como esas, medio centenar de personas aplaudió ayer en corro la colocación de una placa en recuerdo de las mujeres presas de la cárcel que funcionó en Durango en 1940. Algunas murieron, incluso sus hijos. La asociación impulsora fue Ahaztuak 1937-1977 y estuvo arropada por miembros de Durango 1936 Kultur Elkartea, Berriz 1936 Gogoratzen o Gerediaga Elkartea. Todos ellos trabajan la memoria histórica, rescatar del olvido -o para que no caiga en el olvido- la historia vivida bajo la dictadura franquista.

En el caso de ayer debieron solicitar permiso al Ayuntamiento de Durango -acto en el que no participó corporativo alguno- para que les dejara colocar en un muro municipal la placa frente al lugar donde estuvo la prisión de mujeres, edificio que ya no existe, aunque sí las verjas que hoy en día acotan al colegio Nevers. Ahaztuak 1937-1977 debió acordar ese "lugar de memoria" con el Consistorio porque el Mayo pasado colocaron la placa de recuerdo en el muro de la citada verja y semanas atrás cayeron en la cuenta de que alguien la había quitado. Curiosamente ocurrió lo mismo con otra en la Universidad de Deusto de los jesuitas, que fue un "campo de concentración". En Durango, a diferencia de Deusto -donde la tiraron-, las monjas de Nevers guardaron la placa y la devolvieron y desde ayer luce, enfrente, en el muro de una lonja municipal de la calle Bruno Mauricio Zabala. El texto dice en bilingüe: "Recuerdo y homenaje a las mujeres que tras el golpe fascista del 18 de julio de 1936 sufrieron prisión en este sitio por defender la libertad, la justicia social, el gobierno legítimo de la II República y los derechos del pueblo vasco. Con la memoria de vuestros sueños esbozamos hoy nuestro futuro".

Al parecer, las monjas dicen no comulgar con el texto, aunque su orden religiosa estaba entonces en el exilio. De la cárcel se hicieron cargo las hijas de la caridad de San Vicente de Paul. No obstante, desde ayer esa placa se transforma en corazones vivos, latidos, memoria. Un convento convertido en prisión En 1940 los franquistas habilitan quinientas prisiones para internar a 300.000 presos de guerra. Veinte mil son mujeres. En Durango, el 1 de enero el convento de las Damas de Nevers -exiliadas en Francia-, y utilizado para el Batallón de Trabajadores, pasó a ser prisión de mujeres. Las reclusas procedían de los penales de Guadalajara, Ocaña o Las Ventas. Fueron trasladadas por la Guardia Civil en vagones de ganado de Madrid a Zumarraga, Maltzaga y Durango en situaciones higiénicas y alimentarias extremadamente malas. Las Hijas de la Caridad se hicieron cargo de las reclusas. La actitud era más beligerante que de religiosas, según relata en un libro Tomasa Cuevas. Cada presa ocupaba medio metro de ancho en tres plantas: jóvenes, mayores y prostitutas, tercer piso que llamaban Shangai. Eran dos mil en un edificio. Entre ellas estaba Rosario "Dinamitera", a quien el poeta Miguel Hernández dedicó un verso cuando ésta perdió una mano. Una placa recuerda a todas desde ayer.

IZAN ZINELAKO GARA

Amamaren istorioa etxean gorde digute. Kalean orain lau urte andra batek "gorri hori" esan zidan arte ez nuen beragatik galdetu. Eman ahal izan zidaten erantzuna ere ez zen luzea izan, bai amama kartzelan egon zen, baina inork ez zekien zelan eman zituen urte haiek, espetxetik askatzean kartzela kontuengatik ez galdetzeko agindua eman zien-eta. Nekazaritzatik industriarako bidean zegoen 1931ko Durango. Orduan, amamak 36 urte zituen: ezkonduta, bost seme-alabekin. Errepublikak bizitza publikoan parte hartzeko eskubidea eman zion: boto eskubidea eta dibortzioa. Politikan parte hartzeko aukera sinistu zuen. Lantegian beharrean zegoela, beharginen eskubideengatik borrokatu zen. Grebetan parte hartu zuen. Herri Frontearen aldeko papeletak banatu zituen. Faxistek, baina, euren ordena inposatzeko gerra bat abiatu zuten. Amamak larrutik ordaindu zuen egindakoa: hamabost urteko kartzela-zigorra (bat, Durangokoan). Gertutik ezagutu zuen sozialismoaren ametsa. Kartzelako lagunek irakurtzen erakutsi zioten. Horregatik, 1977aren azken hilean bere printzipioak alboratu barik ohean hil zen, "Radio Pirenaica" irratian etengabe bilatzen.
(Maria Gonzalez)

(Deia. 08 / 03 / 09)