domingo, mayo 11, 2008

SARTAGUDA PASO AYER DE "PUEBLO DE LAS VIUDAS" AL LUGAR DE LA ESPERANZA Y EL RECUERDO


La historia de Navarra cuenta desde ayer con una nueva página que quedará en la memoria de las miles de personas que se acercaron hasta Sartaguda. La inauguración del "Parque de la Memoria" como homenaje a los fusilados y represaliados republicanos navarros desbordó las expectativas de la organización, pese a la intensa lluvia que no cesó durante toda la mañana, y cerró tras setenta años de olvido la herida de los familiares que sufrieron la Guerra Civil.

Alrededor de 7.000 personas rindieron un sentido homenaje a los 3.431 asesinados navarros o en Navarra en el escarnio del 36. Gente de toda condición y edad se unió en un "abrazo de conciliación" en Sartaguda para gritar "nunca más y para nadie aquellos horrores", lema del parque.

Los actos inaugurales se retrasaron media hora debido a la hilera de coches y autobuses que todavía llegaban desde la carretera hasta el homenaje, y los asistentes ocuparon con las banderas republicanas, navarras, ikurriñas y paraguas los 6.000 metros cuadrados de recinto dejando una estampa para el recuerdo de la memoria histórica.

El actor José María Asín fue el encargado de dirigir la ceremonia y recordó la cita similar hace dos años con la colocación de la primera piedra del "Parque de la Memoria", hecho ya realidad. También dedicó unos minutos a leer la aprobación de un texto en el Parlamento de Navarra el 26 de marzo del 2003, donde se reconocía que "aquellos hombres y mujeres fueron vilmente asesinados sin un juicio previo, cuando defendieron con sus vidas la libertad y la justicia social". Este texto íntegro circuló entre los asistentes más tarde impreso en 3.000 folletos, ya que fue uno de los mayores impulsos institucionales a la creación del parque en Sartaguda, según sus promotores, la Asociación "Pueblo de las Viudas" y la "Asociación de Familiares y Amigos de Fusilados de Navarra".

Esperanza y futuro

José María Asín fue presentando a continuación a las personalidades que participaron en el homenaje: Roldán Jimeno Jurío, Julio Sesma, Mirentxu Aguirre y José Ramón Martínez Benito. Todos ellos tuvieron palabras de esperanza y mirada hacia el futuro, una vez cerrada la herida del duelo. Sin olvidar el dolor que sintieron sus familias, pero dejando fuera la ira o el revanchismo. El primero de ellos en tomar la palabra fue Roldán Jimeno, en representación de su padre, el historiador ya fallecido José María Jimeno Jurío, pionero en la búsqueda de la historia no contada de la Guerra Civil y en confeccionar la larga lista de los fusilados navarros. Roldán Jimeno enumeró los pueblos más afectados por la represión franquista y se centró en las exhumaciones y funerales póstumos a partir de 1974, cuando la sociedad navarra empezó a sacudirse el miedo y decidió revelarse contra las injusticias del 36.

Julio Sesma, miembro de la Asociación "Pueblo de las Viudas", fue uno de los participantes en la inauguración que más llegó al corazón de los miles de oyentes. Emocionado, comenzó su discurso dando las gracias a los 85 Ayuntamientos y demás instituciones que han dado su apoyo a este proyecto. Reconfortado por un gran aplauso, explicó su propia historia. La de un hijo que con cuatro meses perdió a su padre porque fue fusilado, "más bien asesinado". "Hoy no puedo explicar con palabras lo importante que es este parque para mí, después de 72 años de silencio". "Somos el Pueblo de las Viudas, porque Sartaguda fue sacudida por los asesinatos, pero a partir de hoy quedaremos en el recuerdo por el pueblo de la esperanza", añadió el sartagudés.

La presidenta de la "Asociación de Familiares y Amigos de Fusilados de Navarra", Mirentxu Aguirre, también tomó la palabra para dar las gracias por sentirse superada por los apoyos que permitieron la celebración de ayer. "Con esto marcamos un hito y os devolvemos los aplausos", dijo. Además lanzó un mensaje positivo, sintiendo "el respaldo moral de la lucha por la justicia histórica; renovando el dolor no por venganza, sino por abordar de una vez el cierre de las heridas".

El último en realizar su intervención fue el alcalde de Sartaguda, José Ramón Martínez Benito, único representante político que tomó protagonismo en el homenaje de ayer. Sus palabras no sólo estuvieron dedicadas a aquellos que murieron asesinados, sino también a las mujeres e hijos que sufrieron su pérdida y que ya no están aquí por el paso de los años. "Perdón por haber tardado más de setenta años en darles este homenaje. Porque si algunos hubiésemos arrimado más el hombro y otros no lo hubieran apartado, en un día como hoy estaríamos muchas más personas aquí". Por todos ellos, Martínez Benito no pidió un minuto de silencio, "sino todo lo contrario, un minuto de aplausos".

La coral Ereintza de Estella-Lizarra, los txistularis de Lizar Zuri Taldea y los joteros de Sartaguda contribuyeron a que los presentes en la fiesta de la memoria se impregnasen del espíritu del parque y asomasen en muchos de ellos lágrimas de recuerdo. Los de Ereintza interpretaron Maitia nun zira y Txoriak txori , y los joteros Marta Ortega, Aritz González, Estíbaliz Urbiola Serafín Urbiola (guitarra) y Beatriz Ruiz (acordeón) cantaron temas como "Muertos por un ideal, todavía pienso en vosotros, que el recuerdo es esperanza y traición el olvidar".

El sencillo escenario estuvo decorado por dos banderas republicanas sujetas por dos generaciones: en un extremo estuvo Mikel Otazu, de Txinparta, y en el otro el joven Mikel Amatria, bisnieto del fusilado sartagudés Santos Nieto Artola.

El muro

Tras los discursos oficiales, el acto de inauguración se trasladó al muro con los nombres de todos los fusilados navarros, los que fueron asesinados en territorio de la Comunidad Foral y los navarros que perdieron la vida en trabajos forzados o en campos de concentración nazis. Allí el dantzari de Duguna Aritz Ibáñez bailó un aurresku acompañado por los txistularis Eiande Aramburu, Iñaki Sagardoi y Verónica Ferreira. También se escuchó la txalaparta de Uharteko Txalaparta Taldea mientras los asistentes buscaban el nombre de sus familiares tallado en la piedra. Entre ellos estaba José Vidorreta Alfaro, de la localidad riojana de Cervera del Río Lama, que sujetaba en alto una pequeña pancarta con la bandera republicana y la frase "No hay nada en el mundo que haga olvidar".

Pasadas las dos de la tarde, la marea humana se fue trasladando hasta el frontón municipal, contiguo al Parque de la Memoria. Allí unas 2.700 personas continuaron la fiesta por la justicia histórica y por el reconocimiento de los fusilados republicanos.

Los organizadores quisieron recordar también que el trabajo por el Parque de la Memoria no terminaba ayer. El mantenimiento de la instalación correrá a cargo de las asociaciones "Pueblo de las Viudas" y "Familiares de los Fusilados", quienes necesitan seguir recaudando fondos. Para ello ayer se podían adquirir pegatinas y el nuevo libro Sartaguda 1936. El pueblo de las viudas , de José María Jimeno Jurío.

Desbordados por el respaldo social

Las asociaciones promotoras del "Parque de la Memoria" pusieron todo su empeño y recursos por hacer disfrutar a los miles de asistentes de la inauguración del Parque de la Memoria. Pese a que la intensa lluvia no dio tregua durante toda la jornada festiva, los miles de interesados no dieron marcha atrás y quisieron ser testigos directos de este acontecimiento "histórico", según Mirentxu Aguirre. Esto provocó que las limitadas comunicaciones hasta Sartaguda dejasen a más de un conductor en la carretera sin poder llegar al inicio de la inauguración, prevista para las 12.30 horas y retrasada hasta las 13.00. Desde las diez de la mañana, los coches y autobuses comenzaron a peregrinar con lentitud desde Lodosa, y los cuatro kilómetros hasta el "Parque de la Memoria" fueron eternos para el público menos puntual. Ya en el parque, los asistentes buscaron espacios incluso fuera del recinto y en las partes más altas para poder ser partícipes de la inauguración. Como todo evento multitudinario, el homenaje a los fusilados navarros pudo haberse mejorado, pero el espíritu de unión y de lucha por la justicia social fue impecable, y eso es lo que cuenta en estos casos.

(Noticias de Navarra. 11 / 05 / 08)