sábado, mayo 11, 2013

LA INTERVENCIÓN ALEMANA EN EUSKADI (1936-1939). Artículo de Francisco Manuel Vargas Alonso (Historiador)


Hemos vuelto a recordar, un año más, la tragedia del bombardeo de Gernika, pero aquí nos referiremos a lo que globalmente significó la actuación germana en tierra vasca a partir del 26 de julio de 1936, cuando el dictador alemán, Adolf Hitler, tomó la decisión de intervenir a favor de las fuerzas sublevadas contra el gobierno de la República. Se formó así la Plana Mayor especial W (Sonderstab W) del Estado Mayor del Ministerio del Aire, órgano que planificó y ejecutó la ayuda inicial al bando rebelde. Con ella comenzó la intervención alemana contra Euzkadi. El 23 de septiembre llegaron al aeródromo Lakua seis cazas Heinkel He-51 tripulados por alemanes. Junto a varios bombarderos, entre ellos tres Junkers Ju-52 con tripulaciones germanas, actuaron en los ataques a Bilbao los días 25 y 26 del mismo mes. Causaron cerca de 700 víctimas entre muertos, heridos y contusionados, desencadenando la ira popular y los asaltos a los barcos-prisión de la ría, saldados a su vez con la muerte de numerosos presos. Finalmente, el 30 de octubre de 1936 se constituyó el llamado Winterübung Rügen (Ejército de invierno de la isla Rugen), nombre oficial de la fuerza militar intervencionista, pronto eclipsado por el de Legión Cóndor que adoptó a su llegada a la zona franquista.

Durante la batalla de Villarreal, los cazas de la Cóndor actuaron a partir del 4 de diciembre. El epílogo de los combates en el aire fue el ataque a Bilbao del 4 de enero de 1937, efectuado por cinco Junkers Ju-52 germanos y cuatro Fokker rebeldes, escoltados por 13 cazas He-51. El bombardeo causó víctimas civiles y en los combates aéreos librados fue derribado un bombardero de la Cóndor, pereciendo tres de sus tripulantes. De nuevo, la respuesta de las masas se saldó con víctimas mortales al producirse el asalto a las prisiones bilbainas.

A partir del 31 de marzo de 1937, se inició la devastadora ofensiva franquista que acabó con la autonomía de Euzkadi. En ella, el contingente remitido por Hitler tuvo un papel de primer orden. La Legión Cóndor aportó 85 de los 152 aviones participantes. Del total, que sumaba 370 armas de fuego y una capacidad de carga superior a las 77 toneladas de bombas, los alemanes aportaban más de la mitad del contingente de aviones y dos tercios de la carga de explosivos. De nuevo, los aparatos germanos llevaron el terror y la muerte al frente de combate y a la retaguardia vasca. Gernika, Bilbao, y decenas de localidades fueron bombardeadas. La primera se convirtió en un símbolo universal de la sinrazón de las guerras. Cuando se libró la batalla final por la capital vasca, en junio de 1937, el bando defensor libró una épica batalla sin esperanza. Y sin aviones.

En tierra, la actuación germana fue mucho más limitada; pero experimentó armamento y tácticas que luego emplearía en la II Guerra Mundial. La Cóndor utilizó dos baterías del famoso cañón de 88 mm, su principal baza anticarro en la II Guerra Mundial, que se empleó en Euzkadi para batir con tiro rasante las fortificaciones de los defensores. Igualmente, actuaron piezas de 37 mm anticarro y antiaéreos de 20 mm. Y el batallón de carros ligeros Panzer I, puesto a disposición de las Brigadas de Navarra con asesores alemanes, fue utilizado en sucesivas operaciones de ruptura del frente.

En el mar, la armada germana actuó desde el 26 de julio de 1936, fecha en que el acorazado Deutschland se presentó en Donostia para evacuar a la colonia alemana. En meses sucesivos, numerosos buques alemanes realizaron la misma misión de forma paralela a claras labores de inteligencia. Y facilitaron a los franquistas las minas marinas de fondo que emplearon para establecer el bloqueo marítimo de Bilbao, contrarrestado con pérdidas dolorosas por la improvisada Armada Auxiliar de Euzkadi. En diciembre de 1936, la detención del mercante alemán Palos y la incautación por el Gobierno Vasco del material del mismo remitido a los franquistas motivaron las represalias del crucero nazi Königsberg, que acosó el tráfico marítimo entre Euzkadi y Santander. Además, Pasajes se convirtió en base naval de los submarinos alemanes y sus barcos nodrizas. Tras la caída de Bilbao, su puerto fue uno de los puntos de llegada de personal y material germano, al tiempo que decenas de miles de toneladas de minerales y otros productos marchaban en las bodegas en el viaje de regreso al Reich.

Alemanes e italianos jugaron el papel principal en el triunfo franquista en Euzkadi. Del estudio de la intervención de sus efectivos y material se deduce que, como mínimo, causaron la mitad de las bajas militares y el grueso de las víctimas civiles en Euzkadi. Un total de más de 15.000 bajas incluyendo un porcentaje de muertos superior al 20%. A cambio, alemanes e italianos sufrieron unas 750 bajas (con cerca de 150 muertos, de ellos 37 germanos), y perdieron poco más de una decena de aviones. La intervención de dos grandes potencias fue, en definitiva, la causa principal de la derrota de Euzkadi y la República.

(Noticias de Gipuzkoa. 11 / 05 / 2013)