"... la saña y la prepotencia del capitán Hidalgo quedaron reflejadas en varias <
"A las seis de la madrugada del día 15 de mayo de 1975, un fuerte contingente de la Guardia Civil rodeó una vivienda de la calle Señorío de Vizcaya de Gernika. Presumían que en su interior se escondían varios militantes de ETA.
Llamaron a la puerta y, nada más abrirse ésta, acribillaron a Iñaki Garai, fontanero de 53 años, en la misma puerta del dormitorio, que resultó muerto de forma instantánea. Tras la descarga, Blanca Salegi, de 42 años, corrió a abrazarse al cuerpo de su marido, mientras gritaba «¡no me matéis!» a los guardias civiles que se arremolinaban en su casa. En medio de sus gritos, una única detonación impuso el silencio. La mataron a sangre fría.
Al percatarse de la encerrona, los dos militantes de ETA saltaron por la ventana abriendo fuego. En el tiroteo murió un sargento de la Guardia Civil, resultando herido Jesús María Markiegi, uno de los militantes huidos.
Maltrecho, huyó como pudo cruzando el río y se escondió en el caserío Mendieta, perteneciente a la localidad de Ajangiz. Pero a los pocos minutos, un pelotón de guardias civiles guiados por perros sitió la casa. Aunque Markiegi se escondió en una caseta cercana, ello no le libró de la muerte. Con los brazos en alto, recibió a bocajarro más de cuarenta disparos que desmadejaron su cuerpo.
Por órdenes expresas del jefe operativo, teniente Pose, su cuerpo desnudo permaneció expuesto durante horas, apenas tapado con un plástico transparente entre las zarzas de las cercanías del cuartel de Gernika. Todo ello ocurrió en el último estado de excepción franquista, pero la web de Rodolfo Ares incluye a las tres víctimas no uniformadas en el apéndice de criminales cuyo recuerdo es preciso borrar"