domingo, noviembre 29, 2009

"LA HISTORIA OLVIDADA. EGI BATASUNA EN NAFARROA DURANTE LA DÉCADA DE LOS AÑOS 60". Primer libro de la colección "Izarren Hautsa" de Ahaztuak 1936-1977

"La Historia Olvidada. EGI Batasuna en Nafarroa durante la década de los años sesenta". Este es el título del primer libro que editaremos desde Ahaztuak 1936-1977 y que estará a la venta en el "stand" que tendremos en la próxima edición de la Feria del Libro y el Disco Vasco que se celebrará en Durango entre los días 4 y 8 del próximo mes de Diciembre.

El libro es el fruto de un meticuloso trabajo de entrevistas y recopilación de documentos y fotografias realizado por Jose Luis Diaz Monreal, miembro navarro de Ahaztuak 1936-1977, cuya pasión es la historia y la memoria, pero siempre con apellidos: democrática, antifascista.

Este libro es el segundo que publicamos -tras el de "República y Guerra Civil en Arrigorriaga. 1931-1939"- publicado hace una semana escasa, pero será el primero publicado por nuestra asociación dentro de una colección que con él ponemos en marcha bajo el nombre de "Izarren Hautsa".

Como presentación del mismo os traemos aqui el prólogo que para él ha hecho otro compañero navarro de Ahaztuak 1936-1977.

Quien tenga este libro en sus manos deberá leerlo. Se que suena a tópico eso de leer un libro. ¿Para qué si no sirve un libro?. A los más viejos, este trabajo les recordará sus "correrías" duante el franquismo, así como la comparación con el presente les llevará a pensar que poco ha cambiado la situación en este país. Los más jóvenes se verán reflejados en el hacer de sus mayores y entenderán fácilmente el por que la situación represiva que actualmente padece Euskalherria hunde sus raíces en la dictadura franquista.

"La historia olvidada" narra sucesos ocurridos en los años sesenta. Los protagonistas son unos jóvenes, socios de Eusko Basterra, la mayoría de ellos militantes de EGI, que hartos de que sus mayores les hicieran creer que la libertad se puede conseguir sin lucha, se enfrentaron con los escasos medios que tenían a las autoridades franquistas con el propósito de conseguirla. Este compromiso les llevó a participar, entre otras acciones en el Aberri Eguna de 1967, en la acción contra la Vuelta Ciclista a España e incluso a perder la vida, como les ocurrió a Asurmendi y Artajo.

El hilo conductor de este ensayo le llevará al lector desde un pasado político, policial y judicial hasta un presente que resulta muy parecido. La falta de ruptura con el franquismo reproduce hoy la misma obra con los mismos personajes, aunque los actores sean diferentes. Prueba de que todo sigue prácticamente igual, es la reciente prohibición por parte de la Delegada del Gobierno en Nafarroa, de un homenaje que la asociación Ahaztuak 1936-1977 pretendía realizar en recuerdo, precisamente, de los luchadores antifranquistas Asurmendi y Artajo. La excusa, la de siempre, "apología del terrorismo".

No puede uno menos de preguntarse, a la luz de los hechos que se cuentan en este libro y de algunas de las actitudes de determinadas autoridades actuales si no es apología el homenaje continuado que supone la impunidad para aquellos que por medio de las armas instauraron una de las más crueles dictaduras, si no es apologia que sus nombres sigan puestos en calles y plazas, si no es apologia que sus escudos sigan en nuestras calles, si no es apologia que todas las condenas por ellos dictadas sigan plenamente vigentes... ¿Acaso también los luchadores del maquis siguen siendo bandoleros y sujetos a la ley abolida de “bandidaje y terrorismo”? ¿Donde empieza y acaba el periodo “asumible” de lucha con las armas frente a la dictadura franquista? Más aún… ¿quien y en base a qué consideraciones marca los limites y la legitimidad de una forma de lucha y de unos hombres y mujeres que la llevaron a cabo para enfrentar a una dictadura que se habia impuesto por medio de un golpe de estado, por medio de la guerra abierta, por medio de un genocidio y una planificada represión del adversario político? ¿Quién y en base a qué consideraciones puede acusar a Artajo, a Asurmendi o a tantos otros de emplear la violencia frente a un régimen como el franquista que en el año de los hechos que este libro analiza y relata se encontraba en pleno apogeo? ¿Quién y en base a qué consideraciones puede acusar a Artajo, a Asurmendi y a tantos otros de “terrorismo” por haber utilizado la violencia contra un régimen esencialmente violento, que siguió utilizando el garrote vil y dictando condenas de muerte hasta los ultimos estertores del general Francisco Franco?
Se llega a la conclusión, a la vista de lo ocurrido en estos últimos setenta años, que el desprecio hacia las víctimas de la dictadura y a sus familiares sigue presente. Los responsables de aquellas maldades han quedado impunes y algunos de ellos o sus herederos siguen dirigiendo la vida y los destinos de los hijos y nietos de sus víctimas. Más aun, los que sufrieron en propia carne la represión, se cruzan en la calle con los responsables de aquella, o los ven a diario en la televisión.

Y, mientras tanto, desde algunos ámbitos aún vemos la tentación de hacer ya no que la historia, las historias, de los que perdieron, sigan tan en el olvido como hasta ahora, sino de deslegitimar la lucha y figura de quienes tuvieron la dignidad y la valentia de no asumir la postración y la anulación que aquel régimen suponia para cualquier valor o práctica minimamente democrática, tanto en lo personal como en lo colectivo.

Este libro, esta historia olvidada –una de tantas- pretende ser, entre otras cosas, un grito escrito, un alegato contra eso.

J.G. CHARELA
En memoria de mi tía abuela Juana Charela “la calderera”
y de las miles de personas que como ella fueron asesinadas
por los franquistas.