lunes, octubre 29, 2007

Familiares de fusilados por los franquistas muestran su malestar ante el Arzobispado de Iruñea


Un grupo de familiares de los muertos por el franquismo se concentró ayer ante el Arzobispado de Iruñea, de espaldas al mismo, para mostrar su descontento ante la beatificación parcial que estaba teniendo lugar en Roma. Los familiares rechazaron que «se divida a los muertos en aquella guerra entre los beatos y los demás, los que no lo son», ya que, tal y como señalaron, «entre ellos había buenos miembros de la Iglesia, muchos familiares nuestros».


El encuentro silencioso de ayer se celebró «en recuerdo y homenaje a nuestros familiares muertos». Entre los asistentes, Koldo Martínez declaró que «la Iglesia los esquivó entonces y lo hace ahora», en referencia a la actitud de la institución respecto a ese sector que no comulgaba con el régimen. En nombre de los allí reunidos, Mirentxu Agirre, presidenta de la Asociación de los Familiares de los Fusilados de Nafarroa, hizo entrega de una instancia destinada al arzobispo en la que se manifestaba su descontento.

El encuentro se había convocado a pequeña escala, y explicaron que se trataba de «una reunión espontánea». A pesar de ello, más de cien ciudadanos estuvieron presentes en la concentración, lo que dio lugar a un emotivo encuentro de muchos conocidos que comparten el hecho de ser familiares de aquellos que murieron a manos del franquismo.

«Muertos entre 1934 y 1939»

Tal como indicó Martínez, «hoy es un día especial para declarar que nuestros allegados fueron buenos, a la vez que mostramos nuestro amor hacia ellos. Seguimos lo que nos enseñaron: convivencia, amor y perdón».

La beatificación ayer de 498 «mártires del siglo XX», según la denominación de la Iglesia, es la continuación de la actuación llevada a cabo por el anterior Papa, y se limita a los años 1934 y al periodo de entre 1936 y 1939. Con el mismo motivo han beatificado a 977 personas y santificado a once. La de ayer fue la ceremonia más multitudinaria. En la actualidad se están tramitando otros 2.000 casos. La Iglesia habló ayer de paz y convivencia, de reconciliación, al tiempo que marginaba a las víctimas del otro lado de aquel conflicto, alargando y alimentando así la división y el sufrimiento derivados del mismo.

(Jasone Mitxeltorena. Gara / 29 / 10 /2007)