En la edición del 8 de Febrero, el periódico "El País" publicaba, en su sección de "Cartas al Director", un texto titulado “Miguel Hernández, en la manifestación” que está firmada por Plácido Gilabert Martínez, de Barcelona. Es tan claro lo que explica en su epístola este ciudadano que desde AHAZTUAK 1936-1966 no nos podemos resistir a transcibirlo y a compartirlo. Dice asi:
"Leo con sorpresa que en la manifestación celebrada en Madrid el pasado día 3, organizada por el Foro de Ermua y respaldada por el PP, se usó musicalmente el poema de Miguel Hernández "Para la Libertad". Como familiar muy allegado al poeta -su madre y mi abuelo eran hermanos-, me produce repugnancia el uso del sentimiento noble de Miguel en una pantomima orquestada y mediatizada, que nada tiene que ver con la pureza de la palabra “libertad” tal como él la entendía, y mucho menos con el espíritu que animó a organizar la citada manifestación.
Ya se sabe que para el Foro de Ermua y otras asociaciones afines, así como para el Partido Popular, ETA no es el enemigo a batir, y manipulan tanto a las víctimas como ensucian valores tan nobles como la libertad, la tolerancia o la responsabilidad. Los convocantes de la manifestación y el Partido Popular en concreto no tienen autoridad moral ni ética política para usar o utilizar el nombre de Miguel Hernández, ni su obra, ni “su” libertad en un acto que, a la vista del desarrollo que tuvo, está a años luz de la esencia y pureza que para Miguel encerraba la palabra “libertad”. La libertad por la que luchó, sufrió y murió Miguel Hernández no es la que se entiende desde posiciones ultraconservadoras ni desde partidos de pensamiento único. Hasta en su sufrimiento y en su desesperación, Miguel se sentía libre. Ni el Foro de Ermua en su hipocresía ni el PP en su esquizofrenia pueden decirlo".
Que más se puede añadir a estas líneas escritas desde el dolor de ver manipulada, una vez más, la historia y la memoria de aquell@s que lo defendieron pagando con su vida, muriendo a manos de los asesinos y liberticidas. Miguel Hernández fue el poeta del Pueblo, fue libre hasta en sus momentos de prisión por que era un ser puro y limpio. Aquél que cantó a los aceituneros altivos y a los que preguntaba de quienes eran esos olivos. Hoy, más de medio siglo después, los mismos que mataron la libertad y aplastaban a los trabajadores, a los campesinos, los herederos de los valores que le asesinaron a él y a decenas de miles, los que siguen apoyando o haciendo "la vista gorda" ante la permanencia de la simbologia franquista y la glorificación del regimen fascista se manifestaban con banderas franquistas, esas banderas con la gallina bicéfala, y ensuciaban el nombre y la memoria de Miguel Hernandez y de todas las victimas del franquismo con la utilización de una canción del poeta que precisamente abogaba por unos valores democraticos, solidarios y antifascistas. Justamente los contrarios de los que ellos profesan.