miércoles, febrero 28, 2007

LLUIS LLACH: "No podemos engañarnos, todo sigue igual que hace 31 años"

El 3 de marzo del 76, un tal Fraga era ministro de Gobernación del Gobierno español. Ese dia, esa mañana, en Vitoria las FOP -que así se llamaban entonces y a tenor de algunas caracteristicas preocupantes de esta "democracia" actual quizas algún dia vuelvan a llamarse- habían "disuelto" a tiros una asamblea obrera en Vitoria, con el resultado de tres trabajadores muertos y centenares de heridos. Lluis Llach lo recuerda eternamente en sus "Campanades a mort", que estaría bien que escuchemos de vez en cuandocomo un verdadero ejercicio de "memoria" histórica y sentimiento.

CAMPANADES A MORTS
Campanades a morts fan un crit per la guerra dels tres fills que han perdut les tres campanes negres. / I el poble es recull quan el lament s'acosta; ja són tes penes més que hem de dur a la memòria. / Campanades a morts per les tres boques closes; ai d'aquell trobador que oblidés les tres notes!/ Qui ha tallat l'alè d'aquests cossos tan joves sense cap més tresor que la raó dels que ploren? / Campanades a morts fan un crit per la guerra dels tres fills que han perdut les tres campanes negres. / Assassins de raons i de vides que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies i que en la mort us persegueixin les nostres memòries. /Assassins, assassins de raons, assassins de vides que mai, que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies i que en la mort us persegueixin les nostres memòries, memòries.

CAMPANADAS A MUERTOS
Campanadas a muerto lanzan un grito para la guerra de los tres hijos que han perdido las tres campanas negras. / Y el pueblo se recoge cuando el lamento se acerca; son ya tres penas más que hemos de llevar a la memoria. / Campanadas a muerto por las tres bocas cerradas; ¡ay de aquel trovador que olvidara las tres notas! / ¿Quién cortó el aliento de aquellos cuerpos tan jóvenes sin otro tesoro que la razón de los que lloran? / Campanadas a muerto lanzan un grito para la guerra de los tres hijos que han perdido las tres campanas negras. / Asesinos de razones y de vidas que nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias. / Asesinos, asesinos de razones, asesinos de vidas que nunca, nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias, memorias.
Desde aquellos dias, desde esta canción, LLuis LLach esta indefectiblemente unido al recuerdo, a la memoria, del "3 de Marzo de 1976", de la lucha de la clase obrera alavesa y vitoriana de aquellos dias y de la represión salvaje realizada contra ella. El cantautor catalan siempre ha sido abanderado de lo que esa canción denuncia e intenta transmitir, a lo largo de los años. Estos dias, con motivo de la presentación de la pelicula "La revolta permanent" en Gasteiz el próximo sábado en el Polideportivo de Mendizorrotza, LLuis LLach esta en Vitoria, donde ha concedido entrevistas a diversos medios de comunicación. La que transcribimos a continuación es la realizada por el diario "Noticias de Alava" del dia 28 de Febrero.
¿Qué siente Lluís Llach cada vez que regresa a Vitoria?
Ahora es muy distinto. Hasta la fecha, esta ciudad siempre había sido una referencia sentimental e histórica para mí. Ahora ya es una cuestión emotiva, porque he podido conocer a la gente de la "Asociación de Víctimas del 3 de Marzo" y comprobar que lo que compuse tiene carne, ojos, orejas, caras... Ahora me considero un cómplice.

Imagino que le habrán recordado mil veces su vinculación, siquiera creativa, con aquellos hechos de Zaramaga. ¿Qué siente cada vez que le mencionan aquella fatídica fecha?
Que aquello fue un fracaso sociopolítico del Estado. Fue un frustración que dio al traste con las expectativas espectaculares que se habían levantado. Es una frustración que estemos en 2007 y nadie en representación del Estado haya pedido disculpas por aquellos asesinatos, que lo fueron de Estado. Eso da muestras de la fragilidad democrática de este país. Ojalá que esta película, "La revolta permanent" , logre remover las conciencias de aquellas personas que no saben lo que ocurrió en Vitoria. Igual, tras ver el documental, se preguntan por qué se ha escondido aquella masacre y se cuestionen por la existencia de una serie de cadenas escondidas.

La sensación que queda es que todo aquello se ha intentado acallar con una tupida capa de silencios y complicidades...
El caso es que aquí se hizo una Transición sin ruptura y entramos directamente en una democracia de bajo nivel. Así es este Estado. Con actos como los del 3 de marzo y con el silencio que se impuso sobre aquellos asesinatos se puso a esta democracia a la altura de un país bananero.

Entiendo, por lo que dice, que se debe imponer una explicación de todo aquello que no se ha dicho...
O explicamos lo que sucedió o este Estado nunca será viable. O rehacemos el lenguaje y nuestra verdad histórica, y nos quitamos de encima la sensación de vivir en esta especie de Alicia en el país de las maravillas , o no hay futuro porque no hay entendimiento. Hay que rehacer el vocabulario histórico y decir que la izquierda dejó de serlo al pasar de puntillas y evitar reconocer actos como el que aquí nos reúne. También hay que asegurar que la derecha actual no es derecha sino neofascismo. Tendríamos que rehacer toda esa historia y dejar de ocultarla tras ese miedo que al final nos come.

¿Qué siente al comprobar que las frustraciones que quedaron reflejadas en "Campanades a mort" se convirtieron en un emblema de la lucha por la verdad y la libertad?
Yo siento haber realizado una humilde labor social. Es muy bonito sentirse un instrumento.

En cualquier caso, en 31 años supongo que las cosas habrán cambiado...
Pero no se engañe. Todo sigue igual. Aún seguimos luchando por la libertad. Menos en lo del fascismo formalizado, todo sigue en el mismo sitio. Yo luchaba contra la opresión, el fascismo, en favor de la libertad y de la igualdad. Lucho mejor ahora que antes, pero lucho por lo mismo. Porque todo sigue igual. Las desigualdades entre ricos y pobres cada vez son más evidentes. El capitalismo se ha demostrado como un lobo... y ahora es más dantesco que nunca. La gente piensa que con la muerte de aquel general -por Francisco Franco- hay que renunciar a todo aquello que reclamaba. Eso es una gran mentira. Es de cretinos pensar que la democracia es la meta y no el instrumento. No hay que parar en el perfeccionamiento porque si no la democracia se pervierte.

¿Qué le parece que tengan que ser gente como usted o Lluís Danés los que homenajeen a las víctimas del 3 de marzo?
Es gravísimo, los políticos y los representantes del Estado deberían haber pedido perdón, como herederos de aquel régimen. Lo deberían haber hecho por responsabilidad ética, moral o humana. Fíjese, incluso lo podrían haber hecho por inteligencia demagógica. Pero los políticos están tan clavados en la mediocridad que no son capaces de reconocer la verdad de aquellos hechos, ni siquiera para su rentabilidad.

En un ejercicio de ingenuidad, le propongo un juego. Hagámos cábalas. ¿Cuándo se podrá materializar ese cambio que solicita en nuestro vocabulario histórico?
Si la ciudadanía no es activa, eso no se producirá nunca. Fíjese en lo que le voy a decir. La actual crispación política no va a más por la atonía de la sociedad, pero con esa atonía, los responsables políticos no cambiarán.

Por último, señor Llach. ¿Qué espera encontrarse este sábado en Mendizorroza?
La emoción ya llegó el pasado año con "Campanades a mort" en el Buesa Arena. Ahora, estaré orgulloso de verdad de ver a la gente de la "Asociación de Víctimas del 3 de Marzo". Poderlos mirar es lo más importante para mí en estos momentos.