jueves, diciembre 29, 2011

31 DE DICIEMBRE, SAN SILVESTRE, EL PATRÓN DE RECORDAR... ¿DONDE ESTÁN?

La conocida como Noche de los Lápices es la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, cuando en la ciudad de La Plata, (Argentina) fueron secuestrados por las fuerzas policiales y represivas de la dictadura argentina diez estudiantes de secundaria que habian participado en la organización del reclamo del llamado boleto estudiantil (boleto de autobús con descuento para los estudiantes secundarios) y en las movilizaciones que se habian producido en torno a esta demanda. Este suceso fue uno de los más representativos dentro de la represión impuesta por la dictadura cívico militar argentina, ya que las desapariciones se realizaron sobre estudiantes, en su mayoría, menores de edad.

El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y por la Policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.

Según la CONADEP la policía bonaerense había preparado un operativo de escarmiento para los que habían participado de la campaña por el boleto estudiantil, considerada por las Fuerzas Armadas como «subversión en las escuelas», y que "los adolescentes secuestrados habrían sido eliminados después de padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detención, entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5.a, 8.a y 9.a de La Plata y 3.a de Valentín Alsina, en Lanús, y el Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires".

Una de las estudiantes desaparecidas, Claudia Falcone, tenia como costumbre brindar la noche de San Silvestre -noche del 31 de Diciembre y última del año- y dedicar el brindis a los ausentes, a los que no están.

El cantautor vasco Rogelio Botanz en su precioso y estremecedor tema “La Noche de los Lápices” dedicado a este suceso, hace referencia a esa costumbre de Claudia Falcone que relató Pablo Díaz, su novio y compañero de cautiverio, secuestrado como ella pero que sin embargo sobrevivió para contar lo ocurrido y el calvario de todos ellos, similar al de tantos miles de desaparecidos de Argentina, de Chile, de Colombia, del Estado español y de todo el mundo.

Con ello, con la memoria de todos ellos, os invitamos a oir esa canción y este próximo 31 de Diciembre, esta próxima noche de San Silvestre, cuando den las doce campanadas que anuncian el paso a un nuevo año, desde Ahaztuak 1936-1977 os invitamos a alzar vuestro vaso o vuestra copa y convocar a vuestra retina y a vuestro corazón quien querais que esté aún no estando y junto con ello rememorar a Claudia Falcone, a Julio López, a “Pertur”, a “Naparra”, a Miguél, a Manuel, a Josefa... y a tant@s a l@s que no ponemos nombre para que sean tod@s, rompiendo con ese brindis por un momento la impunidad, el silencio de las simas y las cunetas ignoradas, la distancia brutal del adios impuesto a tantos en 1936, en 1948, en 1952, en 1976... y hoy mismo.

Y con la copa en alto un grito... ¿DONDE ESTAN?




LA NOCHE DE LOS LAPICES

Creció tu amor,
reventando desde dentro los candados al horror,
conocimos tu mirada en la mirada del que vio
en tus ojos el latir de un corazón.

Claudia, sabrás...
no estás sola, no fue en vano,
tu silencio no es verdad,
de la mano de tu amigo nos llegó tu sed de amar,
y la linda contraseña de brindar.

Hoy como ayer,
con el último suspiro de otro año que se va,
cada lágrima impotente bañaremos en champán,
y con la copa en alto un grito: “¿DONDE ESTÁN? “

Desde entonces,
saco punto a la memoria,
con creyones, a colores,
te dibujo una canción,
que es un corazón con su flechita
y Claudia y Pablo, a cada lado,
para siempre un mismo amor.

Claudia, sabrás…
desde entonces San Silvestre
es el patrón de recordar
y cada noche de los lápices escribe una vez más
en la cola de un cometa: "DONDE ESTÁN? "

Desde entonces
saco punto a la memoria,
con creyones, a colores,
yo dibujo tu canción,
que es un corazón con su flechita
y Claudia y Pablo somos todos,
para siempre un mismo amor.

("La noche de los lápices" / Rogelio Botanz)