domingo, marzo 22, 2009

TRAS LA PISTA ITALIANA

Ninguna de las tres hipótesis que se han barajado en los últimos treinta años sobre la autoría de la desaparición del ex-jefe de ETA (pm) Eduardo Moreno Bergaretxe (Donostia, 1950), Pertur, ha sido confirmada con pruebas. La pista italiana podría convertirse esta semana en la primera prueba judicial de un caso rodeado de oscuros intereses políticos, incluso a escala internacional, que hasta hace apenas ocho meses no había sido objeto de investigación en el Estado español. Esa prueba se llama Pierre Luigi Concutelli, Carlo Cicuttini y Angelo Izzo. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu se trasladará el miércoles a Roma para interrogarles por su presunta implicación en el secuestro y posterior desaparición de Pertur el 23 de julio de 1976.

Se trata de ex-miembros de organizaciones fascistas italianas, que hoy permanecen en prisión con condenas de cadena perpetua por diversos atentados terroristas cometidos en Italia, como el asesinato del juez Vittorio Occorsio, por cuya autoría fue detenido el 15 de febrero de 1977 Concutelli, ex-jefe militar de Ordine Nuovo. Estos ultras estuvieron exiliados en España entre 1975 y 1977 y se encargaron de hacer el trabajo sucio de los servicios secretos españoles contra ETA en Iparralde, según los testimonios recogidos en un sumario del Tribunal de Roma.

La confesión ante el juez de estos ultraderechistas italianos sería vital para el proceso judicial que se desarrolla en la Audiencia Nacional, ya que confirmaría por primera vez en treinta años una de las versiones sobre el caso Pertur, dejando en un segundo plano las otras dos hipótesis: la primera apunta hacia los miembros de ETA Francisco Mujika Garmendia, Pakito, y Miguel Ángel Apalategi, Apala, que fueron quienes vieron a Pertur con vida por última vez. Razones de orden interno habría preciptado su eliminación. La segunda hipótesis señala a las fuerzas parapoliciales españolas y grupos de extrema derecha, como el Batallón Vasco Español (BVE), en cuyo nombre un anónimo realizó una dudosa reivindicación de la desaparición de Pertur en Behobia a través de una llamada a Radio Popular de Bilbao.

La pista italiana ha llevado al juez Andreu hasta las personas que podrían haber secuestrado al ex dirigente de ETA p-m, pero lo que es más importante podría llevar al magistrado hasta los responsables españoles que hicieron el encargo a los mercenarios italianos, quién y con qué intereses ordenaron la desaparición de Pertur y dónde se encuentran ocultos sus restos.

LA PISTA ITALIANA
El sumario negro de Roma

La pista italiana, que pone en el centro de la investigación judicial la tesis de los neofascistas italianos, llamó la atención de periodistas españoles que en 1985 investigaban las acciones de los GAL contra ETA en Iparralde. Para entonces eran de sobra conocidas las relaciones entre los GAL y el BVE, compuesto por mercenarios italianos refugiados en España al amparo del franquismo.
El periodista de El País Javier García tiró de ese hilo italiano y entre la documentación acumulada de la llamada guerra sucia se encontró con un sumario italiano archivado que agrupa una decena de testimonios de los ultras arrepentidos que cometieron diversas acciones contra militantes de ETA en Iparralde. Entre esas acciones está el secuestro de Pertur que diferentes neofascistas, como Aldo Tisei o Angelo Izzo, relataron sin mencionar su nombre, pero con la certeza de que era él, ya que antes de 1980 –año del que datan los primeros testimonios de los neofascistas arrepentidos– no se produjo ninguna otra desaparición de miembros de ETA en el sur de Francia. "La credibilidad no está tanto en los testimonios, sino en que el testimonio se repite, es decir, varias personas de origen y naturaleza diferente relatan una historia muy similar poniéndola siempre en boca de Concutelli", explica Mikel Aramendi, periodista que ha investigado la hipótesis italiana del caso Pertur para el documental El año de todos los demonios, de Ángel Amigo.

Angelo Izzo es uno de los que señala a Concutelli como autor del secuestro de Pertur. El juez Andreu solicitó interrogarle en Roma, aunque no será posible ya que sufre una enfermedad terminal. En la declaración que recoge el sumario, Izzo relata que Concutelli le contó cómo secuestraron a un militante de ETA –en alusión a Pertur– y narcotizado le pasaron a España, donde lo entregaron. Ahora cabe esperar que Concutelli confiese el miércoles ante el magistrado Andreu que es verdad lo que sus camaradas cuentan. De ser así, la convicción de que los restos de Pertur se encuentran en territorio español sería más sólida y la incógnita de quién ordenó dentro de los servicios secretos su desaparición estaría más cerca de ser descifrada.

¿POR QUÉ ELIMINAR A 'PERTUR'?
Intereses políticos oscuros

Sobre los responsables y los intereses de eliminar a Pertur también hay diferentes hipótesis. El periodista Mikel Aramendi apunta al papel político y los contactos de Pertur como responsable de relaciones internacionales de ETA (pm), funciones que compartía con Sabin Atxalandabaso, quien en el documental de Amigo confiesa que pudo ser víctima de una cita trampa, como lo fue Pertur.

Alrededor de 1976, año de la desaparición, confluyeron distintos intereses políticos, incluso a escala internacional. Uno de los móviles para eliminar a Pertur pudo ser el interés del Servicio de Documentacion de Presidencia del Gobierno español (SECED) de "cortocircuitar" los contactos entre ETA y los servicios secretos argelinos, que entonces entrenaron a activistas de ETA por ser combatientes del régimen franquista. El interés de Argelia, molesta por la solución que España dio al problema del Sahara, era desestabilizar a los aparatos del Estado.

El segundo móvil estaría relacionado con los intercambios entre los neofascistas italianos y la Comisaría Central de Información de la Policía Española. Los neofascistas italianos recibían asilo y armas por parte de España a cambio de realizar el trabajo sucio contra ETA en Iparralde con esas mismas armas. La prueba de ello está en la metralleta Ingram que intervienen a Concutelli tras su detención en 1977 por el asesinato del juez Occorsio. La policía italiana logró descifrar el número de serie de ese arma y se da la circunstancia de que era de titularidad española, concretamente de Roberto Conesa, director de la Comisaría de Información Central. El tercer móvil podría situarse en la Gobernación de Bizkaia, dirigida entonces por el comisario Ballesteros. Se cree que Pertur pudo ser asesinado como venganza por el secuestro y asesinato de dos policías en Iparralde por parte de activistas de ETA.

Habrá que esperar al miércoles para conocer la actitud de Concutelli. El juez Andreu está también a la espera de las diligencias que se abrieron entonces en la Justicia francesa. El abogado y la familia de Eduardo Moreno Bergaretxe confían en que la investigación dé sus frutos y no desisten en su intento por encontrar y poder dar sepultura a su hijo.

(Noticias de Gipuzkoa. 22 / 03 / 09)