jueves, enero 12, 2012

FRAGA Y EL FRANQUISMO. Artículo de opinión de Carlos Guzmán Pérez

Hace unos días nos sorprendió la noticia de que la Justicia de Argentina iba a investigar la implicación de los ministros y de los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad franquistas en el genocidio franquista.

Desde que en 1939 la Guerra Civil tuviera aquel trágico desenlace y hasta que en 1975 el sanguinario Francisco Franco falleciese postrado en su palacio, fueron decenas los ministros y los responsables de cuerpos policiales que sembraron el terror en todo el Estado Español. Entre los estrechos colaboradores del dictador que hoy en día van a ser investigados por la justicia latinoamericana se encuentra Manuel Fraga Iribarne.

Este gallego de tenebroso curriculum, tiene el dudoso honor de haber desempeñado infinidad de cargos políticos durante la dictadura fascista; Ministro de Información y Turismo, Embajador de España en Reino Unido, Ministro de la Gobernación de España y V
icepresidente Segundo del Gobierno. Una vez liquidada la dictadura fascista, en vez de ser juzgado pos su directa implicación en el régimen anterior, siguió desempeñando cargos y responsabilidades políticas tanto en la transición como en la posterior y mal llamada democracia; Diputado en Cortes Generales, presidente del partido político Alianza Popular, Presidente del PP de Galicia, Presidente del Partido Popular, Presidente de la Junta de Galicia y Senador de las cortes Generales hasta hace unos pocos meses.

Durante el periodo en el que Fraga fue ministro se produjeron acontecimientos como el fusilamiento en 1963 del dirigente comunista Julián Grimau, tras un famoso proceso carente de pruebas acusatorias de unos presuntos delitos ocurridos treinta años antes durante la Guerra Civil, o los famosos Sucesos de Vitoria de marzo de 1976, en los que 5 trabajadores fueron asesinados y otros 100 trabajadores fueron heridos por fuego de la Policía Armada (dependiente de Fraga).
Durante décadas la figura de Fraga ha desatado la repugnancia y el rechazo de gran parte de la población española, la cual ve en este personaje a uno de los máximos protagonistas de las páginas más oscuras de nuestra historia reciente.

En cambio, por muchas acusaciones que se han vertido sobre él, y al igual que la mayoría de las cabezas visibles de la dictadura, nunca ha sido investigada su implicación en estos hechos.
Se antoja totalmente reprobable que sea la juridisprudencia de otro país la que por primera vez investigue de forma fehaciente los miles de crímenes de una dictadura fascista que durante décadas gobernó a su antojo este país. De todos modos, esto no parece nada descabellado al contemplar casos como el del Juez Baltasar Garzón, el cual fue suspendido cautelarmente en sus funciones como juez de la Audiencia Nacional por el Consejo General del Poder Judicial el 14 de mayo de 2010, al ser denunciado por la ultraderecha española por intentar hacer justicia e investigar los crímenes del franquismo.

Cuando por primera vez parecía que se iba a intentar hacer justicia a los miles de asesinados y represaliados por la Dictadura, se conoce la noticia de que ha empeorado gravemente el estado de salud del octogenario Manuel Fraga, por lo que conociendo la lentitud habitual de la justicia, parece improbable que este señor llegue a ser juzgado por su directa implicación en estos crímenes.

Aun y todo, somos infinidad las voces que seguimos reclamando que se esclarezcan todos los crímenes acontecidos en este país entre 1936 y 1978, que se haga justicia, y se reconozca y repare a todas las víctimas del Genocidio Franquista. Sobre todo, es de máxima importancia que no cese nunca el empeño en esclarecer todo lo ocurrido durante la dictadura, y si por causas naturales no da tiempo a que personajes como Manuel Fraga rindan cuentas con la Justicia, sea esta la que públicamente reconozca y de a conocer cuál fue la implicación de estos en los crímenes franquistas.

(El Mercurio Digital. 11 / 01 / 2012)