Varias decenas de personas se dieron cita en el mediodía de ayer en el zaguán de la casa consistorial de Tafalla y en los soportales de la plaza de Navarra para rendir un emotivo homenaje a todos los asesinados y represaliados en el año 1936, en los inicios de la Guerra Civil española. Muchos de los asistentes eran descendientes directos, familiares y amigos de quienes padecieron la persecución y el escarnio en aquellos fatídicos años.
tafalla. El acto estaba organizado por la Asociación de Familiares de Asesinados Navarros (AFAN), la Asociación Cultural Altaffaylla y Euskal Memoria y se convocaba como culminación a un año en el que se ha conmemorado el 75º aniversario del golpe militar de 1936 contra la II República y el 25º aniversario de la publicación Navarra 1936. De la esperanza al terror, en la que se han recogido los nombres y los lugares de más de 3.000 ciudadanos y ciudadanas navarras que fueron asesinados en aquella triste contienda civil.
Los primeros en intervenir en este homenaje fueron Mª Jesús Alfaro y Pedro Leralta, ambos ediles de Bildu en el Consistorio tafallés, que en castellano y en euskera explicaron los motivos de esta convocatoria, con especial recuerdo a las 37 personas que fueron fusiladas en Tafalla y a las 502 de esta comarca que forman parte de los más de tres millares de asesinados en Navarra, por sus ideas socialistas y republicanas. El representante de Altaffaylla, Juan Carlos Berrio, reivindicó la memoria de aquellas personas y las puso como ejemplo "para mantenernos unidos hasta alcanzar los ideales por los que aquellos antepasados nuestros perdieron su vida, la defensa de nuestra cultura y de nuestra lengua y el derecho de todos los pueblos del mundo a vivir en libertad".
Posteriormente, el joven Ioar Labat bailó un aurresku de honor, interpretado por un grupo de txistularis, ante la placa colocada hace cinco años en el zaguán del Ayuntamiento en la que se recuerda a los tres concejales tafalleses asesinados en 1936: Cipriano Sola, Pedro Martinena y Saturio García, además del resto se fusilados. Descendientes de aquellas víctimas depositaron un ramo de flores en recuerdo a todos ellos. Varios de los asistentes enarbolaron banderas republicanas, la de Navarra, la ikurriña y la de la CNT. Tras entonar los cantos de La Internacional, el Eusko Gudariak y ¡vivas! a la República, también tomaron la palabra familiares descendientes de aquellos asesinados, como Josefina Campos y Carlos Ochoa, con lecturas de poesías, valoraciones de los hechos acaecidos y una invitación a recuperar y mantener la memoria histórica y el deseo de que hechos como aquellos no vuelvan a suceder nunca más.
Este acto se complementó con una exposición de paneles y de fotografías titulada Esclavos del franquismo que quedó instalada en los porches de la plaza de Navarra y en el interior de la plaza del Mercado, donde también se reunieron varias decenas de personas en una posterior comida de hermandad.
(Noticias de Navarra. 19 / 12 / 2011)