El monolito erigido en el monte Ezkaba, junto al Fuerte de San Cristóbal, en homenaje a los miles de presos republicanos y nacionalistas que pasaron por el penal militar y a los cientos que murieron en él ha sido objeto de serios destrozos hace varias fechas. Los desperfectos consisten en la rotura del arco que preside el monolito y de la piedra labrada que lo soportaba y se localizan en la pieza central. El monumento, instalado junto a una de las últimas curvas de la carretera de acceso al Fuerte, en un terreno que pertenece a Antsoain y que limita con la propiedad militar, exhibe la inscripción: "Por la Libertad y la República dieron la vida - Askatasuna eta Errepublikaren bizia eman zuten".
Aunque se desconoce la autoría de los desperfectos, no hace falta una dosis de imaginación muy alta para ver en ello la mano de “los de siempre”, de esos herederos ideológicos, politicos, y quizas hasta genéticos de los “cuneteros” de ayer. Y hoy, como ayer, ellos mismos se retratan.