¡QUE vienen los requisadores! Miedo, pesar, esconderse, pérdida, indignidad, racionamiento, extraperlo son términos que cuando los expresan quienes sufrieron la persecución de los golpistas de 1936 y de los vencedores de la Guerra Civil, después, permiten hacerse a la idea de lo que se vivió en Navarra durante aquellos años de represión. Esta primavera, y fruto de la larga trayectoria de colaboración de los colectivos Memoriaren Bideak, Eguzki Bideoak y el Instituto Geronimo de Uztariz en torno a proyectos de recuperación de memoria histórica, han visto la luz nuevos documentales que aportan la riqueza de conservar para el futuro los testimonios de quienes sufrieron la represión en Navarra. 827 kilómetros sin retorno Nos quitaron todo y Prohibido recordar dan buena cuenta de ello.
Tres relatos de una realidad cuyo recuerdo quedaría extinguido de no ser por el empeño e interés de cada vez más personas en conservarlos. Cada uno de los tres documentales hace una aportación distinta a esta página negra de nuestra historia pero quizás la más novedosa sea la del trabajo Nos quitaron todo por testimoniar lo que fue la represión económica de los perdedores, un capítulo menos divulgado, y que vino aparejada en la mayoría de los casos de la represión política y social.
"Nos quitaron todo pretende cubrir la importante laguna que existe en nuestra historiografía y a nivel divulgativo como es aquella que ahogó a quien sufrió la represión económica durante el franquismo mediante las incautaciones y el expolio de sus bienes al amparo, entre otras, de la Ley de Responsabilidades Políticas", explica el director del documental, Patxi Egilaz.
En el documental, ya editado en DVD y a la venta, los autores "hacen un análisis de esta situación a través de entrevistas a testigos de la época que cuentan todo lo que pasó en torno a esta represión económica: incautaciones, robos, pérdidas de puestos de trabajo o trabajos forzosos tanto en batallones como en los propios pueblos. Toda una estrategia de empobrecimiento mediante el racionamiento y otras fórmulas que se dio para castigar económicamente a toda la población perseguida". Patxi Egilaz añade que "a partir de contar lo que pasó, hemos querido buscar el por qué de todo esto y hemos encontrado que en Navarra, sobre todo en la zona sur, donde la población activa era mayoritariamente agrícola, el conflicto en torno a la tierra, sobre todo a las tierras comunales, fue tremendamente importante".
injusticias sin reparar En ese proceso, pone de manifiesto el documental, "los ricos se habían ido haciendo cada vez con más tierras de manera tramposa ya que la reivindicación de la tierra, el reparto de los comunales, fue una constante desde el siglo XIX hasta la República". El documental, explicaba Patxi Egilaz durante la presentación del DVD, "aborda la raíz económica del conflicto. Vemos a día de hoy que estas injusticias que se cometieron siguen siendo injusticias sin reparar. No se ha revisado nada del expolio; todo sigue perdido por ahí y sin ningún tipo de reparación por parte de ningún gobierno".
En Nos quitaron todo se suceden los testimonios de personas que padecieron esta persecución económica, una represión que, tal y como recoge el historiador pamplonés César Layana, se prolongó muchos años después de la Guerra Civil. El documental se centra en Navarra pero es reflejo de lo que ocurrió en otras partes del Estado como Andalucía, Extremadura, Castilla o Aragón, entre otras. A lo largo de una hora larga, se suceden los testimonios de represaliados de Lerín, Carcar, Murchante, Sartaguda, Peralta, Castejón y Lesaka. Las imágenes están grabadas en Navarra y en el caso de Lesaka no es la situación de las tierras, como en los anteriores, sino que se recoge el testimonio de otro tipo de incautación como fue el caso de una familia que le quitaron el taller y les dejaron en completa miseria.
Relatan sus testimonios Fernando Gurrea (Lerin), Gloria Villafranca Pérez (Peralta), Josefina Campos Orduña (Peralta) que además es autora del libro Los fusilados de Peralta, la vuelta a casa (1936-78) y Operación Retorno; Pedro Lanz Annchordoqui (Lesaka), Josefina Lamberto López (Larraga); José Jarauta Orte, Antonio Bartos Ochoa, Justino Berrozpe Ullape y Carmen Jarauta Orta (Murchante); Félix Moreno Martínez, Paz Moreno Martínez y Julio Sesma Martínez (Sartaguda); Laureano Socarro González (Carcar); Josefina Jiménez Marín (Castejón) y Vicente Lacasia (Burgui).
El documental se completa con los testimonios de los historiadores Cásar Layana Ilundáin, Mirta Núñez Díaz-Balart, Emilio Majuelo Gil, José Miguel Gastón Aguas y Miguel Ángel Rodríguez Arias.
A las palabras acompaña un fondo musical con obras interpretadas por Igor Zabalza como su versión de Ni naiz argia, Tatuaje, de Rafael de León; Las coplas del estanquero de Murchante que interpreta Luis Iriarte; o La culpa la tienen los ricos, canción popular de los años treinta que cantan Fermín Balentzia y Gabriel Saretzky.
827 km sin retorno El documental 827 km sin retorno es la historia de un acompañamiento -explicaba en su presentación Helena Bengoetxea- que comienza con la exhumación en octubre de 2009, de los restos de Cecilio Gallego, preso que trabajó construyendo las carreteras de Los Pirineos, y el retorno a su pueblo en San Benito (Badajoz). "No solo hemos buscado sacarlo del agujero donde lo enterraron tras fusilarle, sino de sacar sus ideas y el porqué de su asesinato". Prohibido recordar es la tercera propuesta de los tres colectivos.
(Noticias de Navarra. 26 / 06 / 2011)