Francisco y Ángel Herranz, Tomás Salinas, Andrés Sesma, Delfín Martínez o Fortunato Aguirre son los nombres de algunos de los más de 3.000 navarros fusilados durante la Guerra Civil. 77 años después de esa hecatombe, sus familiares y amigos los siguen recordando en actos como el que tuvo lugar ayer en la "Puerta de Socorro de la Ciudadela". Cerca de 2.000 personas se acercaron hasta la zona para homenajear a los 298 pamploneses y a los seis concejales del ayuntamiento de la ciudad asesinados en el mismo lugar en el que se realizó el evento. Al homenaje acudieron miembros de NaBai, PSN, IU y ANV, así como miembros de distintas fuerzas sindicales, como UGT, y destacó, un año más, la ausencia de UPN y CDN.
Las inmediaciones de la Vuelta del Castillo de la Ciudadela se tiñeron de amarillo, rojo y morado, y se envolvieron al son de las emotivas canciones de interpretes como Lluís Llach o Ismael Serrano. Los más de 2.000 asistentes quisieron homenajear a las personas fusiladas durante la Guerra Civil por " luchar contra Franco, por tener ideas progresistas, por querer la igualdad entre hombres y mujeres, por intentar conseguir un sistema educativo digno, por defender la lucha obrera, y la libertad de los pueblos", manifestó el periodista Jon Lako, que presidió el acto.
A día de hoy, se desconoce el paradero de muchos de los 3.000 navarros que fueron brutalmente asesinados y no se les ha despedido dignamente. Además, algunos de los familiares desconocen qué pasó con sus seres más queridos. "Tenemos derecho a saber la verdad, lo que ocurrió, exigir justicia, a decir que no queremos más violaciones de los derechos humanos", comunicó Lako.
Memoria histórica
El presente año marcará un antes y un después en la historia de Navarra. Por un lado, ha arrancado ya el "Autobús de la Memoria" que recorrerá diferentes localidades de la Comunidad Foral con el objetivo de difundir la realidad que han vivido las víctimas del franquismo. Por otro lado, el 10 de Mayo se inaugurará en Sartaguda el Parque de la Memoria que, tal y como explicó Juan Carlos Espinosa, miembro de la Asociación "Pueblo de las Viudas" de Sartaguda, será "un lugar para recordar, llorar, honrar y reivindicar a nuestros familiares". Espinosa explicó que este espacio es pionero en el Estado y que mediante él, "vamos escribiendo línea a línea la página que algunos quisieron pasarla en blanco". Koldo Pla, de la asociación "Txinparta", preguntó a Miguel Sanz hasta cuándo los familiares de los fusilados seguirán "investigando y exhumando sin ayudas técnicas ni económicas".
Sin duda, el momento más emotivo de la jornada fue cuando se leyeron las cartas de los hermanos Herranz, fusilados el 9 de Marzo de 1937 y de Luis Elío, un juez perseguido y escondido durante la Guerra Civil. Después de la lectura de las correspondencias, se hizo una ofrenda floral y a continuación, un dantzari bailó el aurresku en honor a los asesinados por las tropas franquistas. "Tuvimos miedo de pensar que esa Navarra que antes nos había dado la espalda ahora no nos siguiera, pero vemos con orgullo y modestia que buena parte de la sociedad entiende y comparte la demanda de recuerdo y justicia", comunicó Mirentxu Aguirre, hija del alcalde de Estella, Fortunato Aguirre, que fue fusilado el 29 de Septiembre de 1936, y presidenta de la "Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra".
En el acto de ayer quiso recordar el sufrimiento que han vivido en silencio miles de familias navarras. "Hemos tenido que callar, con la rabia a flor de piel hemos tenido que hablar con los nuestros en las cocinas, pero hoy, hoy ya nos abrazamos por él, por todos, porque por encima de las mejillas enrojecidas de tanto llorar, apretamos la mano para recuperar la memoria y desterrar el olvido", matizó Aguirre.
Finalmente, comunicó a los asistentes que "ninguna idea puede justificar tamañas barbaridades que deshumanizan a la persona hasta su limite máximo, la muerte".
Carta de Ángel Herranz, fusilado a los 19 años
"Querida madre y hermanos: Mi deseo es que al recibo de ésta se encuentren bien; yo muy bien por ahora, a Dios gracias. Ayer recibí su cariñosa carta; la que me causó la emoción y alegría que usted muy bien se puede suponer: al leerla, parecíame estaba escuchando a su lado, unas dulces palabras que brotaban de sus labios, como en otro tiempo. Sin embargo; pronto volví a la realidad y me encontré en el lugar de siempre (en la celda) con mi compañero de la misma y ¡Oh, compañía deliciosa! Dos cartas encima de la mesa. Mi pobre corazón supo recoger íntegro el cariño que ellas emanaban; y hoy, ya que no puedo hacer otra cosa; les envío por medio de estas líneas el mío; que no me cabe duda, sabrán recoger como es mi deseo. El día lo pasé lo mejor posible, compartiéndolo con el compañero de celda, y demás compañeros de reclusión los abuelos y tíos, les hagan patente mi más sincero agradecimiento. Margarita me encarga diga a usted: que si ve a sus hermanas les diga que se encuentra muy bien y piensa volver pronto. Por lo visto, no les ha debido escribir. Ya recibí el dinero el viernes, y ayer lunes saqué la ropa sucia. Y nada más por hoy, sino; una vez más rogarles que aunque muy poca cosa; sepan recoger esta pequeña prueba de cariño, de su hijo y hermano".
(Noticias de Navarra. 13 / 04 / 08)