lunes, mayo 28, 2012

"LA II REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN DEUSTU", NUEVO LIBRO DEL SELLO "IZARREN HAUTSA" DE AHAZTUAK 1936-1977


El dia 1 de Julio de 2007 la asociación de victimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 realizamos un acto público en la Universidad de Deustu mediante el cual señalamos el espacio de la mísma como “lugar de Memoria”, como sitio para ser recordado como uno de los “puntos negros” de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista de Euskal Herria.

Como parte de aquel acto colocamos en una de las puertas de acceso al recinto universitario una placa que recordaba que sus edificios habían servido como centro
de reclusión y clasifi cación de miles de prisioneros políticos y de guerra que habían comenzado a llegar a este lugar en los dias siguientes a la caida de Bilbao en manos de las tropas golpistas ,19 de Junio de 1937, y desde ese día y hasta el año 1943 mas de doce mil hombres defensores de la legalidad republicana habian pasado por el sufriendo el hacinamiento, las condiciones de vida y de alimentación y las enfermedades que hicieron de la Universidad de Deustu un lugar de terribles vivencias y sufrimientos para los miles de presos y sus familiares, asi como, tras el paso de los años, una referencia obligada de lo que fue el diseño represivo franquista.

Pero la Memoria Histórica y más si es Democratica y Antifascista es algo que se muestra día a día como algo muy incómodo para algunos sectores que como la Iglesia Católica habian formado parte del entramado golpista alentandolo y justificándolo, prestandole su apoyo moral y tambien material, caso de tantos edificios eclesiasticos que como esta Universidad fueron utilizados como centros de reclusión.

Y asi fue que la placa que alli colocamos duró en dicho lugar un escaso día que fue el tiempo que tardaron los que tenian el poder de decisión en ordenar a un operario quitarla y “tirarla a la basura”, como nos hicieron saber que habian hecho cuando les solicitamos su devolución.

Es por ello que este libro que publicamos quiere ser libro y placa. Como libro —el quinto de nuestra colección “Izarren Hautsa”— hace una cuidada radiografia a nivel local de lo que fue en Deustu el periodo de la II República, el golpe militar del 18 de Julio de 1936, el enfrentamiento armado subsiguiente y el triunfo golpista que se concretó con la entrada de las tropas fascistas en Deustu el 19 de Junio de 1937.

Como placa, simbolicamente hablando, un recordatorio entrañable para todas aquellas personas que, como las que estuvieron presas en la Universidad de Deustu, creyeron en la Libertad con mayúsculas, esa que como alguien dijo “no cabe en los miedos, ni en las penas, ni en los mismos ataudes”. Pero tambien a la par una denuncia de la actitud vergonzante y vergonzosa de los que aún hoy creen que quitar una placa -o dejarla puesta, que tambien se dá- va a impedir que la Verdad se abra camino y que con ella los reclamos de Justicia y de Reparación llamen cada vez con mayor insistencia a las puertas de instituciones, clase política, judicatura, Iglesia... hasta hoy afectados grandemente por la amnesia y la sordera.

Borja Sarrionandia-Ibarra, deustuarra, militante social y amigo de nuestra asociación es otra de las personas que con este trabajo de investigación llama a esa puerta y convoca tambien con él a todas aquellas personas que lo leais, que lo leamos, a hacer lo mismo.

AHAZTUAK 1936-1977

lunes, mayo 21, 2012

MINISTROS FASCISTAS: HA MUERTO UNO, QUEDAN DIEZ

Hace pocos días murió José Luis Villar Palasí, de quien las esquelas han dicho que fue "Letrado del Consejo de Estado, Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Letrado de la Seguridad Social y Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación”. Todo un fastuoso curriculum del que, sospechosamente, ha desaparecido el florón franquista: que fue ministro de la llamada Educación Nacional entre 1968 y 1973. Ministro desde el 16.abril.1968 hasta el 11.junio.1973: cinco años durante los cuales el excelentísimo finado Villar Palasí (VP) y su mano derecha Díez Hochtleitner tuvieron bastante tiempo para expulsar de la enseñanza a quienes no fueran de su agrado inquebrantable. Claro está que compensaron esa mano dura con una mano pródiga en regalar a sus amigos direcciones generales, becas, cátedras, dineros y prebendas a mansalva. Aunque todo eso no es nada comparado con el hecho de que, como ministro tiralevitas de Franco, VP firmó sentencias de muerte a manos llenas.

“Sentencias de muerte a manos llenas”. Manos llenas… ¿Cuántas firmó VP mientras estuvo a la vera verita de Franco? ¿No estaremos exagerando? Pues no exageramos porque sabemos que, por lo menos, su firma quedó estampada en una: la de Pedro Martínez Expósito, fusilado el 08.enero.1972. Y un autógrafo así es una inmensidad de autógrafo, máxime cuando VP, en su calidad de excelso jurisperito, conocía que la pena de muerte comenzó a ser abolida hace siglo y medio, exactamente en la Venezuela de 1863. Item más, como fervoroso católico, también tuvo que saber que incluso el Vaticano la abolió en 1969.

Además de esa sentencia por fusilamiento y de otras que –por ahora- no hemos investigado, VP es culpable de haber ordenado sentencias de muerte por omisión. Con esta expresión imposible, queremos recordar que durante el mandato de VP, los franquistas perpetraron docenas de asesinatos que siguen sin investigarse judicialmente porque gentuza poderosa como VP y sus colegas ministros conspiraron, amenazaron, chantajearon y prevaricaron para que quedaran impunes. Veamos una lista parcial –aún más incompleta por no incluir a las víctimas sociales o comunes- de los antifranquistas asesinados por omisión durante el relativamente corto mandato de VP:

El vasco Txabi Exebarrieta (en 1968), los vascos Manuel Andueza Elizalde, Roberto Pérez Jaúregui, Antonio Goñi y los tres obreros granadinos Antonio Huertas Remigio, Cristóbal Ibáñez y Manuel Sánchez Mesa (en 1970), el madrileño Pedro Patiño y el barcelonés Antonio Ruiz (en 1971), los gallegos Amador Rey y Daniel Niebla y los vascos Jon Ugutz Goikoetxea “Txapela”, José Benito Mugika “Xenki”, Mikel Martínez de Murgia y Jonan Aranguren “Iharra” (en 1972), el catalán Manuel Fernández y el vasco Eustakio Mendizabal “Txikia” (en 1973).En cuanto al obituario que hoy nos ocupa, mención especial merece el navarro Javier Escalada, asesinado en marzo de 1970 después de diez días de tortura. Su delito: haberse manifestado contra la ley de Educación maquinada por VP.

Asesinatos a los que cualquier jurista meticuloso añadiría otros muchos no sólo en grado de omisión sino también en grado de tentativa: ¿O acaso cuando la Policía ‘suicidó’ al estudiante Enrique Ruano (20.I.1969) la campaña calumniadora que permitió o protagonizó VP, entonces ministro del ramo, no fue una sentencia de muerte post mortem? ¿O acaso rubricar los decretos de estado de excepción (ejemplo, el de 24.I.1969) no era dar carta blanca a los asesinos? Más aún, VP supo que en el “Proceso de Burgos” (1970), se pidieron dieciséis penas de muerte de las cuales seis fueron concedidas aunque, para probable desengaño de VP, gracias a la sublevación ciudadana no llegaron a ejecutarse.

Según las esquelas, VP ha fallecido “habiendo recibido los santos sacramentos”. En el lecho de muerte, ¿confesó sus inconfesables crímenes, aunque sólo fueran aquellos en los que tuvo una responsabilidad más directa, los de P.M. Expósito y J. Escalada? Lo dudamos pese a que tamaña demostración de caridad, responsabilidad y arrepentimiento hubiera sido la propia de un señor que, si hemos de creer a los periódicos, fue espejo luminiscente de “bonhomía”.

Bonhomía, palabra que no suele faltar en las necrológicas de los prebostes franquistas. Arcaísmo o galicismo sinónimo de bondad, sencillez y candor. Pues bien, entre las decenas o centenas de miles de palabras del idioma castellano, bonhomía es la menos adecuada para definir a los franquistas. Veamos porqué: ¿bondadoso aquel que adulaba día y noche al Genocida y, por tanto, genocida él mismo? ¿Sencillo quien para llegar a las más altas cumbres de la miseria moral pasó décadas delatando, vengándose de afrentas imaginadas, calumniando a sus competidores, ocultando su poquedad y pregonando un sadismo sólo comparable a su ignorancia? En cuanto a ‘candoroso’, ¿merece comentario?

En los próximos tiempos, leeremos las rimbombantes elegías de los diez ministros de Franco que todavía viven. A saber:

López de Letona y Núñez del Pino, José Mª (89 años, ministro de Industria 1969-1974; pariente del magnate Rafael del Pino)

Fuente de la Fuente, Licinio de la (88 años, ministro de Trabajo entre 1969 y 1975)

Monreal Luque, Alberto (85 años, ministro de Hacienda 1969-1973)

Gamazo Manglano, José Mª (81 años, subsecretario de la Presidencia 1973-1974)

Barrera de Irimo, Antonio (83 años, ministro de Hacienda 1973-1974)

Liñán y Zofio, Fernando de (81 años, ministro de Información y Turismo 1973-1974)

Carro Martínez, Antonio (88 años, ministro de Presidencia 1974-1975)

Suárez González, Fernando (78 años, ministro de Trabajo en marzo-diciembre de 1975)

Sánchez-Ventura Pascual, José Mª (89 años, ministro de Justicia en marzo-diciembre de 1975)

Utrera Molina, José (85 años, ministro de Vivienda 1973-1974 y secretario general del Movimiento 1974-1975; suegro del actual ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón)

Es obvio que una legión de paniaguados, amnésicos voluntarios y lameculos congénitos ya tiene redactados los descarados panegíricos de estos diez redomados franquistas. Por ello, hoy sólo les pedimos que respeten la lengua castellana, ahora que todavía están a tiempo. Que no añadan el agravio a la injuria. Que borren de sus lamentosos obituarios la palabra bonhomía.

domingo, mayo 20, 2012

BEJES FUE UN AÑO MÁS MEMORIA DE LA "BRIGADA MACHADO"


A pesar de la persistente lluvia que ya es habitual de los últimos años ayer se celebró en Bejes (Cantabria) el acto anual en memoria y honor de lxs luchadorxs y colaboradorxs de la Brigada “Ceferino Machado”, la VI Brigada Guerrillera del Norte.

Se abrió el acto con unas palabras de Jesús de Cos que recordó con cariño al compañero Alejandro Narganes “Camiseta” recientemente fallecido y al que se dedicó un minuto de silencio. Después se leyó el mensaje enviado por Adelina Kondratieva, Presidenta de AGE:

Queridos amigos y compañeros:

Sobre todo desde AGE nos unimos al minuto de silencio en honor, recuerdo y homenaje a una gran persona, Alejandro Narganes “Camiseta”, que ha pedido nuestro compañero Jesús de Cos. Alejandro se nos fue el pasado 10 de diciembre. Fue junto a Jesús impulsor del monumento de Bejes, enlace de los guerrilleros desde los quince años, represaliado y deportado a Cataluña, siempre manteniéndose firme en la lucha, al comienzo en Cantabria con los guerrilleros y después en Cataluña reivindicando un mundo más justo. Jesús nos recordaba de él que era un librepensador, admirador del cosmos en el que se habrá fundido su espíritu, y ojala así haya sido y desde donde se encuentre esa energía fabulosa que desprendía nos siga apoyando en esta lucha tan difícil que mantenemos los que aún podemos velar por la justicia en la memoria. En este mes de mayo hemos vuelto a presentar una iniciativa parlamentaria referida al reconocimiento del Ejército Guerrillero Antifranquista en el Congreso de los Diputados. Con la mayoría de diputados en desacuerdo es imposible que triunfe pero sí constará en el Diario de Sesiones como una vergüenza más que la democracia no ha sabido ni querido evitar. Espero, porque siento que nuestros corazones laten al unísono, que no os desaniméis ya que nuestros ideales siguen en pie y pienso que no habrá obstáculos que no puedan ustedes rebasar. Yo quisiera transmitir los sentimientos que mi corazón dicta a todos vosotros luchando en aras de nuestro incierto futuro, transmitiendo todos mis ánimos y deseos ya que desde Moscú en más no puedo ayudar. Les abraza y quiere esta veterana de dos guerras. ¡Salud y República! 

Tambien se dió lectura al mensaje de Esperanza Martinez, guerrillera de la AGLA y perteneciente a la Junta Directiva de AGE: 

Queridos amigos, compañeros y camaradas, queridos todos:

Una vez mas en éstos momentos y en los de todos los días, nuestro incondicional sentimiento de recuerdo en el acto de cada año y celebración estamos presentes; también en la exigencia de reconocimiento, respeto y dignidad, de los que no se pudieron defender por ser fusilados sin razón; a tantos encarcelados durante largos años después de ser torturados; a los exiliados que para evitar la represión dictatorial fascista, tuvieron que abandonar su País; a los heroicos puntos de apoyo que hicieron posible la supervivencia de la guerrilla y muchos, muchos, pagaron con sus vidas sin merecer la muerte; a todos los guerrilleros y guerrilleras que jamás dudaron en seguir adelante en defensa de la libertad y la República, que después de 73 años de acabada la guerra, sigamos reivindicando la dignidad de nuestros derechos y la reparación de los mismos. Sigue la discriminación, hay victimas superreconocidas de primera clase, las hay sin reconocer, también víctimas del franquismo. Los que nos gobiernan hoy nos siguen recordando a la dictadura de Franco. Con nuestro abrazo a los presentes, os damos uno muy fuerte y nos sentimos representados entre vosotros. 

A continuación intervino un representante de Ahaztuak 1936-1977, asociación de victimas del golpe de estado, de la represión del régimen franquista de Euskal Herria finalizando el acto con la degustación de una magnifica paella para todos los presentes, lo que tuvo lugar en el local que antes habia albergado la escuela y el cuartel de la Guardia Civil en Bejes, hecho que hizo que la paella supiera doblemente mejor por lo que tiene de pequeña “venganza histórica” estar celebrando y honrando la memoria de los guerrilleros en el lugar donde muchos de ellos fueron torturados. 

La música de “Dangiliske” hizo de la sobremesa algo realmente agradable con una sucesión de canciones alegres y combativas que tuvieron su punto final con el canto de “la Internacional” por parte de todos los presentes y el compromiso de estar de nuevo el año que viene en Bejes.

(Agencias / Fotos: Klaus - Ani)


sábado, mayo 19, 2012

BEJES: HOMENAJE 2012 A LA "BRIGADA MACHADO"

El próximo sábado 19 de Mayo, a las 12:30 horas, en el pueblo cántabro de Bejes celebraremos un año más un acto público en memoria y honor de la Brigada "Ceferino Machado", la VI Brigada Guerrillera del Norte, y de todxs lxs combatientes antifranquistas. 

En una placa de marmol, situada a la entrada del pueblo, se han inscrito los nombres de todos los guerrilleros de la "Brigada Machado", a petición popular. Alli se celebra anualmente este acto y alli los organizadores y los representantes de otras asociaciones hermanadas en la defensa de la Memoria Democrática y Antifascista que tambien asisten al acto toman la palabra. A continuación se realiza una comida popular para la que cada persona asistente lleva sus viandas, todo ello en un ambiente de fraternidad y camaraderia y tras ella una sobremesa que si el tiempo acompaña se prolonga hasta entrada la tarde. 

Este año, como en años anteriores, desde Ahaztuak 1936-1977 tomaremos parte en este homenaje aportando nuestro granito de arena con nuestra presencia y este año tambien con la suculenta paella que alli prepararemos.

Para llegar a Bejes hay que coger el desfiladero de La Hermida desde Unquera, pasar Panes y en el pueblo de La Hermida y después coger una desviación a la derecha en la que pone 'Bejes 5 Kms'. Una de las personas organizadoras del acto, Jesús de Cos Borbolla Comandante "Pablo" nos dice: "Espero veros allí a todos los antifascistas motivados por el recuerdo que le debemos a nuestros compañeros". Éste añade: "Como podrá apreciarse, este monumento no tiene nada que ver con los que se erigen con las subvenciones de la Vicepresidencia de Gobierno, 'políticamente correctos' obligadamente". 

Los guerrilleros de AGE (Agrupación Guerra y Exilio) de la que participan Jesús de Cos, "Comandante Pablo", y tambien otro guerrillero que el domingo estará presente, Felipe Matarranz, "Capitán Lobo", no se consideran ni se consideraron nunca 'ni bandidos, ni vencidos', al igual que tampoco lo hicieron los centenares de combatientes, puntos de apoyo y enlaces caidos o detenidos. Y así lo expresan en cualquier ocasión, al igual que lo hacia "Camiseta", uno de los impulsores de la colocación del monolito y del acto anual de memoria. "Camiseta" nos abandonó fisicamente hace algunos meses pero su presencia estará tambien en Bejes este próximo sábado juto a la de tod@s aquell@s luchadores antifascistas a quienes homenajeamos.

El próximo sábado en Bejes lo diremos con ellos. Esperamos que l@s que leais esto deseeis tambien hacerlo con nosotr@s y os acerqueis a participar de este homenaje.

AHAZTUAK 1936-1977

lunes, mayo 14, 2012

"LA MEMORIA". 50 ANIVERSARIO DE LAS HUELGAS MINERAS DE 1962 EN ASTURIAS

El proximo lunes día 14 de Mayo el programa radiofónico "La Memoria" se centrará en un repaso a las huelgas mineras que durante varios meses de 1962 tuvieron lugar en las minas asturianas y que supusieron un fuerte pulso al régimen franquista. Estas huelgas se extenderian a otros sectores productivos y a otras zonas del estado, Euskal Herria entre ellas, obligando al Gobierno a utlizar entre otras cosas un amplio arsenal de medidas represivas: detenciones, palizas, torturas, deportación y declaración del "estado de excepción" en Asturies, BizKaia y Gipuzkoa.

En nuesto programa estarán como invitados Vicente Gutierrez Solis, "Solis", uno de los más activos organizadores y participantes en aquel movimiento huelguistico conocido hasta hoy en Asturias como "La Huelgona", la gran huelga, y con Anita Sirgo, una de las mujeres que dinamizaron el apoyo femenino a la huelga y a la protesta. Ambos, mlitantes comunistas clandestinos, sufririan la represión por esa labor, en el caso de "Solis" detención, palizas, cárcel y deportación y en el de Anita Sirgo la detención, las palizas, las vejaciones y la cárcel.

Tambien rescataremos un audio de Dolores Ibarruri, "La Pasionaria", emitido en aquellos días de 1962 desde "Radio Pirenaica" en apoyo a los mineros asturianos y varias canciones en torno a dicha temática.

Como sabeis podeis disfrutarlo en las ondas de Info7 Irratia el próximo lunes de 18:00 h a 19:00 h. y tambien en la fracuencia de Tas-Tas Irratia.

Que tengais una agradable audición!!

LA MEMORIA

sábado, mayo 12, 2012

RECUERDO A CANO EN EL 35º ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Decenas de personas participaron ayer en el homenaje que Ahaztuak organizó ayer en recuerdo de José Luis Cano, muerto el 13 de mayo de 1977 tras recibir un balazo de la Policía en las movilizaciones que se produjeron en el transcurso de la Semana pro Amnistía. El homenaje se celebró en la calle Calderería de Pamplona, justo en el lugar donde Cano cayó fulminado, y donde ahora la Delegación del Gobierno en Navarra prohíbe que se instale la placa en su recuerdo que durante años estuvo colocada.
(Noticias de Navarra. 12 / 05 / 2012)

viernes, mayo 11, 2012

JOSE LUIS CANO GOGORATZEKO EKITALDIA, HERIOTZAREN 35. URTEURRENEAN / ACTO HOMENAJE A JOSÉ LUIS CANO, EN EL 35 ANIVERSARIO DE SU ASESINATO


NOIZ/ FECHA: 2012ko maiatzaren 11n, ostiralean/ Viernes, 11 de mayo de 2012

ORDUA/ HORA: 19:30etan / a las 19:30

NON/ LUGAR: Caldereria karrikan, esquina con Bajada de Javier

NORK ANTOLATURIK / ORGANIZA: AHAZTUAK 1936-1977 OLVIDAD@S

Ahaztuak ha convocado una concentración para este viernes a las siete de la tarde en la calle Calderería, en el lugar en que José Luis Cano cayó muerto un 13 de mayo de 1977, tras recibir un balazo en la cabeza en una de las tantas movilizaciones que se produjeron en Euskal Herria en el marco de la Semana pro Amnistía.

Cano tenía 28 años cuando fue alcanzado por un disparo en la cabeza hecho por uno de “los grises” que aquel dia realizaron las cargas contra los manifestantes que reclamaban amnistia. Según testigos presenciales y su propio hermano, antes de rematarle de un tiro los policías le golpearon con saña.

Testimonio de testigos en El País (1977)

«Hacia las ocho y cuarto de la noche, se produjo un enfrentamiento entre unos cincuenta manifestantes y varios policías armados que, con rifles lanzapelotas avanzaban por la calle Calderería. Unos cinco metros antes del bar Manuel (ahora Imanol), algunos poIicías se resguardaron entre los coches aparcados y otros tres se metieron en varios portales. La gente que estaba allí reunida les tiró algunos cascotes de obra. En aquel momento al menos dos policías sacaron sus pistolas y dispararon contra los manifestantes. José Luis Cano les tiró una piedra y se metió en el bar. Uno de los Policías que estaba en un portal cuando el fallecido intentó salir del bar, le agarró del cuello y comenzó a golpearle con la porra en la cabeza. En ese momento se acercó un cabo, que había estado disparando desde detrás de un motocarro, con la pistola en la mano y le golpeó de arriba a abajo, sonando un disparo. El chico se cayó redondo con la cabeza dentro del bar y el resto del cuerpo fuera. Entonces el cabo que tenía un bigote negro -versión que también da el Diario de Navarra- golpeó el cadáver y le insultó. El alcalde del concejo de Ansoain, que estaba dentro del bar y había visto los hechos, salió y les preguntó a los policías si pretendían "matarnos a todos". El cabo se dirigió a él y le dio dos bofetadas. Inmediatamente después, desaparecieron».

Un segundo muerto

Aquel 13 de mayo hubo en Iruñea un segundo muerto por la actuación policial, Luis Santamaría Miquelena, de 72 años, que falleció cuando presenciaba desde el balcón de su casa la paliza que la policía daba a un joven en la calle San Nicolás. El anciano murió a consecuencia del infarto que sufrió al sentir un impacto de bala en la pared del balcón.

En aquella jornada trágica, otro joven resultó herido muy grave de un pelotazo en la cabeza, Jesús Burguete Aztozqui, de quince años, que recibió el pelotazo también cuando estaba asomado al balcón, en la calle Estafeta. En el parte médico facilitado por el Hospital Provincial de Navarra, se señalaba que "mejora dentro de la extrema gravedad, a pesar de que sufre estallido craneal con conmoción cerebral".

AHAZTUAK 1936-1977

lunes, mayo 07, 2012

¡NO PASARÁN!




Rund 200 Menschen haben am Sonnabend im Berliner Volkspark Friedrichshain am Ehrenmal für die deutschen Interbrigadisten in Spanien an die Bombardierung der baskischen Stadt Gernika (Guerncia) durch die deutsche Legion Condor vor 75 Jahren erinnert. Zugleich wurde mit der Kundgebung auch der am 25. Februar verstorbene Widerstandskämpfer Fritz Teppich geehrt, der damals in einer baskischen Einheit gekämpft und an der Verteidigung Gernikas gegen die Faschisten beteiligt war. Zu der Aktion hatten deutsche und baskische linke Organisationen aufgerufen.

(Junge Welt. 07.05.2012)

domingo, mayo 06, 2012

BERLIN. SLEVE FRITZ TEPPICH!! SLEVE INTERBRIGADISTEN!!

Ayer sábado 5 de Mayo y aniversario del nacimiento de Karl Marx, en Berlin, junto al Monumento a los Brigadistas Internacionales alemanes (Interbrigadistas) celebramos un acto en memoria y honor de Fritz Teppich, ciudano alemán que combatío contra el fascismo en tierras vascas bajo el nombre de "Alfredo T. Salutregi".
 
El acto, impuslado por Ahaztuak 1936-1977 y apoyado y organizado por difeentes colectivos sociales y politicos de Berlin, entre ellos el DKP (Deutsche Kommunistische Partei / Partido Comunista Alemán) el periódico Junge Welt, la asociación "Huellas de la Memoria" o Euskal Herriaren Lagunak, contó con la presencia de algo más de un centenar de personas, entre ellas numerosos amigos y camaradas de Fritz Teppich, militante antifascista hasta su muerte.

Tras el acto se celebró una charla en un centro cultural próximo en la que tambien participó numeroso publico interesado por la situación de las victimas del franquismo en Euskal Herria y por la lucha que desde nuestra asocación desarrollamos contra el "modelo españo de impunidad".

Fue nuestra forma de homenajear a Fritz Teppich y de lanzar al viento en el lugar de donde salió para ayudar a combatir al fascsmo en tierras vascas reivindicando con ello su memoria y su lucha y la de tantos y tanbtos como él... En ese monumento a los "interbrigadistas" alemanes levantamos el puño colectivo de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista para gritar: ¡¡Sleve Fritz Teppich!! ¡¡Sleve Interbrigadisten!! (¡¡Viva Fritz Teppich!! ¡¡Vivan los Interbrigadistas!!).

AHAZTUAK 1936-1977

sábado, mayo 05, 2012

HOMENAJE EN BERLIN A FRITZ TEPPICH. Será el sábado 5 de Mayo, aniversario del nacimiento de Karl Marx


El próximo día 5 de Mayo, sábado, día en que se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Karl Marx, la asociación de victimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 celebraremos en Berlin, en conjunto con diferentes asociaciones y grupos sociales y políticos de la capital alemana un acto en memoria y homenaje de Fritz Teppich, ciudadano alemán que combatió en Euskal Herria contra el fascismo bajo el nombre de Alfredo T. Salutregi.
Teppich habia nacido en 1918 en una familia judia de carácter progresista y desde joven habia participado en organizaciones de izquierda como el “Movimiento Juvenil de Trabajadores” y “Acción Antifascista”. Meses antes de cumplir los 18 años conoce las noticias del golpe de estado contra el gobierno popular de la II Republica y no duda en cruzar toda Francia para alistarse en las filas antifascistas.

De Hendaia llega a Bilbo a principios de septiembre de 1936 y desde ese momento se suma a las fuerzas que ya se defienden ferozmente ante los ataques de las tropas del general Mola, primero como miembro del batallón "Azaña“, mas tarde del batallón "Tomas Meabe“ de la Juventud Socialista Unificada (JSU) y finalmente con la Brigada Mixta 163, participando en los combates de Donostia y Bilbo.

Durante los tres años que combatió contra el fascismo en suelo vasco Fritz Teppich cambió su nombre por el de Alfredo T. Salutregi y como él mísmo decía fue tan intenso ese periodo de su existencia que hizo que declarará en alguna ocasión que a partir de entonces una parte de él “siempre fué Alfredo T. Salútregi”.

Tras ser ascendido a teniente y tras la caida del territorio vasco en manos fascistas "Alfredo T. Salutregi" y algunos compañeros mas logran llegar a Cataluña, a través de territorio francés, incorporándose despues a la legendaria División 11 de Enrique Lister del emergente Ejercito Popular Republicano, formando parte de la cúpula de la Unidad XXII, que es parte de las fuerzas de Lister.

Tras la derrota final del Gobierno la Republica en marzo del 1939 Teppich logra huir y llegar a Bélgica, pero después de la invasión nazi a Bélgica y Francia en Mayo de 1940 es internado como "extranjero enemigo“ en el campo de Gurs, el conocido como “campo de los vascos”, siendo trasladado despues al campo de Le Vernet, de donde se fuga y tras multiples peripecias cruza a traves de la España franquista hasta el Portugal de Salazar donde es detenido y encarcelado hasta el final de la guerra.

Es entonces, en otoño de 1946, cuando Fritz Teppich vuelve a su Berlín natal y recupera una vida normalizada, aunque siempre inmersa en la militancia politica, no dejando desde entonces y hasta su muerte hace unos días de ser un comunista convencido, un hombre activo y comprometido contra la injusticia en cualquiera de sus multiples caras y un luchador antifascista.

Fritz Teppich fallecía el pasado sábado 25 de Febrero y a la edad de 93 años en Berlín cuando ya estabamos preparando con él su presencia en Euskal Herria, en Gernika, con motivo del 75 aniversario del bombardeo de la villa vasca por parte de la aviación fascista y tambien para que participara en el acto de homenaje que el próximo domingo realizaremos en esta localidad y en el que tendrán un papel central los luchadores internacionalistas que como él vinieron a combatir contra el fascismo en suelo vasco.

Junto con Fritz serań homenajeados tambien el italiano Nino Nanetti -herido de muerte en Zalla en 1937- y el asturiano Felipe Matarranz -miliciano de primera hora que participó en loscombates de Irún y la toma delos cuarteles de Loiola- presentados por nuestra asociación para ser receptores del “Premio Gernika a la Paz y la Solidaridad” de este año como reconocimiento a su entrega a la causa de la Libertad, algo que no ha podido ser, por lo que desde Ahaztuak 1936-1977 hemos optado por realizar ese reconocimiento público en un acto conjunto que celebraremos con la organización internacionalista Askapena. En este homenaje en Gernika estará presente el hijo de Fritz Teppich.

Posteriormente y como continuación en suelo alemán de ese reconocimiento tendrá lugar en Berlín el próximo día 5 de Mayo, sábado, aniversario además del nacimiento de Karl Marx, el acto impulsado por Ahaztuak 1936-1977 que reseñamos a continuación.

5.MAI 2012 / 5 DE MAYO 2012

GERNIKA-GEDENKVERANSTALTUNG UND EHRUNG DES WIDERSTANDSKÄMPFERS FRITZ TEPPICH / ACTO DE RECUERDO DEL BOMBARDEO DE GERNIKA Y HOMENAJE AL LUCHADOR ANTIFASCISTA FRITZ TEPPICH

17.00 Uhr

Ehrung des Widerstandskämpfers Fritz Teppich und der Interbrigadisten durch die erinnerungspolitische Gruppe Ahaztuak 1936-1977 aus dem Baskenland / Acto de homenaje al luchador antifascista Fritz Teppich y los interbrigadistas por el grupo de memoria histórica Ahaztuak 1936-1977 del País Vasco

Ort: Ehrenmal der Interbrigadisten im Volkspark Friedrichshain / Lugar: monumento de los interbrigadistas en el parque popular de Friedrichshain

18.00 Uhr

Infoveranstaltung zur Bombardierung Gernikas, dem Leben und Kampf von Fritz Teppich und der aktuellen Erinnerungspolitik im Baskenland / Lucha actual por la memoria histórica en el país vasco Charla informativa sobre el bombardeo de Gernika y sobre la lucha y la vida de Fritz Teppich

Ort: Haus der Demokratie und Menschenrecht / Lugar: Casa de la democracia y de los derechos humanos, Greifswalder Straße 4
  
AHAZTUAK 1936-1977

viernes, mayo 04, 2012

LOS ESTREMECEDORES TESTIMONIOS DE CÓMO Y QUIENES ASESINARON A VICTO JARA




A casi cuatro meses de conmemorarse 36 años de la muerte del destacado folclorista chileno, el tesón de su viuda Joan Turner y de sus hijas, logró que la investigación judicial llegara al punto que se creía imposible: individualizar al grupo de oficiales y conscriptos que perpetraron el asesinato. Las confesiones de los involucrados, entre ellos un conscripto que participó en forma directa en el crimen, permiten conocer las estremecedoras últimas horas de vida de Víctor Jara y la forma en cómo lo mataron en uno de los camarines del subterráneo del Estadio Chile. También la historia nunca antes contada de cómo se rescató su cuerpo desde la Morgue. Junto al artista, fueron acribilladas otras 15 personas, entre los que se encontraba el ex Director de Prisiones, Litre Quiroga. Los detalles del homicidio fueron recabados en la presente investigación de CIPER.

A casi cuatro meses de conmemorarse 36 años de la muerte del destacado folclorista chileno, el tesón de su viuda Joan Turner y de sus hijas, logró que la investigación judicial llegara al punto que se creía imposible: individualizar al grupo de oficiales y conscriptos que perpetraron el asesinato. Las confesiones de los involucrados, entre ellos un conscripto que participó en forma directa en el crimen, permiten conocer las estremecedoras últimas horas de vida de Víctor Jara: un subteniente jugó a la ruleta rusa con él hasta que le descerrajó un tiro en su cabeza. Después ordenaron acribillarlo en un camarín de un subterráneo del Estadio Chile. También revelamos la historia nunca antes contada de cómo se rescató su cuerpo desde la Morgue. Junto al artista, fueron acribilladas otras 15 personas, entre los que se encontraba el ex Director de Prisiones, Litre Quiroga. Los detalles del homicidio fueron recabados en la presente investigación de CIPER.

El caos, la incertidumbre y el miedo que reinaron en el país durante los primeros días tras el golpe militar de 1973 parecían, hasta ahora, haberse conjugado de manera perfecta para que el asesinato del destacado folclorista Víctor Jara siguiera siendo un enigma judicial, llevando incluso al juez que instruye el proceso, Juan Eduardo Fuentes, a cerrar el caso a mediados del año pasado, con un solo procesado como responsable del crimen: el comandante (r) César Manríquez Bravo, jefe del improvisado campo de prisioneros que se instaló en el Estadio Chile a partir del 12 de septiembre de ese año.

La decisión del magistrado fue cuestionada por los querellantes del caso, quienes incluso obtuvieron el respaldo del entonces subsecretario del Interior Felipe Harboe, para pedir la reapertura de la investigación, llamado al que se sumaron varios parlamentarios de la Concertación. La urgencia por revocar la decisión de Fuentes fue tal que incluso la autoridad gubernamental se sumó al emplazamiento público que hizo la viuda del artista, Joan Turner, para que cualquiera de las cerca de 6.000 personas que pasaron por el recinto deportivo en esa fecha (entre detenidos y uniformados), que pudiera tener antecedentes del asesinato se acercara a entregarlos, incluso, bajo la más estricta reserva.

Nelson Caucoto, abogado de la familia Jara Turner, relata que se recibieron muchas colaboraciones que podían aportar a esclarecer el homicidio, lo cual le permitió presentar un escrito solicitando más de 90 nuevas diligencias al juez. Y Juan Eduardo Fuentes reabrió el caso.

Sin embargo, ninguno de estos datos entregó pistas concretas para llegar a los responsables del crimen, cuyas identidades quedaron bajo el secreto de un grupo reducido de oficiales y conscriptos que estuvieron a cargo de interrogar a los detenidos en los camarines ubicados en los subterráneos del Estadio Chile. Fue la exhaustiva búsqueda de los conscriptos de distintos regimientos que estuvieron después del golpe en el Estadio Chile, la que terminó por dar las pistas de quienes fueron los uniformados que ultimaron con ráfagas de fusil a los cerca de 15 detenidos -entre ellos Víctor Jara- que fueron apartados de los restantes prisioneros al producirse su traslado al Estadio Nacional, entre el 16 y 17 de septiembre de 1973.

Las primeras horas del final

En la madrugada del 11 de septiembre de 1973, personal de varios Regimientos militares ubicados en regiones se trasladaron a Santiago, bajo la excusa de realizar los preparativos de la Parada Militar, para conmemorar el día de las Glorias del Ejército. Así arribaron a Santiago las unidades de La Serena y el Maipo, las que se constituyeron en el Regimiento Tacna. Otros efectivos provenientes de Calama y de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes – comandada por el coronel Manuel Contreras Sepúlveda, quien a los pocos días iniciaría la organización de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA)- lo hicieron en las dependencias de Arsenales de Guerra.

Cerca de las cinco de la mañana de ese día, las tropas apostadas en esta última repartición fueron informadas del golpe de Estado, bajo la arenga del teniente Pedro Barrientos, quien los emplazó a participar en la toma del territorio capitalino bajo la premisa que en esa misión no habían rangos, que todos eran importantes en ese crucial y patriótico acontecimiento. El episodio ha sido relatado en las declaraciones judiciales de varios conscriptos de los regimientos Maipo y Tejas Verdes que llegaron desde la Quinta Región.

Victor JaraTras el bombardeo a La Moneda y la muerte de Salvador Allende, cerca de 600 estudiantes y profesores se amotinaron en la Universidad Técnica del Estado (UTE, actual USACH) para resistir la ocupación militar. Sin llegar a producirse enfrentamientos, ya que casi no tenían armas, fue muy poco el tiempo durante el cual pudieron oponerse a la entrada de los uniformados.

Pasadas las dos de la tarde del 12 de septiembre comenzó el desalojo de los académicos y alumnos. Entre escenas de gran violencia y dramatismo fueron detenidos y trasladados al Estadio Chile. En ese grupo se encontraba Víctor Jara Martínez, profesor de esa casa de estudios. El procedimiento fue dirigido por el entonces capitán Marcelo Moren Brito, quien luego se transformaría en uno de los más temidos agentes operativos de la DINA. Al momento de ingresar al Estadio Chile, convertido en campo de prisioneros, a los detenidos se les quitaban sus especies de valor, se les anotaba su nombre y filiación política.

Antes de ello, durante la tarde del 11 de septiembre, después de encargarse del funeral de Salvador Allende, el comandante César Manríquez fue encomendado por el general Arturo Viveros -jefe del Comando de Apoyo Logístico y Administrativo del Ejército (CAE)- para crear el primer recinto de detención que se debía instalar en el Estadio Chile. A la mañana siguiente, Manríquez se constituyó en el recinto. Poco después comenzaron a llegar los miles de detenidos que arribaban en buses de la locomoción colectiva y camiones del Ejército.

Según las propias declaraciones de Manríquez que, hasta ahora, era el único procesado en el caso, lo ocurrido al interior del recinto deportivo –construido sólo cuatro años antes de los hechos- era un escenario “dantesco” debido a la gran cantidad de prisioneros (5.600, según sus cálculos). El ex uniformado asegura que sólo contó con personal de apoyo del CAE para custodiar el recinto, pero que en los subterráneos del edificio se constituyeron oficiales de Inteligencia de las distintas Fuerzas Armadas, cuyas identidades desconocía, ya que no habrían estado bajo su mando.

Esa es la razón con la que justificó haber montado una escena de terror para amedrentar a los detenidos. Colocó dos ametralladoras punto 50 –usadas en la Segunda Guerra Mundial- en los balcones del edificio, las que eran publicitadas por los parlantes como las “sierras de Hitler, capaz de partir a una persona en dos”. En el segundo piso también se instalaron potentes focos de luz, que permanecían encendidos día y noche, provocando que todos los que permanecieron al interior del Estadio perdieran la noción del tiempo.

Los primeros días de encierro fueron caóticos, ya que incluso se reventaron algunos alcantarillados, generando problemas de insalubridad. Tampoco tenían alimentos ni para los soldados ni menos para los prisioneros. La escasez de comida incluso provocó que los mismos militares saquearan negocios aledaños al recinto. Sólo al cuarto día, el 16 de septiembre, se recibieron algunas raciones para los soldados, según declaró el capitán David González Toro, encargado de abastecimiento del recinto.

Se desconoce la hora a la que ese miércoles 12 de septiembre arribaron los miembros de los servicios de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Lo que sí se sabe es que, tras su llegada, comenzaron a interrogar a los detenidos. Todo se anotaba en una ficha previamente confeccionada, donde se consignaba el nombre, la cédula de identidad, domicilio, filiación política, antecedentes de la detención y observaciones. En la parte inferior del documento, se añadía un pronunciamiento del interrogador en el que debía calificarlo como prisionero bajo las siguientes premisas: ley de control de armas, marxista o comunista y sobre la necesidad o no de someterlo a Consejo de Guerra.

Victor JaraSegún diversos testigos que han declarado en el caso, previo al traslado al Estadio Nacional hubo muchos hechos de violencia en contra de los prisioneros. Se ha determinado que al menos tres personas habrían perdido la vida en las graderías del recinto. Una persona de contextura pequeña y delgada que muchos confundieron con un niño y que en un acto de desesperación se abalanzó sobre un conscripto, quien reaccionó descargando una ráfaga en su abdomen. Según testimonios, el comandante Manríquez felicitó al soldado por su “heroica labor”. Otro prisionero se lanzó del segundo piso gritando ¡Viva Allende!, mientras que un hombre joven fue muerto a golpes de culata en su cabeza por haberse negado a cumplir órdenes de los militares.

A esta cifra se suman otras 15 personas que habrían sido acribilladas junto a Víctor Jara en los subterráneos del Estadio, según la confesión del primer hombre en ser individualizado por la justicia como uno de los autores del asesinato del destacado folclorista.

Los hombres de Tejas Verdes

En sus declaraciones, todos los conscriptos que viajaron desde la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes (dirigida entonces por el coronel Manuel Contreras) a Arsenales de Guerra, en Santiago, coinciden en que las tropas venían bajo el mando del capitán Germán Montero Valenzuela, sumando un contingente de aproximadamente un centenar de soldados y una veintena de oficiales.

El 12 de septiembre, al llegar al Estadio Chile, el contingente quedó a cargo del comandante Mario Manríquez. Entre los oficiales que participaron en esta misión, los conscriptos mencionan a los tenientes Nelson Haase y Rodrigo Rodríguez Fuschloger, y a un subteniente que tendrá un papel decisivo en el asesinato de Víctor Jara.

La primera confesión que obtuvo el juez Fuentes sobre el crimen fue la del ex conscripto José Alfonso Paredes Márquez (55 años). El entonces joven de 18 años llegó a Santiago durante la madrugada del 11 de septiembre de 1973, proveniente de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes, donde desde abril de ese año realizaba su servicio militar.

Durante el día en que la vida de los chilenos se partió en dos, su sección fue enviada, al mando del teniente Pedro Barrientos, a custodiar el camino Padre Hurtado. Paredes dice haber sido una suerte de guardaespaldas del teniente Barrientos.

Al mediodía del 12 de septiembre, el contingente se trasladó, primero a Arsenales de Guerra y luego a la Universidad Técnica (actual USACH). Allí, pasadas las dos de la tarde, procedieron a trasladar a los detenidos al Estadio Chile. El mencionado oficial, junto a Paredes, acompañaron a bordo de un jeep la caravana de buses de la locomoción colectiva que trasladaron a los prisioneros. Una vez la misión cumplida, regresaron a Arsenales de Guerra.

El 16 de septiembre, cerca de las 18:00 horas, el escuadrón de militares llegó hasta el Estadio Chile, donde se presentaron ante un oficial de rango superior cuya identidad desconoce, quien les ordenó vigilar las casetas de transmisión del recinto. Y en el interior del Estadio, los otros conscriptos comentaban que ahí estaban detenidos el Director de Prisiones, Litre Quiroga; el cantautor Víctor Jara y el Director de Investigaciones, Eduardo “Coco” Paredes.

Siempre según la confesión de Paredes, al día siguiente fue enviado al sector del subterráneo. Y permaneció como centinela en la puerta de uno de los camarines destinados a los detenidos. En ese camarín había 5 ó 6 oficiales de otros regimientos, con tenida de combate, cuya identidad desconoce. Los vio escribir en unos papeles los datos que le respondía un detenido al que observó sentado frente a un escritorio. En otro ángulo del camarín, Paredes vio a otros prisioneros mirando hacia la pared.

Victor JaraUnas horas después, llegaron a la habitación el teniente Barrientos y el subteniente que bajo las órdenes de Haase y Rodríguez estaba a cargo de los conscriptos. Traían a un detenido. Fue entonces que dice haber sido llamado, junto al conscripto Francisco Quiroz Quiroz (55 años), y que se les comunicó que el detenido era Víctor Jara. El grupo lo comenzó a insultar por su condición de comunista. Paredes lo miró y lo reconoció. Víctor Jara quedó allí, en ese camarín, custodiado por Quiroz.

Más tarde, recordará el principal testigo, el teniente Barrientos lo mandó nuevamente al subterráneo, al mismo camarín. Pero esta vez Paredes no encontró a nadie: ni interrogadores ni detenidos y tampoco a Víctor Jara. Pasaron las horas hasta que Paredes vio nuevamente llegar a los oficiales interrogadores. La orden fue precisa: traer a los detenidos que figuraban en una lista que uno de los oficiales le entregó a un cabo. Y nuevamente el mismo procedimiento: interrogatorio y las anotaciones en cada una de las fichas.

Y llegó la noche. Paredes se encontraba de centinela en el mismo camarín del subterráneo cuando observó el ingresó de unos quince detenidos. Y entre ellos reconoció a Víctor Jara y también a Litre Quiroga. Ambos fueron lanzados contra la pared. Detrás de los prisioneros, Paredes vio llegar al teniente Nelson Haase y al subteniente que también estaba a cargo de los conscriptos. Y fue testigo del minuto preciso en que el mismo subteniente comenzó a jugar a la ruleta rusa con su revólver apoyado en la sien del cantautor. De allí salió el primer tiro mortal que impactó en su cráneo.

El cuerpo de Víctor Jara cayó al suelo de costado. Paredes observó cómo se convulsionaba. Y escuchó al subteniente ordenarle a él y a los otros conscriptos que descargaran ráfagas de fusiles en el cuerpo del artista. La orden se cumplió. Todo lo que ocurrió fue presenciado por Nelson Haase, quien se encontraba sentado detrás del escritorio de interrogación. Según el protocolo de autopsia, el cuerpo del cantautor tenía aproximadamente 44 impactos de bala en su cuerpo.

Pocos minutos después, el mismo subteniente que le disparó en la cabeza solicitó el retiro del cuerpo. Llegaron unos enfermeros con camilla, lo levantaron y metieron al interior de una bolsa y luego lo cargaron hasta la parte trasera de un vehículo militar estacionado en el patio del recinto, al costado nororiente.

No fue fácil para José Alfonso Paredes Márquez confesar ante el juez lo que vio y protagonizó. Primero fue renuente a reconocer su real participación en los hechos. Y finalmente se quebró, empezó su relato y ya no paró. Este obrero de la construcción que fabrica casas en la zona del litoral central, reveló haber guardado el secreto durante casi 36 años, sin siquiera habérselo contado a su mujer. También hizo una aclaración ante el juez: durante los días posteriores al golpe, y como trabajaban casi 24 horas al día, la oficialidad les entregaba estimulantes para evitar el sueño y el hambre, por lo cual su relato podía no ser exacto en las fechas.

Lo que Paredes y otros conscriptos sí recordaron fue lo que pasó luego que el cuerpo de Víctor Jara desapareció del camarín. Los otros 14 detenidos que venían con el cantautor y director teatral fueron acribillados con fusiles percutados por los propios conscriptos y oficiales presentes. Entre las víctimas cayó asesinado Litre Quiroga. Sus cuerpos también fueron cargados en el mismo vehículo. Poco después y al amparo de la noche, todos ellos fueron abandonados en la vía pública.

El último vía crucis de Víctor Jara

Durante la reconstitución de los hechos, los testigos pudieron recrear el miedo y el caos reinante en el Estadio Chile, clima al que tampoco escapaban. Escenas que enlazadas permiten reconstruir en forma difusa las últimas horas de vida de Víctor Jara y en las que aparecen nuevamente personajes ya conocidos.

Durante sus cuatro días de cautiverio, Jara fue reconocido por un oficial de Ejército que se hacía llamar “El Príncipe”. Otros testigos señalan que ese reconocimiento lo hizo un militar que no coincide con las características del mítico personaje del Estado Chile (ver recuadro), quien fue descrito como de una estura superior a 1.80 metros, rubio, de tez blanca, cara redondeada y de contextura atlética.

Victor JaraEn lo que sí coinciden los testimonios de los prisioneros es en que Víctor Jara fue interrogado al menos dos veces en los camarines del recinto, ubicados en la zona nororiente del subterráneo. Allí fue sometido a diversas torturas, entre ellas la fractura de sus manos a golpes de culata.

Tras la segunda de esas sesiones, Víctor Jara logró acercarse a personas que habían sido detenidas en la UTE, quienes lo limpiaron y trataron de cambiar su aspecto cubriéndolo con una chaqueta azul y cortándole su pelo negro rizado con un cortaúñas. Los últimos detenidos que lo vieron con vida han dicho que estaba muy golpeado, con la cara hinchada y sus manos fracturadas. Muchos coinciden en que durante el traslado al Estadio Nacional, que duró muchas horas, su cuerpo sin vida fue visto en el hall del recinto, junto a otros cadáveres.

Se estima que el cuerpo de Víctor Jara fue encontrado el 17 de septiembre en las afueras del Cementerio Metropolitano, por funcionarios de la Primera Comisaría de Carabineros de Renca, quienes lo trasladaron como N.N. al Instituto Médico Legal.

Un funeral sin flores y en silencio

En los últimos meses de la investigación se han rescatado reveladores testimonios inéditos que ayudan a entender por qué, a diferencia de los otros prisioneros asesinados en el Estadio Chile, el cuerpo de Víctor Jara fue encontrado por su familia y pudo ser enterrado de manera clandestina en el Cementerio General.

Después de guardar silencio durante 35 años, Héctor Herrera Olguín, ex funcionario del Registro Civil y quien actualmente reside en Francia, relató ante el ministro Juan Eduardo Fuentes lo que vivió en esos días. Herrera explicó que el 15 de septiembre de 1973, el oficial designado como director interino del Registro Civil lo envió en comisión de servicio al Instituto Médico Legal (IML), lugar en donde se le ordenó medir, tomar las características físicas y las huellas de los cuerpos apostados en el estacionamiento del recinto.

Herrera calcula que había unos 300 muertos apostados en ese lugar, entre los cuales vio niños y mujeres. Unos veinticinco estaban rapados. Todos eran jóvenes. Le dijeron que correspondían a extranjeros. Durante todo el día Herrera vio llegar camiones del Ejército con más cuerpos. Y cada vez los mismos movimientos: los conscriptos los tiraban al suelo al interior del estacionamiento y luego, con algo más de delicadeza, funcionarios del IML los recogían y los apilaban en distintas partes de ese sector.

La investigación deberá determinar la fecha exacta en que fue asesinado Víctor Jara. Pero lo cierto es que el ex funcionario del Registro Civil recordó ante el juez que el 16 de septiembre, alrededor de las 9.00 horas, una persona a la que identifica como “Kiko”, oriundo de Chiloé, le señaló que entre los cuerpos apilados parecía estar el de Víctor Jara. Y con sigilo lo llevó frente al cuerpo. Al principio Héctor Herrera dudó que se tratara del mismo famoso cantautor. Estaba muy sucio, con tierra en las heridas, el cabello apelmazado entre tierra y sangre. A simple vista se le notaban heridas profundas en ambas manos y en la cara. Y tenía sus ojos abiertos, pero con una mirada tranquila. En una de sus muñecas vio un alambre con un pedazo de cartón donde estaba anotado “Octava Comisaría”.

Para salir de la duda, Héctor Herrera a escondidas anotó su número de ficha, sus características físicas y sus huellas dactilares. Para ello tuvo que abrir sus manos. No fue fácil: las tenía empuñadas, muy rígidas. Lo hizo con la ayuda de “Kiko”, comprometiéndose ambos a no decirle a nadie lo ocurrido. Terminada la misión, dejaron el cuerpo en el mismo lugar.

A primera hora del día siguiente, Herrera se fue directo a la sección dactiloscópica del Registro Civil, en calle General Mackenna. Allí y en la más completa reserva, le pidió a la funcionaria Gelda Leyton, que le buscase la ficha de Víctor Jara. A eso del mediodía, ambos comprobaron que efectivamente habían asesinado a Víctor Jara. Volvió a revisar los registros del cantautor. Y se percató que era casado. Anotó los datos de su esposa, Joan Turner Robert, y su dirección.

Ya había amanecido cuando el 18 de septiembre, en la casa de Víctor Jara, en calle Plazencia, en Las Condes, Joan Turner escuchó que alguien llamaba a su puerta. Salió a mirar desde una ventana del segundo piso. Un hombre al que no conocía le dijo que necesitaba hablar con Joan Turner. Ella bajó y se acercó a la reja de la casa. Herrera recuerda haberla visto muy nerviosa. Se identificó como funcionario del Registro Civil y le relató lo que había vivido.

Poco después ambos partieron de la casa en la renoleta de Joan Turner en dirección al IML. Entraron juntos. Pero no encontraron el cuerpo de Víctor Jara en el lugar donde Herrera recordaba muy bien haberlo dejado la tarde anterior. Se inició la búsqueda. Y llegaron al segundo piso del edificio, sitio a donde habían llevado los cadáveres que estaban para las llamadas “autopsias económicas”. En el lugar Nº 20 estaba el folclorista. El cuerpo fue abrazado por su esposa, quien lloró en silencio tratando de no despertar sospechas. Estaba muy consciente de que no tenía autorización alguna para estar ahí.

El trámite del certificado de defunción lo realizaron en el primer piso. Para poder sacar el cuerpo en día feriado, Herrera invocó su calidad de funcionario del Registro Civil. Al ser consultado en la ventanilla por la causa de muerte y fecha de la misma, requisito indispensable para llenar el documento de defunción, Herrera sólo atino a decir que falleció por herida de bala el 14 de septiembre a las 5:00 horas. Fue el apresurado cálculo que logró hacer en esos pocos minutos al recordar que el cuerpo de Víctor Jara habría llegado al IML antes que él lo descubriera. La hora la sacó de un poema que le vino a la memoria sobre fusilados.

Como el cuerpo debía ser sacado en una urna y la esposa de Víctor no tenía dinero para comprarla, Héctor Herrera se contactó con su amigo Héctor Ibaceta Espinoza, a quien le pidió ayuda. Juntos fueron hasta calle Agustinas, en el centro de Santiago, a buscar el dinero. Pero Ibaceta decidió acompañarlos.
Alrededor del mediodía de ese 18 de septiembre, llegaron con el ataúd al IML. Sólo los dos hombres ingresaron a buscar el cuerpo de Víctor Jara. Su cadáver desnudo fue trasladado en una camilla metálica con su ropa doblada a los pies. Recogieron el cuerpo y lo pusieron dentro de la urna. La ropa fue depositada a sus pies. Lo cubrieron con un poncho nortino que traían y encima la mortaja. Cerraron la urna. El ataúd lo ubicaron en una sala que se utilizaba como velatorio.
 
-Nos prendieron unas cuatro ampolletas e hicimos entrar a Joan para que se quedara a solas con él, para que se despidiera de su marido. Estuvo alrededor de una hora –recordó el ex funcionario del Registro Civil.

Herrera agregó: “Posteriormente, concurrí al Cementerio General, ubicado al frente, para solicitar un carrito para trasladar el cuerpo, ya que era muy caro hacerlo en una carroza. Una señorita me indicó que no se podía hacer eso, pero al ver el nombre del occiso me dijo que para él sí se podía. Volví al IML en compañía de un funcionario del Cementerio. Entre los cuatro colocamos el ataúd en el carro y lo trasladamos al campo santo, enterrando a Víctor Jara en un modesto nicho al final del recinto donde se encuentra hasta hoy. Fue enterrado sin flores y con la sola presencia de nosotros tres”.

Héctor Herrera siguió trabajando en el Registro Civil hasta 1975. Desde 1969 y hasta el día en que se fue se desempeñó en el departamento de Carné de Identidad. Debió abandonar el país como miles de otros chilenos llevando consigo un secreto que Joan Turner también guardó para protegerlo y que hoy le pertenece a todos los chilenos que podrán cantar con nuevas esperanzas “Levántate y mírate las manos. Para crecer, estréchala a tu hermano”.
El oficial al que llamaban “Príncipe”
Casi como mito urbano, la figura de un despiadado oficial de Ejército, de contextura atlética, estatura superior a 1.80 metros, ojos claros y pelo rubio, quien habría vociferado entre los detenidos que no necesitaba micrófono para hablar porque tenía “voz de príncipe”, ha sido adjudicada a por lo menos dos ex militares que habrían estado entre los uniformados que custodiaron el Estadio Chile.

Nelson Haase
Varios de los detenidos han declarado que este fue el uniformado que más se ensañó con Víctor Jara, siendo uno de los primeros que apartó desde el grupo de detenidos de la UTE. Algunos de los testimonios apuntaron al ex agente de la DINA Miguel Krassnof Martchenko como el que actuó en contra del cantautor. Sin embargo, otros lo niegan rotundamente, ya que señalan que es más bajo de estatura (1.70 metros aproximadamente) y que su color de pelo es más oscuro que el militar que se ha tratado de identificar.

Con el correr de los años, surgió otra identidad que podía corresponder a “El Príncipe”, la del ex teniente Edwin Dimter Bianchi, quien fue uno de los militares detenidos por la sublevación del Regimiento Tacna en junio de 1973, movimiento golpista que fue desarticulado, dando origen al llamado “Tanquetazo”. En ese episodio Dimter ingresó con un tanque hasta el Ministerio de Defensa.

Efectivamente, Dimter coincide con las características del Príncipe, pero varios de los testigos que estuvieron detenidos en el Estadio Chile también han descartado que se trate de la misma persona.

Lo importante es que fue el propio Dimter, con su primera declaración judicial de 2006, quien dio luces sobre otros oficiales que también podrían corresponder a la identidad de “El Príncipe”. El ex uniformado, quien fue expulsado del Ejército en 1976 por diversos actos de indisciplina, reconoce haber custodiado a los prisioneros de ese recinto, pero asegura no haber tenido relación con las golpizas y el asesinato de Víctor Jara.

Acto seguido, señala que él no era el único oficial con esas características, y que al menos habían otros dos que podían coincidir con las señas de “El Príncipe”: los entonces tenientes Rodrigo Rodríguez Fuschloger y Nelson Edgardo Haase Mazzei, ambos de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes. Este último oficial (R) fue mencionado en la declaración del primer conscripto confeso de participar en el crimen.

Aunque Haase, al ser interrogado en el caso, negó rotundamente haber estado en el Estadio Chile, declaraciones de otros oficiales presentes en el recinto respaldan la versión de Dimter.

Haase fue uno de los hombres de confianza del ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, y fue jefe del recinto de detención clandestino ubicado en calle Bilbao, conocido como “Cuartel Bilbao”. Diversos testimonios y documentos, entre ellos el entregado por la agente de la DINA Luz Arce, indican que el inmueble –habilitado desde 1976- tenía como fachada un aviso luminoso que decía “Implacate”.

El historial del teniente también lo registra como miembro de la Sociedad Pedro Diet Lobos, pantalla comercial de la DINA para encubrir actividades tanto en Chile como afuera del país. A lo largo de los años, quienes sobrevivieron lo han descrito como arrogante, prepotente y despiadado; de hecho se llegó a decir que se enorgullecía de llevar permanentemente en su automóvil una picota para usarla en los allanamientos.

Las pocas veces que Haase salió de su anonimato en los últimos años fue cuando –junto a otros ex uniformados- manifestó públicamente su total respaldo a la sublevación del general (r) Raúl Iturriaga Newman, quien intentó evadir la primera condena de cárcel efectiva en su contra, por el crimen del militante del MIR Dagoberto San Martín Vergara, según consta en la página del “Movimiento 10 de septiembre”.

Tras retirarse del Ejército, el ex uniformado formó en 1994 una empresa de cajas de madera para vinos de exportación, llamada Envases Haase o Envases Exportables. Desde entonces es proveedor de varias de las empresas del rubro, lo que le ha permitido codearse con ese ambiente. De hecho, el 2007 participó en el Quinto Campeonato de Golf “Copa Viñas de Chile”, en el Club de Golf Los Leones, a beneficio de la Fundación Escúchame. En el website de esta última aparece una foto del equipo de “Envases Exportables”, en la que Nelson Haase figura junto al ex vicecomandante en jefe del Ejército, general (r) Guillermo Garin, el brigadier general (r) Juan Lucar y el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, general (r) Richard Quaas.

La esposa de Haase, María Isabel Blaña Lüttecke, recibió del Ministerio de Agricultura $ 5.595.466 en febrero y abril de este año, en virtud de un “Programa Sistema de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados”, según consta en la información de transparencia activa de esa cartera.