La jornada tuvo inicio a las 11:30 de la mañana en el Parque de la Memoria en Sartaguda, donde algo más de dos centenares de personas se dieron cita para homenajear la memoria histórica y para mantener la llama encendida que ilumine la reivindicación y el recuerdo de los hombres y mujeres asesinados durante el alzamiento fascista del 36 y los oscuros años posteriores.
Tras la intervención de un miembro de Ahaztuak 1936-1977 y otro de Askapena, agradeciendo la presencia de los convocados, el musico salvadoreño Txanba Payes interpretó "Milonga del fusilado", canción emblemática del grupo uruguayo "Los Olimareños", estrofas convertidas en himno en la resistencia a las disctaduras militares sufridas en Latinoamérica. Ante la emoción a flor de piel de los presentes, un sentido aplauso dio lugar a la aportación de un vecino de Sartaguda que micro en mano y lágrimas en los ojos reivindicó la lucha y el recuerdo de tantos y tantas hombres y mujeres de este pueblo a los que el fascismo les arrebató los sueños, condenando al olvido la lucha por la que dieron a vida. Hombres y mujeres de a pie que están en el recuerdo afianzando el presente en la consecución de un futuro digno cargado de memoria, ingrediente fundamental para garantiar que los hiños y niñas de hoy sepan como se forjó el futuro que les espera.
El acto tuvo continuidad a las 13 horas en la plaza de Lodosa, donde ante una 200 personas se profundizó en el homenaje tomando parte los discursos de recuerdo de las asociaciones convocantes (Ahaztuak y Askapena) más un representante del sindicato anarquista CNT.
Máximo protagonismo tomó la figura de una Madre de Plaza de Mayo (de Argentina) llamada Mercedes Colás irisarri, vecina de Lodosa que sufrió las garras del fascismo en ámbos márgenes del Atlántico. Tras nacer en Lodosa y llegar con su padre (sindicalista de la CNT en Lodosa) a Argentina, el golpe de Estado de 1930 realizado por los militares, obligó a su familia buscar cobijo en Lodosa, a donde llegaron en 1930. Con 12 años recien cumplidos, Mercedes fue testigo del alzamiento militar fascista producido en 1936 y tuvo que sufrir en carne propia el fusilamiento de su padre y el consiguiente escarnio sufrido por los familiares de los mismos: le cortaron el pelo, la hicieron desfilar por el centro del pueblo para humillarla colectivamente. Al año siguiente (1937) su madre consiguió exiliarse a Hendaia, desde donde emprendieron nuevamente camino Hacia Argentina, donde creció, trabajó y formó una hermosa familia hasta que nuevamente las garras de fascismo la pusieron en el punto de mira nuevamente. En 1977, su hija fue secuestrada por los grupos parapoliciales de la dictaduraa Agentina y su hija es hoy en día una de las 30.000 desaparecidas por la dictadura militar sanfrienta instaurada en 1976.
Es por esto que su figura ha tomado un protagonismo especial en esta jornada de recuerdo realizada en Sartaguda y Lodosa en el día de hoy. Su testimonio h estado presente por medio de una entrevista realizada hace unas semanas donde ella explica el orgullo que significa ser la madre de una desaparecida y del trabajo en pro de la memoria histórica que realizan las Madres de Plaza de Mayo en Argentina. Un ejemplo cargado de dolor, pero rebosante de esperanza y futuro, en la búsqueda de justicia y reconocimiento.
El acto de la jornada del Dia de la Memoria tuvo continuidad en una nutrida comida popular (180 personas) en el Frontón de Lodosa donde y que culminará con la actuación de los músicos Salvador Amor y Gabriel Ortega que presentarán el último trabajo del dúo artístico que conforman llamado "Rojo Cancionero y banderas rotas". En el mismo aúnan música y poesía llegando a la fibra de todos los presentes, poniendole música y versos al recuerdo de lucha y esperanza de tantas personas anónimas que hoy fueron protagonistas en el acto realizado.
(Servicio de prensa de Askapena)