Este joven de Basauri fue asesinado el 8 de marzo de 1976 por la Guardia Civil, que disparó indiscriminadamente contra los miles de personas indefensas que iban en manifestación para celebrar una asamblea.
Aquel año de 1976 se dio la mayor masacre de trabajadores. El balance terrible de los días 3 y 4 de marzo en Gasteiz, cinco muertos y entre heridos de bala y contusiones fueron alrededor de 85 trabajadores (43 habrían sufrido algún disparo).
El contexto en el que se llegó a estos acontecimientos ya venía marcado desde los primeros días de enero de 1976, ya que se convoca en Gasteiz una huelga general de carácter laboral, pero también por las libertades civiles, políticas, de asociación, etc. que afecta a las empresas más importantes de dicha población, donde los trabajadores se organizan en asambleas de fábricas y otro tipo de organización para enfrentarse contra los despidos y los cierres patronales, etc.
Dándose también los días 16 y 17 de febrero convocatorias de huelga general, pero es el 3 de marzo de ese año cuando la Policía disuelve una concentración asamblearia en la iglesia de San Francisco, en Zaramaga, con el resultado ya sabido de cinco trabajadores asesinados.
La respuesta en Euskal Herria no se hace esperar, el mismo día 3 de marzo 35.000 trabajadores en Bizkaia paran su actividad laboral convocados por todas las asociaciones sindicales y políticas, y a continuación se hace una llamada a huelga general, por los anteriores sucesos, para el 8 de marzo: 150.000 trabajadores paran en tal fecha en Bizkaia, pero en una manifestación celebrada en Basauri ese mismo día, la Guardia Civil utiliza armas de fuego y es asesinado otro joven trabajador: Vicente Antón Ferrero. Ello hizo que durante el día 9 de marzo continuase la huelga general en Basauri.
Los hechos que se narran de aquella época son que en Basauri, a las 11:30 de la mañana en la confluencia de la Avenida José Antonio (hoy Lehendakari Agirre) y Castilla (Gaztelu kalea) se congregó una multitud de 8.000 personas que trataban de celebrar una asamblea en una campa próxima a las escuelas de maestría. La Guardia Civil envió muchas furgonetas y personal a la zona con intención de frenarla y dispersarla. Para ello hicieron uso de metralletas y pistolas que causaron una gran confusión y, una vez despejada la zona, apareció en el suelo el joven trabajador Vicente Antón Ferrero, de 18 años, soltero, natural de San Martín de Tavóra (Zamora) y vecino de Basauri que resulta herido de gravedad al recibir un tiro en la cabeza, que según testigos presenciales fue disparado por un mando de la Guardia Civil a menos de siete metros. Fue trasladado al hospital de Bilbo, donde fue intervenido quirúrgicamente, pero nada se pudo hacer por salvar su vida.
Hay que recordar que ese mismo año Basauri fue un pueblo duramente atacado, reprimido y masacrado por las autoridades posfranquistas y su aparato militar, la Guardia Civil, dándose en esa contextualización un herido de bala, el basauritarra Juantxu Iturbe, en la fuga de Segovia; como, asimismo, en el marco de la huelga general del 13 de septiembre de 1976, por el asesinato de Josu Zabala en Hondarribia, el desarrollo de la huelga general convocada y la manifestación desarrollada en Basauri se salda con tres heridos de bala: Pedro Hoyos Gutiérrez, Luis Arturo Puente y Benito de Pedro, por ráfagas de la Guardia Civil.
Todo esto nunca ha sido investigado, ni se ha buscado la verdad de estos hechos trágicos, ni se ha hecho justicia ni mucho menos se han reparado los daños causados al pueblo de Basauri, a los trabajadores y mucho menos a Vicente Antón Ferrero y a los heridos.
En estos 35 años se le ha homenajeado, ya desde el primer día en el funeral realizado en el campo de Basozelai con una participación de 40.000 hombres y mujeres basauritarras. Se le pone su nombre a una calle durante la primera corporación no franquista por iniciativa de la izquierda abertzale, se hacen homenajes todos los años por parte de los representantes de la comisión de fiestas, Herriko Taldea, como, asimismo, por el movimiento pro amnistía y últimamente también por Ahaztuak y, con fecha 5 de marzo de 2011, por Sare Antifaxista y Txarraska Gazte Asamblada.
Por eso hoy en día se mantienen en la retina y en la memoria los acontecimientos y la figura de este joven trabajador que dio la vida por la solidaridad, por las mejoras de los trabajadores, por las libertades civiles y políticas y por la libertad de Euskal Herria.
Ez adiorik, Vicente Antón Ferrero.
(Gara. 8 / 03 / 2011)