Los trabajos comenzaron en noviembre de 2009 con el trabajo de campo para determinar de la forma mas certera la ubicación exacta de la fosa y de los cuerpos, que se prolongó hasta mayo, "en base a los testimonios aportados por los familiares y otros ya existentes y recogidos por Aranzadi". A estas declaraciones les sumaron alguna nueva y "también una mayor fiabilidad en algunos ya recogidos, al ser contrastados con otros".
El último fin de semana de mayo decidieron comenzar la excavación. "El 12 de junio encontramos los restos del primer cuerpo, apareciendo el cráneo de una de las personas asesinadas", matiza Álvarez. "Ese mismo día paralizamos la excavación y nos dirigimos al Juzgado de Guardia de Vitoria para presentar una denuncia exigiendo la presencia de la autoridad judicial".
"Inhibición del caso"
La respuesta del Juzgado fue que, al día siguiente, el juez titular se pondría en contacto con la entidad. "El domingo 13 pasó sin que eso ocurriera y, el lunes, la familia recibió por un lado la notificación verbal de que el juez se inhibía del caso y de la investigación, por lo que no haría ni acto de presencia en la fosa, y también recibió la notificación de que la Ertzaintza había avisado a Aranzadi para que un equipo de este grupo comenzara inmediatamente la exhumación".
Todo ello, según Ahaztuak, sin tener en cuenta que su asociación ya había puesto en marcha los mecanismos necesarios para ello, incluida la formación de un equipo técnico: "Nos pusimos en contacto con Aranzadi para conocer cuál era el motivo de que esto ocurriese así. Nos contestaron que eso es debido al convenio que ellos tienen firmado con el Gobierno Vasco, por lo que nos comunican que ellos serán los responsables de hacer la exhumación y planifican realizarla para el siguiente fin de semana, 19 de junio".
La entidad recuerda que, entonces, optó por "desactivar el equipo que teníamos compuesto", al incorporar a la exhumación a cinco antropólogas madrileñas que formaban parte de los colaboradores que habían preparado y a vecinos de la zona que habían participado en el peonaje. Ahaztuak confía en que, al menos, esta decisión sirviera para no empañar la alegría de la familia por el hallazgo.
(Noticias de Alava. 12 / 09 / 2010)