La proliferación de ataques fascistas de diferente intensidad en Euskal Herria, especialmente en Nafarroa, en los últimos meses no es casual, sino un fenómeno que se reproduce cada vez que existen opciones de cambio político. Desde esa premisa, sus víctimas han convocado una manifestacion en Iruñea en un día muy simbólico, el 12 de octubre. Pretende ser un toque de atención para las instituciones, pero también para el conjunto de la izquierda.
Han sufrido ataques fascistas de diferente intensidad -desde la masacre de 1936 a los últimos secuestros, destrozos en propiedades o pintadas ultras-. Y coinciden además en su convicción de que no se trata de hechos aislados, sino con un mismo objetivo: frenar el cambio político. Por ello, varias víctimas de este fenómeno anunciaron ayer en Iruñea la convocatoria de una «gran manifestación» para el próximo 12 de octubre, lunes, en la capital navarra. Se iniciará a partir de las 17.30 desde la estación de autobuses.
La pasada semana, un grupo hasta ahora desconocido, autodenominado Falange y Tradición, reivindicó una serie de ataques ya conocidos. Pero a ellos hay que sumarle hechos aún más graves, como los secuestros parapoliciales del ex preso Alain Berastegi o del portavoz de la plataforma Gora Iruñea! Dani Saralegi. Y los convocantes enlazan todo ello con las más de 3.000 muertes impunes producidas en Nafarroa en 1936, con la represión franquista de las cuatro décadas siguientes y con los brotes de guerra sucia de los 70 y los 80. Encuentran un vínculo común: los ataques fascistas crecen en intensidad «en los momentos de mayor trascendencia» en que se advierten opciones de cambio político, como entienden que ocurre ahora.
Por eso, afirmaron que ese cambio pendiente «es la única alternativa» y lo reivindicarán en la marcha.
«Rojos y separatistas»
Los convocantes se presentaron a sí mismos como «los rojos y separatistas» de antaño, y afirmaron que «no podemos permanecer impasibles» ante estas agresiones violentas.
El comunicado base de esta convocatoria incide en que esta escalada se realiza «en defensa del statu quo» y que, por tanto, «la voluntad de cambio no debe enmudecer». «Lo ocurrido en estos meses debe fortalecernos en nuestras convicciones», replicaron.
Estas víctimas, pertenecientes a generaciones muy diferentes, reconocieron su preocupación por el modo en que va evolucionando este fenómeno. Pusieron un ejemplo: «`Diario de Navarra' ha pasado del apoyo explícito al Alzamiento franquista al silencio cómplice ante los secuestros de jóvenes». Pero también observan con alarma que la respuesta ha decrecido; así, citaron que antes la izquierda daba una respuesta unida a los ataques fascistas y que ahora, por contra, se ha pasado «a la necesidad de justificación permanente de la denuncia».
La manifestación se ha convocado con el lema «Atzoko eta gaurko faxismoari stop». Afirman que no será un acto puntual sino parte de una dinámica que se quiere extender, porque «es necesaria una gran movilización».
En Doneztebe se anuncia otra manifestación contra el fascismo el sábado 10, convocada por colectivos de Malerreka o Baztan, donde se han reproducido episodios de este tipo en los últimos meses.
El nexo entre las diferentes etapas de ataques fascistas queda claro en la pluralidad de los convocantes. Entre ellos hay quienes sufrieron el genocidio de 1936 en Nafarroa, como Progreso Mangado, cuyo padre fue fusilado. También quienes, como el baztandarra Sotero Etxandi, han padecido una persecución continua en las últimas décadas. Dani Saralegi y Alain Berastegi han denunciado secuestros parapoliciales con ofertas de colaboración en los últimos meses. Están también el trabajador municipal de Orkoien cuyo coche fue pintado con amenazas, jóvenes que aparecían en la «lista negra» policial y que han sido acosados, taberneros en cuyos locales han aparecido pintadas fascistas...
(Gara. 30 / 09 / 09)
