El pasado sábado día 27 nos reunimos en la tristemente llamada plaza de Conde de Rodezno un grupo de personas, convocadas por diferentes asociaciones que trabajan por la recuperación de la denominada memoria histórica. El objetivo de dicho acto era mostrar nuestro total desacuerdo con la decisión de la Alcaldía de esta ciudad de Pamplona de mantener de una forma perversa dicha denominación, insultando a la inteligencia de la ciudadanía de Iruña y Navarra y a la memoria de las personas que sufrieron el azote de personajes como el que pretendía homenajear esta plaza. Plaza que sigue albergando los restos de dos criminales de guerra, Mola y Sanjurjo, que aún no han sido juzgados internacionalmente.
No está de más volver a recordar que, a pesar de que en Navarra no hubo frente de guerra, son más de 3.400 los asesinados por causas ideológicas y para imponer el terror a toda la sociedad.
Lo que dicen las leyes
La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, en su artículo 15, establece que las Administraciones Públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
La Ley Foral 24/2003, de 4 de abril, de Símbolos de Navarra contiene una disposición transitoria única bajo el epígrafe Retirada de simbología franquista . En su tenor literal dice que: "En el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta Ley Foral, las autoridades en ella referidas procederán a la retirada y sustitución de la simbología propia del régimen franquista".
Esto es lo que dice la ley, y contra la burla a la misma nos concentramos y parodiamos la sustitución de la perversa placa por otra con mensaje de libertad.
¿Al servicio de quién?
La paradoja fue que la Delegada del Gobierno, socialista y responsable de la actuación de la policía nacional que vigilaba el acto, considerase que éramos nosotros los que atentábamos contra el orden público, y no quienes mantienen los símbolos y monumentos franquistas. Delegada que envió a su policía para retener a dos personas, una de ellas la señora que fue empujada por los pechos por un policía cuando otros policías trataban de retener a quien había colocado la placa. Transcurrido bastante tiempo, y sin que mediara ningún otro incidente, fue abordada por la policía cuando apenas quedaba gente en el lugar, para ser acusada de agresión a las fuerzas del orden.
Debería considerar la Delegada, socialista, si la actitud provocadora y machista de este policía corresponde al proceder de sus subordinados, aun cuando la gente concentrada mostrase su malestar con más corrección que los modales exhibidos por los uniformados.
Así es la realidad en esta nuestra ciudad de la cultura al revés .
Un acto colectivo
Queremos dejar claro que la concentración pretendía ser, y fue, una protesta pacífica y festiva. Una persona, en nombre todas y todos los presentes, cambió el nombre a la plaza para pasar a denominarla Plaza de la Fuga del Fuerte, en recuerdo a los presos de San Cristóbal y sus familiares, y si bien fue una la persona, seremos muchos y muchas los que nos autoinculparemos con ella para dejar claro que es una acto colectivo, en el que no tenemos nada que esconder. Al mismo tiempo, animamos a quienes quieran ayudar a sufragar las multas que se nos han impuesto (multas que por supuesto recurriremos) y nuevas campañas para eliminar los símbolos franquistas de nuestra ciudad que lo pueden hacer en la cuenta corriente: 3035 0111 67 1111079857. Seguimos, por lo tanto, con la intención de seguir denunciando esta situación vergonzante para toda las navarras y navarros hasta que la Avenida de la Libertad quede abierta desde la Plaza del Castillo hasta el mirador del barrio de Lezkairu.
(Noticias de Navarra. 9 / 07 / 09)