jueves, julio 02, 2009

LA APARICIÓN DE DOS PROYECTILES CONFIRMA QUE LOS RESTOS DEL URUMEA PERTENECEN A LA GUERRA

La aparición de dos proyectiles de la Guerra Civil confirmó ayer que los restos humanos encontrados en la ribera del Urumea, junto a las obras del sexto puente en Donostia, pertenecen a víctimas de aquella etapa. Según ha podido saber este periódico, es seguro que eran republicanos y probable que fueran donostiarras asesinados en octubre de 1936. En concreto, algunas pruebas llevan a pensar en la posibilidad de que al menos uno de ellos fuera empleado del Ayuntamiento donostiarra. Porque, además de las dos balas, entre los restos se han encontrado también los botones de un chaquetón con las iniciales S.S., habituales en la indumentaria de los trabajadores municipales de la época.

Tras día y medio de trabajos, los médicos forenses y el equipo de Aranzadi encargado de la investigación concluyeron hacia las 14.00 horas de ayer las labores de exhumación, por lo que desde primera hora de la tarde la normalidad en la construcción de la citada infraestructura volvió a ser total. A partir de ahora sólo resta proseguir con el análisis para intentar identificar a las víctimas.

Lo único seguro en este momento es que, además de ser republicanos (se sabe que todos los franquistas fusilados allí fueron trasladados después a Polloe), los tres fallecidos fueron asesinados de un modo excepcional. No en vano, el lugar de su muerte es también excepcional.

Según recuerda el historiador guipuzcoano Iñaki Egaña, la mayor parte de los 400 donostiarras ejecutados por los franquistas fue disparada en Hernani, Oiartzun y el campo de tiro de Bidebieta. Hubo otros sitios, como éste u otras zonas de Aiete, Egia o Galarreta, pero de manera muy puntual.

'Modus operandi' distinto
Además, de acuerdo con la información obtenida por este periódico, incluso el modus operandi de las detenciones y fusilamientos de estas tres personas podría haber sido también distinto del resto. Así, si bien lo habitual era que los republicanos fueran llevados a Ondarreta y más tarde al paredón, en este caso podría tratarse de presos encerrados en un centro o prisión irregular que la Falange tenía en el Boulevard y fusilados, tal vez, sin conocimiento de la propia autoridad militar. Eso sí, se trata sólo de una hipótesis.

Lo que sí parece probable es que al menos una de esas tres personas fuera empleada del Ayuntamiento, algo que no resultaría sorprendente teniendo en cuenta que varios empleados municipales fueron detenidos y en algunos casos ejecutados por los franquistas (Aranzadi ya localizó en Oiartzun restos de empleados de la fábrica del gas). El posterior análisis en los laboratorios será, en cualquier caso, el que intente determinar la identidad de estas personas, aún desconocida.

Cabe recordar que éstas son las primeras tres víctimas de la Guerra Civil exhumadas en Donostia. Hasta la fecha Aranzadi ha desenterrado ocho fosas de ese periodo en Gipuzkoa, pero ninguna en la capital. En Donostia sí se habían realizado algunas investigaciones, pero sin que se hubiera encontrado nada. Hasta ahora.

(Noticias de Gipuzkoa. 2 / 07 / 09)