Definida como “la guerrilla antifranquista”, que luchó desde 1939 hasta 1965, esta organización será, probablemente, la más desconocida entre los que lucharon contra la opresión de Franco. En 1939 las tropas franquistas declararon que “una vez cautivo y desarmado el Ejército Rojo, ha terminado la guerra”, y tal y como pretendieron entonces, hasta nuestros días también ha sido ocultada y silenciada la posterior resistencia al régimen impuesto mediante una encarnizada guerra. El título escogido para las jornadas, “Ni cautivos, ni desarmados” responde precisamente a aquella declaración, y pretende hacer frente a ese silenciamiento que tiene un doble objetivo, según han explicado hoy desde Ahaztuak. Por un lado, se trata de olvidar -o hacer olvidar- aquella realidad, y por otro, de evitar el castigo o el asumir responsabilidades sobre las actuaciones llevadas a cabo por el régimen franquista. Han pasado 70 años del nacimiento de aquella resistencia, y la asociación ha aprovechado este aniversario para darlo a conocer y dedicarle el merecido reconocimiento.
En palabras de los representantes de la asociación, “Ni cautivos, ni desarmados” también responde a un sentimiento actual: “Nosotros tampoco estamos cautivos. Como descendientes de aquellos luchadores, estamos orgullosos y asumimos como propia su lucha. Tampoco estamos desarmados, ya que contamos con la palabra y los argumentos necesarios para defender una sociedad que garantice todas las ideas y todos los planteamientos”. Han señalado que “la época franquista no es tan lejana, y desde luego, no está superada. Han intentado ocultar y transformar aquella realidad, y las generaciones actuales no la conocen”. Por tanto, han subrayado la necesidad de “hacer frente a esta situación, mediante la documentación, y también de la mano de los testigos directos de aquella época. Tenemos mucho que decir, y también tenemos mucho que recuperar de la lucha antifranquista”. En ese sentido han situado las jornadas que han organizado, “como el primer el paso que dé comienzo a ese camino”.
Sin duda, será una buena oportunidad para ello. Este jueves tendrá lugar una mesa redonda en la Escuela de Idiomas de Iruñea -en el salón de actos de la calle Calderería- con los invitados Andrés Sorel (autor de “La guerrilla antifranquista”), Manuel Martorell (Autor de “Jesús Monzón”) y el portavoz de Ahaztuak, Martxelo Alvarez. La cita será a las 19.30, y al día siguiente, 12 de junio, a la misma hora y en el mismo sitio, Mikel Rodríguez impartirá una charla como autor del libro “Maquis. La guerrilla vasca”. La charla será acompañada de la proyección del documental “Maquis en Navarra”, de la mano de la asociación Nabarralde. El acto central de las jornadas se celebrará el sábado, 13 de junio, con el homenaje que recibirán los guerrilleros Felipe Matarranz y Jesús de Cos en representación de todos los maquis que lucharon contra el régimen de Franco. Este homenaje se celebrará en la localidad navarra de Nabaskotze (Navascués en castellano), y contará con la actuación del cantautor Fermin Balentzia, entre otros. El acto promete una gran carga emotiva, así como un peso especial como acto respectivo a la historia.
Episodios ocultos y personajes conocidos de la misma época
La elección de Nabaskotze como escenario de tan importante homenaje ha sido explicado por Ahaztuak en la presentación de hoy, y es que responde a un episodio de gran relevancia en la historia, tal y como han dado a conocer: En octubre de 1944, la guerrilla de los maquis se enfrentó de forma abierta con las tropas franquistas, en un encuentro en la que se hizo uso de armamento pesado. El enfrentamiento tuvo lugar en la zona donde se ubica la llamada “borda de Faustino”, situado cerca de la Cañada Real que atraviesa el Puerto de las Coronas que une Nabaskotze con Burgi y el valle de Erronkari. Un testigo de la época que en la actualidad ya no vive aseguraba que en la zona habría, al menos, dos guerrilleros enterrados, y que los heridos fueron llevados a Nabaskotze, donde fueron “rematados”.
Estas personas, así como la lucha que llevaron a cabo, no son, ni mucho menos, conocidas. En cambio, otros personajes de la misma época sí que son sonadas entre la población actual, entre otros, porque cuentan con calles y plazas con sus nombres. Es el caso del Conde Rodezno, que, a pesar de que su postura franquista no es noticia -prueba de ello es la reivindicación de un sector de la población de la retirada de su nombre de la plaza situada ante el Monumento a los Caídos-, su pertenencia al llamado “Maquis blanco”, formado junto con el general Yagüe y otro personaje conocido como Lizarza, ofrece un nuevo dato sobre su identidad. Desde Ahaztuak han señalado que el “Maquis blanco” se dedicó a atentar contra los pueblos queriendo hacer ver que se trataba del auténtico maquis, y asimismo intentaban sonsacar la identidad y el paradero de los guerrilleros.
(Nafarroan.com. 9 / 06 / 09)