Varias decenas de personas se congregaron ayer en el muro trasero del cementerio de Santa Isabel, en Vitoria, para homenajear a las víctimas del franquismo. El lugar no fue escogido al alzar: se trata de uno de los tristes emplazamientos donde perdieron la vida militantes republicanos, comunistas, libertarios, socialistas o abertzales. Para condenar estos "asesinatos", la asociación Ahaztuak 1936-1977 convocó un acto donde pidió a la sociedad en general que tome conciencia de unos actos de lo que no ha pasado tanto tiempo.
Para la entidad, se trata de una de las fechas clave del año. El 27 de septiembre de 1975 fue cuando tuvieron lugar "los últimos asesinatos legalmente ordenados por la Dictadura", explicó la asociación a través de un comunicado. Es la tercera ocasión que Ahaztuak repite estos homenajes a personas fusiladas, desaparecidas o torturadas, un acto que se desarrolló de forma paralela en diferentes puntos de la CAV y Navarra: el cementerio de Zarautz, el de Derio, la plaza del Ayuntamiento de Pamplona...
En el caso de Vitoria, la concentración tuvo lugar en el cementerio de Santa Isabel, donde fueron fusilados el poeta y comandante de Eusko Gudarostea Estepan Urkiaga Lauaxeta ; el fundador de la Unión Republicana, Alfredo Espinosa; el militante de ANV-Eusko Abertzale Ekintza, José Placer; o los mendigoizales Esteban Elgezabal, José Kortabarria y Primitivo Estavillo.
En total, más de 350 alaveses corrieron la misma suerte. Unas cifras que en todo Euskal Herria superan las 6.000 personas. Para Ahaztuak, se trata de un auténtico "genocidio intelectual" que, sin embargo, parece haberse "silenciado" de forma intencionada. La entidad, por ello, confió en que se cree "una conciencia real de qué supuso la represión franquista", para que estos hechos no queden "ni impunes ni en el olvido".
(Noticias de Alava. 28 / 09/ 08)