Han pasado más de 60 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial pero las heridas de los familiares de las víctimas continúan abiertas. Las cifras del régimen resultan escalofriantes y las prácticas llevadas a cabo bajo las órdenes de Hitler siguen sorprendiendo. Los campos de concentración construidos por el Tercer Reich fueron la condena de millones de personas que murieron gaseadas, fusiladas o extenuadas por el trabajo forzado.
Una vez finalizada la contienda y tras el juicio de Nüremberg de 1946, las responsabilidades principales quedaron solventadas. Pero cuatro hombres, Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias Kumpf e Iwan Demjanjuk, pertenecientes al temido Batallón de la calavera o grupo Totenkopf-Sturmbann de las SS, escaparon a Estados Unidos, mintieron sobre su identidad y consiguieron la nacionalidad estadounidense. Así, lograron llevar una vida completamente normal y dejaron atrás su macabra labor en los terribles campos de concentración construidos por el régimen nacionalsocialista.
Pero las víctimas no olvidan y el pasado mes de junio, supervivientes y familiares de asesinados en los campos de concentración nazis, presentaron una querella criminal ante la Audiencia Nacional por delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Ahora, la Fiscalía ha hecho público un informe a favor de la competencia y admisión a trámite en el caso de las víctimas españolas que murieron en los campos de concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenbürg.
Ahaztuak 1936-1977
"Queremos impulsar la iniciativa"
"Queremos impulsar la iniciativa"
La asociación vasca Ahaztuak 1936-1977 de apoyo a las víctimas de la represión y del régimen franquista, apoya e impulsa esta iniciativa desde Euskadi y Navarra. Martxelo Alvarez, portavoz de la asociación, asegura que se trata de una cuestión "irrenunciable" para ellos "habida cuenta de los casi dos centenares de ciudadanos vascos y navarros que pasaron por dichos campos de concentración".
En aquellos años, centenares de republicanos españoles, muchos de ellos vascos, escaparon a Francia ante la victoria del régimen franquista. Uno de ellos fue Angel Lekuona, nacido en Busturia y que escapó a Francia tras la victoria de Franco. En el año 1941, Lekuona fue apresado y enviado a un fuerte de Burdeos; un año después, fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald y, finalmente, lo enviaron a Flossenbürg. El 10 de abril de 1945, dos semanas antes de que el campo fuese liberado por las tropas aliadas, Angel Lekuona fue fusilado junto a otros compañeros.
La historia de Angel puede ser similar a la de muchos otros vascos que murieron en los campos de exterminio de la Alemania nazi. Se estima que alrededor de 200 vascos fueron asesinados durante la época. Anton Gandarias, sobrino de Angel Lekuona, ha investigado la historia de su tío desde hace ya unos años. "Empecé como si nada, y he acabado sabiendo muchas cosas. Mi tío pasó sus últimos días rodeado de compañeros vascos".
El analfabetismo rampante en el Estado durante los años de la Segunda Guerra Mundial y, principalmente, del régimen franquista, hizo que no quedara constancia de las cartas que presumiblemente Angel Lekuona mandó a los suyos antes de ser apresado. "Sus padres no sabían leer ni escribir así que tiraron las cartas. Lo que sí conservamos es una carta de un compañero que estuvo con mi tío apresado. Se llamaba Gregorio Uranga y era de Rentería", comenta Anton. "Intenté contactar con él, pero una sobrina suya me dijo que había muerto", se lamenta.
Atrocidades como las cometidas en Alemania durante la guerra despiertan el deseo de saber más sobre las personas que vivieron esa trágica época. Mauthausen es, probablemente, el campo de concentración más conocido, pero existieron muchos más. "Mientras indagaba, conocí a una historiadora mallorquina que investigaba, a su vez, sobre los mallorquines que estuvieron en campos de concentración alemanes", comenta Anton. En cada uno de ellos murieron personas de las peores maneras que puedan imaginarse y detrás de cada muerte se esconde una historia. Muchos son los familiares que, movidos por la curiosidad o el dolor, deciden continuar sus averiguaciones sobre la tragedia y acaban recopilando importante información, como fue el caso de Anton. "La historiadora me envió documentos de cuando mi tío permaneció preso. Como el convoy en el que viajó, el carné de preso y más documentos".
Demanda de extradición
Primer juicio contra nazis desde Nüremberg
Primer juicio contra nazis desde Nüremberg
Precisamente, la querella criminal presentada bajo la dirección del Equipo Nizkor, un organismo internacional de derechos humanos, señala directamente a cuatro ex-oficiales de las SS que escaparon tras la contienda y a los que se desea extraditar para poder enjuiciarlos. En caso de que la querella prosperase, supondría el primer juicio contra miembros del Partido Nazi por crímenes contra la humanidad y genocidio desde los celebrados en Nüremberg en 1946.
La asociación vasca Ahaztuak no ha dudado en apoyar e impulsar dicha iniciativa. Su portavoz, Martxelo Alvarez, hace un llamamiento "a las instituciones vascas y fundamentalmente a los consistorios de los pueblos de donde eran originarias las personas exterminadas para respaldar la iniciativa". El primer ayuntamiento en sumarse ha sido el de Busturia, de donde era natural Angel Lekuona.
El Consistorio pretende ayudar en la iniciativa "en todo lo que sea posible porque se trata de una cuestión de solidaridad y de justicia", aseguran desde el concejo. Ahaztuak pretende llevar a cabo "una dinámica de trabajo que incluirá la relación continua con las personas que estuvieron en esos campos de la muerte y que aún sobreviven, así como sus familiares", asegura Martxelo Alvarez.
Anton Gandarias se suma a este llamamiento y anima a los familiares de los asesinados en esos campos de concentración nazis para apoyar esta iniciativa. Además, no duda en resaltar "la importancia que para la memoria de estas víctimas tienen iniciativas como ésta".
Después de tanto tiempo, las personas que vivieron o protagonizaron la barbarie del nazismo son octogenarias, como los cuatro ex-miembros de las SS a los que se pide extraditar. Según relata Anton, parece que la venganza no es lo que motiva para presentar esta querella. "No se trata de eso, estos hombres son muy mayores y no quieres vengarte. Se trata más de una cuestión de que se sepa que estos crímenes no prescriben, que no tienen fecha de caducidad".
La vida de muchos vascos terminó de forma dramática en los campos de concentración nazis. A pesar de todo el tiempo transcurrido, la necesidad de justicia y de que sus historias no caigan en el olvido, es lo que motiva a los familiares de las víctimas. "Cuando viajé a Alemania, me contagié del sentimiento de los alemanes de que tienen que enseñar todo lo que pasó para que no vuelva a ocurrir. Yo creo que ésa es la clave", sentencia Anton.
("Noticias de Gipuzkoa" y "Noticias de Alava". 13 / 09 / 08)