"El 18 de Julio de 1936 fuimos a trabajar, como de costumbre... Nos enteramos del comunicado del Gobernador Civil recomendando calma y anunciando que la situación estaba controlada tanto en Alava como en el resto del Estado.
Hacia las 19 horas fui a nadar al Zadorra tranquilamente. Pero allí otro joven, mi amigo Luis Rivero (*), muy consciente nos arengó a todos -un montón de nadadores-. Explicó lo que significaba el fascismo para los obreros, para todo el pueblo. Nos dio a conocer la conspiración derechista, la sublevación militar que existía y que teníamos que hacer frente y luchar ccon las armas contra lo que se nos venía encima. El 'fascismo criminal' anunció. Ya no podíamos estar tranquilos.
Acordamos ir todos a La Florida, después de cenar, frente al Gobierno Civil que era decisión de los partidos del Frente Popular de Vitoria-Gasteiz: PSOE, Izquierda Republicana, Unión Republicana, EAE-ANV, Partido Radical Socialista, PCE y JSU. En el mencionado lugar nos reunimos unos cientos, todos animados por el mismo sentimiento de horror y oposición al fascismo. Los gritos eran unanimes:
¡Armas, armas!, ¡queremos luchar, cerrar el paso al fascio, defender la República!
Los concurrentes pertenecían a partidos del Frente Popular o a la CNT. A la petición de armas el gobernador (Navarro Vives) respondió que no podía hacerlo, les rogó que tuvieran calma que se fueran a casa. La gente no se quiso marchar, a las dos de la mañana el Gobernador volvió a salir al balcón y aseguró tener fuerzas suficientes para asegurar el orden. A las seis de la mañana el comité provincial del Frente Popular decidió hacerse cargo del Gobierno civil ante la falta de claridad de la situación. Ya era tarde, Navarro Vives había declinado su mando ante la Junta Militar de Vitoria, ya sublevada y en manos del golpista Camilo Alonso Vega. Sobre las siete horas y treinta minutos del día 19 se proclamaba el estado de guerra. Así acabó la República en Vitoria." Y empezó el terror.
(*) Luis Rivero es uno de los 125 militantes frentepopulistas asesinados en Gasteiz.
"HOY NO VAMOS A PEDIR ARMAS, PERO EXIGIREMOS JUSTICIA"
"La Memoria de los Tumbaos" reune a un centenar de personas en Gasteiz, en el mismo lugar donde militantes del Frente Popular se congregaron 72 años antes para exigir armas al gobernador.
72 años después de aquel golpe de Estado contra la República, Ahaztuak 1936-1977 convocó un acto de recuerdo, homenaje y denuncia de la represión franquista en el mismo Parque de La Florida donde se reunieron aquellos antifascistas.
Una fecha siginificativa, 17 de Julio de 2008, coincidiendo con el trágico aniversario en la Casa de la Cultura de Vitoria-Gasteiz un centenar de personas asisitió a la charla-coloquio "Represión franquista: La Memoria de los tumbaos".
Este acto sirvió para presentar en la capital alavesa el trabajo "Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936", con la participación de su autor Jesus Vicente Aguirre, que hizo un repaso de la represión salvaje sufrida en la provincia de Logroño, donde fueron asesinadas 2000 personas entre julio y diciembre de 1936, en un contexto de retaguardia absoluto.
Las similitudes entre la represión sufrida en amplias zonas de Alava y La Rioja, sirvió para ampliar la reflexión sobre la verdadera dimensión del genocidio político que puso en marcha la estrategia franquista en 1936, cuyas consecuencias siguen siendo constatables a fecha de hoy. El título de la obra, "Aqui nunca pasó nada", es la frase que resume la imposición del silencio, la obligación de callar ante los verdugos y la negación absoluta de la barbarie franquista, silencio y olvido ante los que se revela el movimiento popular por la recuperación de la memoria histórica, "no es venganza, es Justicia"- explicó el autor de esta impresionante recopilación de pruebas sobre una masacre silenciada.
Muchos familiares de asesinados por el franquismo acudieron a la cita, que sirvió para reivindicar una vez más los valores de todos aquellos que murieron por defender los valores republicanos y antifascistas. Parafraseando al título del trabajo que se presentaba se criticó duramente la impunidad para los criminales ya que como dijo el miembro del colectivo Ahaztuak que presentaba el acto "A ellos nunca les pasó nada".
Durante más de dos horas en las que tomaron la palabra numerosos asistentes, se volvió a insistir en la necesidad de socializar la represión franquista y las consecuencias actuales de la larga noche de la dictadura. Y es que, todos coincidían en que la realidad actual no es ajena a 40 años de dictadura y a otros 32 años de transición. Por eso en Gasteiz, 72 años después, la jornada se cerró con una reflexión conjunta frente a las mismas paredes en las que entonces se reunieron los que estaban dispuestos a luchar contra el fascismo:
"Hoy no vamos a pedir armas, pero exigiremos Justicia".
(Servicio de prensa de Ahaztuak 1936-1977)