«Consideramos una ofensa el planteamiento del PSN de poner punto y final a este largo camino de reconocimiento de la memoria histórica, del que parecen hacerse eco otras formaciones de Nafarroa. Nos parece que existen intereses y mucha prisa por pasar página de libros que permanecen cerrados; por cerrar heridas que los responsables niegan haber abierto; prisa por reconciliarnos con quien es incapaz de pedir perdón; demasiada prisa por superar sacas, cunetas, asesinatos, cárceles, campos de concentración y de trabajo, en definitiva, años de dictadura». Así lo manifestaron ayer en Iruñea Gabriel Martínez, concejal de ANV en Sartaguda, y Carlos Otxoa, ex-concejal de EH en Iruñea. Acompañados de Progreso Mangado, presidente de la Asociación "Pueblo de las Viudas", y Maite Mangado, ofrecieron una rueda de prensa para valorar, en nombre de la izquierda abertzale, la reciente inauguración del Parque de la Memoria.
A su juicio, este parque aporta «muchos elementos positivos», como «expresar el respeto que se les debe a los familiares de los asesinados, dar a conocer la represión de aquella época o recuperar la dignidad de aquellos luchadores por la libertad». No obstante, y dejando claro su «reconocimiento al trabajo realizado», expusieron «algunas sombras» en torno a esta inauguración. En primer lugar, recordaron que Franco murió en 1975 y que en 1986, al cumplirse 50 años del golpe de Estado franquista, el PSOE «boicoteó» cualquier intento de recuperación de la memoria de los fusilados. «¿Es digno de aplauso -se preguntaron- lo que las instituciones han hecho durante estos años, tal y como se dijo en la inauguración? Tuvimos que escuchar demasiados agradecimientos a instituciones que no han hecho nada, sólo poner dificultades y lavarse la cara con dinero fácil del erario público».
Censura a diversos sectores
También denunciaron la «censura» que se ejerció el día 10 hacia determinados sectores, en concreto a la izquierda abertzale de Sartaguda y a personas que «tanto individual como colectivamente han trabajado desde 1978 por la recuperación de la memoria», y pusieron como ejemplo a AFAN y Altaffyalla. «Es evidente la carga emocional que posee el desarrollo de una dinámica de estas características, como se pudo percibir en Sartaguda. Pero, del mismo modo, creemos que existe un interés por vaciar de contenido los asesinatos y ubicar la reivindicación de la memoria histórica sobre parámetros exclusivamente sentimentales. A nuestro enteder, es imposible desligar el hecho tremendo de miles de asesinatos, de los ideales políticos de cada una de aquellas personas», añadieron.
Tras recordar que los responsables de aquellas matanzas «siguen impunes», constataron que «nunca se ha revisado la herencia política del franquismo» y que ahora «vivimos un estado de excepción camuflado».
(Gara. 18 / 05 / 08)