El cementerio de Nuarbe en el que se encuentra enterrado el cuerpo de Ángel Otaegi fue el escenario en el que se celebró ayer, a mediodía, un acto de homenaje a los últimos fusilados del franquismo. Otaegi fue ejecutado junto al también militante de ETA Jon Paredes Manot, Txiki, y los miembros del FRAP José Luis Sánchez Bravo, José Humberto Francisco Baena y Alonso Ramón García Sanz, el 27 de setiembre de 1975. Todos ellos fueron recordados, ya que como destacaron los oradores, nacieron durante la dictadura franquista y murieron en la «lucha por la libertad».
Entre las decenas de personas que participaron en el homenaje se encontraban los familiares de Txiki y Otaegi, así como amigos y ex-presos políticos. El diputado de ERC en el Congreso español Joan Tardá también tenía previsto acudir al acto, aunque finalmente no pudo asistir al estar enfermo. A pesar de ello, varias personas llegadas desde Catalunya estuvieron presentes y trasladaron el mensaje y abrazo de Tardá, al tiempo que señalaron que Euskal Herria y Catalunya son «dos pueblos distintos, pero hermanos con una causa común».
El alcalde de Azpeitia, Iñaki Errazkin, de ANV, y varios ediles también acudieron al cementerio y explicaron su apoyo a la iniciativa por la necesidad de recuperar la memoria histórica y que las nuevas generaciones conozcan lo sucedido. también acudieron al acto quien fuera el abogado de Txiki y Otaegi, Miguel Castells, y el periodista Xabier Sánchez Erauskin que ha escrito un libro sobre ellos.
«Modelos a seguir»
El homenaje comenzó con un aurresku de honor en la entrada del camposanto, y después todos los congregados se acercaron hasta la sepultura de Otaegi, donde colocaron una ikurriña y un ramo de flores.
Tras recordar los nombres de los cinco últimos fusilados por el franquismo, destacaron que Txiki y Otaegi son «modelos a seguir», ya que «el compromiso y la militancia con este pueblo» les llevó a «dar su vida». Por eso, mostraron su compromiso de no olvidar sus figuras y recordar su lucha con la esperanza de «poder celebrar juntos un día la libertad».
Jon Maia también hizo alusión a un futuro en libertad en el bertso que cantó y que finalizaba de la siguiente manera: «zuen bide beretik nahi genuke segi. Zuen heriotz hori, ez bada gehiegi, biharko askatasunen urrats izan bedi».
El homenaje concluyó tras entonar todos los presentes el «Eusko Gudariak». Sin embargo, los actos de recuerdo continuaron por la tarde con la proyección del documental «Haizea eta Sustraiak» elaborado por el colectivo del mismo nombre en el salón Betharram.
En esta obra, que fue presentada en setiembre del año pasado, se hace una reflexión tanto sobre la memoria histórica como sobre la cuestión de la inmigración a través de un repaso a la vida de Txiki, extremeño de origen, y cuenta con numerosos testimonios de personas que vivieron de primera mano estos fusilamientos.
Asimismo, estaba previsto realizar una charla con la participación de la histórica militante de la izquierda abertzale Arantxa Arruti, que fue condenada durante el proceso de Burgos, y la militante de Izquierda Castellana Doris Benegas.
(Gara. 16 / 03 / 08)