Por si alguien tenía dudas sobre la natural identificación del PP con el franquismo, aquí va otra prueba: Francisco Franco Bahamonde, golpista el 18 de Julio de 1936 y Generalisimo de una dictadura atroz de cuarenta años, continuará ostentando el título de Alcalde de Honor "a perpetuidad" de la ciudad de Salamanca, titulo otorgado por el ayuntamiento falangista de turno en 1964. Tampoco se revocará la concesión de la primera Medalla de Oro de la ciudad que se le concedió en 1948. Y todo ello gracias a los representantes del Partido Popular en el Ayuntamiento de Salamanca que rechazaron en dias pasados en sesión extraordinaria la moción presentada por el PSOE, rechazo que ademas -en el mejor estilo de su antecesor ideologico y politico- expresaron sin ni siquiera sin debatir el asunto ni aportar ninguna justificación al voto.
El concejal del PSOE Fernando Pablos presentó la moción como una muestra de "dignidad colectiva" e indicó a los concejales del PP que bastaba con que se abstuvieran para que saliera adelante la propuesta. La moción planteaba "dejar sin efecto" la concesión, "con carácter excepcional, de la primera medalla de oro de la ciudad de Salamanca al dictador Francisco Franco Bahamonde", acordada por la corporación el 12 de marzo de 1948. Entonces, en el acuerdo se estableció que se hacía la excepción de no abrir expediente previo necesario "por resultar mezquino el marco de un expediente para recoger el desbordado entusiasmo y la expresión de gratitud infinita que la municipalidad salmantina siente y guarda al Generalísimo". En una segunda parte, la moción socialista proponía anular el acuerdo del 1 de abril de 1964 que concedió a Franco el título de alcalde honorario a perpetuidad (12 días después se comunicó que aceptaba "complacido") "como homenaje de gratitud y adhesión de la Corporación Municipal, en nombre de la ciudad, y en conmemoración del XXV Aniversario de la Paz Española de la que es artífice y creador".
Al terminar el pleno, el portavoz socialista señaló que, "desgraciadamente, hoy Salamanca ha vuelto a ser una excepción", como ya ocurrió a finales de diciembre pasado al no aprobarse la retirada de la moción de destitución de Miguel de Unamuno en 1936 y devolver el honor al alcalde y concejales fusilados al comienzo de la Guerra Civil. Pablos calificó de "cobardía democrática" la decisión del Grupo Popular de no debatir la moción y señaló que el PP ha mostrado su aspiración de "cultivar los votos que le queda de la extrema derecha".