Distintas generaciones de ciudadan@s vasc@s que han sufrido las consecuencias del mismo conflicto político fueron homenajeadas ayer en Durango en un acto organizado por Etxerat y Ahaztuak 1936-1977. Un encuentro en el que se demandó verdad, justicia y reconocimiento y en el que el recuerdo a los represaliados también estuvo presente.
Gudaris que combatieron a los fascistas en Artxanda, familiares de pres@s polític@s vasc@s, ex-pres@s... fueron homenajeadas en Durango, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, en un emotivo acto organizado por Etxerat y "Ahaztuak 1936-1977".
Gudaris que combatieron a los fascistas en Artxanda, familiares de pres@s polític@s vasc@s, ex-pres@s... fueron homenajeadas en Durango, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, en un emotivo acto organizado por Etxerat y "Ahaztuak 1936-1977".
Pasadas las 18.00, las mas de 300 personas que accedieron a la Casa de Cultura San Agustín fueron recibidas por una oscuridad absoluta. El sonido de los aviones fascistas sobrevolando los pueblos de Euskal Herria antes de descargar sus bombas y el tañir de las campanas que advertían de la incursió aerea transformaron la sorpresa inicial en un escalofrío remontandonos setenta años atras. El latir asustado de un corazón que ocupaba con su latir acelerado el espacio sonoro de la sala encontraba su eco en el de muchos de los presentes. La luz trajo alivio mientras la imagen del “Gernika” de Picasso aparecía nítida en el centro del escenario evocando, no sólo el bombardeo de la villa vizcaina, sino los logos de las dos asociaciones organizadoras del evento. La música de “Gernika Dantza” guió los pasos de varios dantzaris, ataviados con distintos elementos del cuadro, que prendieron la llama de un quinqué que después depositaron con cuidado en el centro del escenario.
Las vivencias de los represaliados fueron el hilo conductor de este homenaje sincero y cálido a todas aquellas personas que han sido víctimas del sufrimiento causado por un conflicto político que se remonta mas alla del golpe de 18 de Julio de 1936, pero que vivió en esa fecha un importante punto de inflexión y recrudecimiento de la mano de la dictadura que se instauraba con el. El historiador Iñaki Egaña fue el encargado de poner la voz a las palabras escritas por Luis Peña Basurto en el frente de Basauri el 18 de mayo de 1937 para expresar el día a día de los gudaris que se vieron obligados a vivir lejos de sus seres queridos. «Pentsa ezazu gure bereizketa ez zela hainbesterakoa izango. Ispiritualki urruntasunearen zehar gerra lazturen gainetik gure sentimenduek elkarturik jarraituko dute gure semearengan».
El acto contó con la colaboración de conocidas personas del mundo cultural como el bertsolari Jon Maia que leyó, entre los aplausos y la emoción de los presentes, unas líneas de su libro “Riomundo” en el que, con un tono cargado de tristeza, describe los últimos momentos de vida de Txiki y Otaegi. Tambien estuvo presente el músico Joseba Tapia que subió al escenario para transmitir con su música la pérdida y el dolor de los familiares.
Finalmente, la distintas generaciones de ciudadanos vascos se unieron en el escenario para recordar que «hoy como ayer sigue siendo necesario luchar». El hijo de un refugiado político escenificó la esperanza en el futuro de todos los presentes al apagar de un soplo la llama del quinqué que le entregaba el gudari del Batallón "Arana Goiri" Joan Arantzamendi, de 91 años. Un acto simbólico que reflejó la necesidad de lograr una resolución democrática del conflicto político que aún vive Euskal Herria, para que las nuevas generaciones no tengan que seguir arrostrando las consecuencias del mismo.