El pasado viernes se estrenaba en las pantallas de nuestro cines la pelicula "Salvador", sobre la figura de Salvador Puig i Antich, militante del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) organización política formada y operativa a principios de los años 70. Este grupo funcionó en Catalunya y ademas de desarrollar una labor teorica y organizativa, se dedicó especialmente a la propaganda y a la expropiación de varios bancos con el objetivo de conseguir dinero para apoyar a los sectores más combativos del movimiento obrero de aquel entonces. En septiembre de 1973 efectivos de la tristemente celebre Brigada Político Social tienden una trampa a dos de sus militantes y en el transcurso de su detención se produce un confuso tiroteo en el que muere un joven inspector de policía. Salvador Puig Antich resulta gravemente herido y, tras pasar por el hospital, ingresa en la cárcel Modelo de Barcelona, a la espera de un consejo de guerra. A partir de ese momento, tanto sus hermanas como sus abogados inician una carrera contrarreloj para salvar la vida al joven militante. El Consejo de Guerra contra Puig Antich es -al igual que todos los celebrados durante el periodo franquista desde el 18 de Julio del 36- una verdadera farsa y Salvador es condenado a muerte. Todos los intentos por salvarlo resultarán inútiles y el 2 de marzo de 1974 Puig Antich es asesinado mediante el “garrote vil”.
Este es un somero resumen de esta pelicula que esta generando polemica, sobre todo en sectores de la izquierda militante y fundamentalmente en aquellos sectores de tradicion o adscripcion libertaria en cualquiera de sus multiples facetas. De hecho incluso se ha generado una iniciativa que plantea el boicot a la pelicula, acusandola de tergiversar y desvirtuar tanto la practica y la historia del MIL como la figura del propio Puig Antich.
No diremos nosotros lo contrario, partiendo del poco conocimiento que tenemos -al menos con la adecuada profundidad- en torno a lo que fue el MIL, sus planteamientos y su practica, y conociendo de sobra la capacidad por parte del capitalismo y del Sistema para asimilar cualquier iniciativa, cualquier idea, cualquier símbolo, antes o después, vaciarlo de su contenido original y, seguidamente, rentabilizarlo. Según estas voces criticas la película se centra casi exclusivamente en el morbo de su encarcelamiento y posterior ejecución, calificando ademas a Puig Antich de “luchador antifranquista” cuando el MIL tuvo totamente claro que el enemigo era el capitalismo, y que éste se podía presentar de diversas formas -franquista o fascista, pero tambien socialista o demócrata-y que todas debían ser combatidas con la misma energía. Para el MIL el franquismo sólo era una de las formas de materialización del capitalismo. Por tanto, la labor que hacen los realizadores de “Salvador” no es, ni de lejos, de defensa de la memoria histórica sino de recuperación deformada y esterilizada de la misma falseando la realidad de quienes plantaron cara al regimen y al Sistema.
Ciertamente la amnesia histórica ha continuado también en esta ocasión, como en años anteriores y salvo excepciones, entre los medios de comunicación, ignorando aquella ejecución de 1974. Son más de treinta años de la llamada "transición democrática" y los mismos que entonces mataron a Salvador continuaron, y hoy todavía siguen, como demócratas de toda la vida. La mayoría de ellos los podemos ver actualmente ocupando cargos públicos y políticos (alcaldes, presidentes autonómicos, senadores, diputados, etc...) Sin olvidarnos de que aquel mismo 2 de marzo de 1974 también ejecutaron a un polaco, Heinz Chez, en Tarragona.
No diremos nosotros lo contrario, partiendo del poco conocimiento que tenemos -al menos con la adecuada profundidad- en torno a lo que fue el MIL, sus planteamientos y su practica, y conociendo de sobra la capacidad por parte del capitalismo y del Sistema para asimilar cualquier iniciativa, cualquier idea, cualquier símbolo, antes o después, vaciarlo de su contenido original y, seguidamente, rentabilizarlo. Según estas voces criticas la película se centra casi exclusivamente en el morbo de su encarcelamiento y posterior ejecución, calificando ademas a Puig Antich de “luchador antifranquista” cuando el MIL tuvo totamente claro que el enemigo era el capitalismo, y que éste se podía presentar de diversas formas -franquista o fascista, pero tambien socialista o demócrata-y que todas debían ser combatidas con la misma energía. Para el MIL el franquismo sólo era una de las formas de materialización del capitalismo. Por tanto, la labor que hacen los realizadores de “Salvador” no es, ni de lejos, de defensa de la memoria histórica sino de recuperación deformada y esterilizada de la misma falseando la realidad de quienes plantaron cara al regimen y al Sistema.
Ciertamente la amnesia histórica ha continuado también en esta ocasión, como en años anteriores y salvo excepciones, entre los medios de comunicación, ignorando aquella ejecución de 1974. Son más de treinta años de la llamada "transición democrática" y los mismos que entonces mataron a Salvador continuaron, y hoy todavía siguen, como demócratas de toda la vida. La mayoría de ellos los podemos ver actualmente ocupando cargos públicos y políticos (alcaldes, presidentes autonómicos, senadores, diputados, etc...) Sin olvidarnos de que aquel mismo 2 de marzo de 1974 también ejecutaron a un polaco, Heinz Chez, en Tarragona.
Con esto y todo pensamos que esta pelicula es una buena excusa para plantear una discusion abierta en torno a ella, en torno al franquimso y en torno a las victimas de este regimen en los sectores sociales progresistas en general y en el de la militancia de la izquierda en general. Y para subrayar,como se ve al final de la pelicula, que la familia de Salvador Puig i Antich lucha desde hace treinta años por la anulación de la condena y que siguen sin ver cumplidas -al igual que el resto de asesinados por el franquismo tras una farsa de juicio- sus demandas.