miércoles, octubre 31, 2007

ANTE LA FUTURA LEY DENOMINADA "DE MEMORIA HISTORICA". "Lau Haizetara Gogoan" Koordinakundea expresa su rechazo a esta Ley

Ante la previsible aprobación hoy en el Parlamento español de la Ley denominada «de Memoria», desde Lau Haizetara Gogoan Koordinakundea queremos hacer públicas una serie de reflexiones y aportaciones, dirigidas al conjunto de la sociedad vasca, al Gobierno español y a los partidos políticos de adscripción territorial vasca con representación en Madrid, esto es PSE, PSN, EB-IU, EAJ-PNV, EA y NaBai.

En su momento ya dijimos que con esta Ley de lo que se trata en el fondo, es de definir si se asienta definitivamente el «modelo español de impunidad» o si, por el contrario, se encara en clave democrática y por tanto en clave de verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo lo que fue y supuso ese régimen. La respuesta que se nos da con el Proyecto de Ley que hoy van a votar es un apuntalamiento, que pretende ser definitivo, del sistema instituido con la ley de punto final llamada «de Amnistía» de 1977, para impedir el conocimiento de la verdad, para imposibilitar la aplicación de la justicia y para negarnos, una vez más, la reparación a la que tenemos derecho irrenunciable las víctimas del franquismo.

Desde Lau Haizetara Gogoan queremos subrayar que este Proyecto de Ley tiene un elemento central que lo hace no aceptable para los represaliados y víctimas, organizaciones de derechos humanos y de recuperación de la memoria, y también para aquellos que apostamos por una sociedad democrática real y consciente de serlo: la no anulación de las sentencias emanadas de la legislación represiva del franquismo. La anulación de estas sentencias debería ser una obviedad para un país que según su propia Constitución está obligado a aplicar la normativa y la legislación internacional de derechos humanos, muchos de cuyos convenios ha suscrito y ratificado. Sin embargo, la anulación de las sentencias de la legislación represiva franquista ni se recogía en el Proyecto de Ley original hecho público por el Gobierno el pasado año, ni se recoge ahora en el acuerdo llamado de «desbloqueo» negociado hace pocas fechas por varios grupos parlamentarios. La declaración formal de «ilegitimidad» que se acordó en el «acuerdo de desbloqueo» no pasa de ser un burdo y tramposo gesto para maquillar tal hecho, pero es de sobra conocido por todos aquellos que lo han acordado que una declaración formal no tiene en ningún caso el mismo rango jurídico y político que la anulación legal que las víctimas necesitan: mañana jueves, tras la aprobación de la Ley por el Parlamento español, todas y cada una de las sentencias del tipo que fueran que recayeron sobre los defensores de la legalidad democrática frente al golpe y el régimen franquista seguirán siendo sentencias tan firmes como ayer, como hace setenta años.

Por ello desde Lau Haizetara Gogoan Koordinakundea volvemos a manifestar que consideraremos totalmente ajena a los intereses de las víctimas del franquismo cualquier ley que no contemple como primer punto la anulación, en toda su extensión y profundidad terminológica y jurídica y en todas sus consecuencias, de todas las condenas dictadas por el régimen franquista en todos sus años de existencia.

Junto a esta cuestión principal, la Ley tiene otras muchas carencias, como pueden ser la nula exigencia de responsabilidades legales o políticas, siquiera simbólicas, para los responsables de violaciones de derechos humanos, o la total ausencia de autocrítica respecto al silencio mantenido por el Estado en estas cuestiones durante la Transición, o la absoluta arbitrariedad y ambigüedad para el reconocimiento de personas fallecidas o que resultaron incapacitadas en defensa de la democracia durante el período comprendido entre 1 de enero de 1968 y el 6 de octubre de 1977. No considerar a estos afectados como víctimas del franquismo y, por lo tanto, como víctimas de delitos de lesa humanidad, impedirá juzgar a los responsables de dichos delitos, bien por haberse beneficiado éstos de la Ley de Amnistía del 77, bien por haber prescrito los hechos con el transcurso del tiempo. Estos criterios, por cierto, han sido aplicados por los tribunales de Justicia del Estado Español para no enjuiciar los sucesos que acontecieron el 3 de Marzo de 1976 en Gasteiz.

Son todas estas apreciaciones las que nos llevan a no considerar aceptable ni apoyable dicha Ley y a solicitar por tanto a los partidos políticos que se declaran favorables a las demandas de las víctimas del franquismo, a reconsiderar su posición ante las mismas no apoyando dicha Ley, llamamiento que de forma especial dirigimos a EAJ-PNV, PSE, PSN, EB-IU, EA y NaBai por ser los de nuestro ámbito territorial.

Queremos finalizar nuestra reflexión subrayando que para algunos agentes parece ser el momento apropiado para intentar extender la opinión, propiciada también desde algunos medios de comunicación, de que la Ley debe salir adelante y de que los términos en que lo haga pasan a ser secundarios. Algunos vuelven a utilizar los mismos argumentos -«mejor esto que nada» o «es que la derecha está muy fuerte»- con los que avalaron la impunidad del franquismo en 1977 y justificaron la «modélica» transición, por lo que, y como consecuencia de ello, nos encontrarnos hoy, treinta años después de la desaparición formal de aquel régimen, exigiendo el justo reconocimiento para las víctimas del mismo. Frente a ellos nuestra decisión de seguir trabajando y luchando para conseguir algún día una ley con la que, finalmente, podamos acceder a las tan ansiadas verdad, justicia y reparación que tanto tiempo llevamos demandando.

(Gara. 31/10/2007)

OTRA AGRESION A LA MEMORIA DE LA CLASE OBRERA


El 3 de Marzo de 1976 se produjo una, si no la mayor, agresión de la historia moderna sufrida por la clase trabajadora, no ya sólo de Vitoria-Gasteiz, sino también de Euskal Herria. En esa fecha la policía represora franquista asesinó a cinco obreros e hirió a más de cien con la pretensión de cortar por la fuerza de las armas una lucha ilusionante encaminada a conseguir unas condiciones dignas de trabajo y la implantación de un régimen totalmente democrático, pleno de libertades y derechos. El objetivo final de la actuación policial era dar un escarmiento que sirviera de lección ejemplar a posibles entusiastas y seguidores de esa lucha y con ello poder mantener en la mayor medida de lo posible el régimen.

Tras esta sangrienta actuación, lejos de esclarecer los hechos y depurar responsabilidades, varios han sido los agravios y agresiones que se han venido repitiendo a lo largo de los años. Así, en 1977 se proclama una Ley de Punto Final , mal llamada "de Amnistía", con la que se consigue que verdaderos criminales autores de tremendas atrocidades queden sin castigo y disfruten de la más completa impunidad. Los autores de la masacre del 3 de marzo, con su máximo responsable Fraga Iribarne a la cabeza, también se beneficiaron de la ley. En 1978 fue la Jurisdicción Militar la que nos tomó el pelo sobreseyendo los sumarios abiertos, a pesar de constatar en ellos delitos por homicidio. El argumento esgrimido fue que no hubo indicios suficientes para acusar de dichos delitos a personas determinadas.

El intento de acogernos a la ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo tampoco fructifica. A pesar de haberlo solicitado siguiendo las recomendaciones de algunos partidos políticos e instituciones, que entendían que seríamos contemplados en la ley pues así se recogía en el espíritu con el que se creó, se nos negó toda posibilidad. Tanto el Ministerio del Interior, como más adelante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, consideraron que "los trabajadores subvirtieron de forma violenta la paz y seguridad ciudadana, debiendo intervenir la policía para recuperar el orden perdido, viéndose obligados a disparar para preservar y salvaguardar sus vidas". Los agredidos nos convertimos en agresores y los agresores en agredidos.
Fieles a nuestro afán por lograr verdad y justicia recurrimos a la Jurisdicción ordinaria por la vía de una querella criminal para intentar reabrir el caso. Fue otro revés, pues amparándose en la prescripción y la no competencia no se admitió a trámite dicha querella.

Tampoco el Gobierno Vasco ha atendido la demanda de corregir la injusticia cometida con nosotros. A pesar del compromiso adquirido por las instituciones autonómicas, con el propio Lehendakari a la cabeza, de que una vez agotadas las posibilidades de ser reconocidos en el Estado se abordaría aquí el problema, la solución todavía no ha llegado. Es más, con los mismos criterios del Gobierno español para no incluirnos en la ley de Solidaridad y a pesar de la declaración institucional del Parlamento Vasco de considerarnos víctimas del terrorismo , el Gobierno Vasco no va ha contemplarnos como tales en la futura ley de reconocimiento y reparación que está elaborando. Otra incoherencia, otra actuación de lavado de imagen, otra agresión más.

El último gran fiasco y decepción es la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. En absoluto recoge las expectativas depositadas en ella tanto por nosotros como por multitud de colectivos y organizaciones que trabajan por lograr Verdad, Justicia y Reparación para todas las víctimas del franquismo por igual y sin distinción alguna.

En lo referente a las víctimas de la última etapa de la dictadura franquista -que es el que nos afecta de manera particular- la ley es de una ambigüedad y arbitrariedad absoluta. Mediante un decreto, el Gobierno seleccionará, entre todos los fallecidos o incapacitados por la represión en el periodo que va desde el 1 de enero de 1968 al 6 de Octubre de 1977, quiénes, en qué forma y de qué manera deberán ser reconocidos. Se determinará qué víctimas lo fueron en defensa de la democracia y cuales no, se vuelve a fraccionar y a discriminar al conjunto de las víctimas. En este sentido, hay que tener en cuenta, además, que la ley marca un plazo de 6 meses para elaborar el decreto regulador y que en Marzo se celebran elecciones, por lo que no sabemos ni el color del gobierno resultante de las urnas, ni con qué espíritu asumirá lo recogido.

Según la legislación internacional en derechos humanos, los delitos de lesa humanidad ni prescriben ni pueden ser amnistiados. Tal como está redactada la ley, da lugar a interpretar que los afectados en el citado periodo de referencia no son víctimas del franquismo y, por lo tanto, no son víctimas de delitos de Lesa Humanidad. Esto, y en base a lo citado anteriormente, impedirá juzgar a los responsables de dichos delitos, bien por haberse beneficiado de la ley de amnistía o por haber prescrito los hechos. Estos criterios ya han sido aplicados por los tribunales de Justicia del Estado español para no enjuiciar los sucesos que acontecieron el 3 de Marzo de 1976 en Gasteiz.

Con esta Ley de Memoria es imposible acceder a nuestros deseos de Verdad y Justicia y por eso la rechazamos, ni tan siquiera podemos aceptarla en el aspecto de la reparación. En lo referente a las indemnizaciones, deberían recibirlas no sólo los fallecidos y los que resultaron con lesiones invalidantes -como se recoge en su articulado-, sino también todos aquellos que sufrieron secuelas físicas o psíquicas, cárcel y persecución o fueron represaliados por motivos políticos con repercusión en el ámbito laboral o social durante todo el periodo que duró la dictadura franquista, aplicándoles a todos ellos el mismo reconocimiento, trato y consideración que se han establecido en otras leyes relativas a víctimas.

Continuaremos firmes en la lucha mantenida a lo largo de los años para lograr Verdad, Justicia y Reparación y seguiremos denunciando todas las situaciones que, como esta Ley, perpetúan un modelo de impunidad y suponen una agresión más a la memoria de la clase obrera.

Asociación de Víctimas del 3 de Marzo de Vitoria-Gasteiz

"MEMORIAREN BIDEAK" RECHAZA LA LEY DE MEMORIA HISTORICA


La asociación Memoriaren Bideak cree "inaceptable" el proyecto de Ley de Memoria Histórica debido a "graves carencias", a pesar de que reconoce avances sobre el texto inicial del Gobierno, "especialmente vergonzoso". Unas "carencias", subraya en un comunicado, que son "una injusticia hacia el pasado, hacia quienes sufrieron esos castigos, y también un error cara al futuro" porque "la memoria de la guerra, la represión y la esclavitud debería servirnos para desterrar de nuestra sociedad la lógica de la guerra".

El colectivo afirma que el proyecto considera "ilegales" los procedimientos judiciales franquistas pero el Gobierno central "se niega a actuar en consecuencia". Además, añade, el procedimiento previsto contempla la posibilidad de dar una "declaración personal de contenido rehabilitador y reparador", cuestión que, reclama, debería ser general y por iniciativa del Estado. Otras que apunta se refieren a la "nula exigencia de responsabilidades legales o políticas, ni quiera simbólicas, para los responsables de violaciones de derechos humanos" y al establecimiento de "indemnizaciones solamente para los familiares de asesinados posteriormente a 1959".

Echa además en falta cuestiones relacionadas con los trabajos forzosos, área en la que este colectivo centra su actividad. Al respecto destaca que "varios miles de esclavos y esclavas del franquismo no percibirán ninguna indemnización ni reconocimiento público por no llegar a estar tres años" de trabajos forzosos. En materia de responsabilidad empresarial advierte que es "especialmente injusto y sangrante" que el proyecto de ley no las contemple para aquellas empresas públicas y privadas, parte de ellas aún en activo, que se "beneficiaron del trabajo esclavo".

(Noticias de Navarra. 31/10/2007)

AHAZTUAK 1936-1977 - Manifiesto leido en la concentración celebrada en Iruña el 29-10-007


Tarde y mal: Con estas dos palabras definimos desde AHAZTUAK lo que pensamos respecto a la Ley de Memoria Histórica que esta apunto de aprobarse. TARDE Porque 70 años después -40 de dictadura y 30 de transición- son muchísimos los años, en que la practica del enaltecimiento y apología del franquismo se ha visto por nuestras calles, plazas, monumentos e incluso en las leyes.
Y MAL Porque nos tememos que pasen otros muchos años sin verse cumplido lo que -la letra de esta ley- de manera genérica manifiesta.

Son muchos los represaliados y represaliadas en sus múltiples formas por el franquismo, que han muerto sin ver retirada de nuestras calles la exaltación a un régimen que cercenó a sangre y fuego las libertades y derechos de este pueblo. El caso mas representativo y escandaloso lo tenemos aquí detrás, en el llamado “Monumento a los Caídos” monumento al fascismo y a todo lo que ello supuso durante cuarenta años de cruel dictadura.

Por otro lado nos hemos referido a la letra. Porque solo es eso, letra, que en nada compromete de firme a un Estado español que se dice democrático en lo que debiera ser la derogación por decreto de una la ley de punto final pactada en la Transición por muchos de los partidos que hoy apoyan esta Ley desmemoriada, histérica, pusilánime y vacía de contenido.

Desde Ahaztuak tenemos muy claro, que solo una ley de Memoria Histórica que gire en torno a tres puntos fundamentales -el derecho a saber, el derecho a la justicia y el rerecho a la reparación- traerá el fin de la impunidad y por tanto acabará con la ley de punto final acordada durante los años de la Transición.

Bien al contrario, con esta ley que se pretende aprobar personajes como el alzado general franquista Emilio Mola, enterrado en este gran monumento al terror, podrán descansar tranquilos, sabiendo que cuando lanzo aquella monstruosa proclama de “Hay que sembrar el terror…hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”. Esta se vio cumplida con creces en Navarra, trayendo como consecuencia, que en donde no existió frente de guerra alguno, se diera una verdadera escabechina genocida sobre más de 3.300 navarros y navarras.

Con esta Ley sucederán muchas cosas. Por ejemplo que las responsabilidades a exigir por los miles de represaliados y represaliadas en las múltiples formas que empleo el franquismo, como torturas, cárcel, multas, requisas, deportaciones etc. se quedarán en agua de borrajas. Que hechos, como el de la niña Maravillas Lamberto Yoldi del pueblo de Larraga, que a sus 14 años un 15 de agosto de 1936 unos falangistas violaron y asesinaron, pasará a "mejor historia". Que los concejales de Pamplona fusilados, y solo por citar algunos de los ediles y alcaldes asesinados en Navarra, seguirán sin tener una triste placa de recuerdo, gracias al olvido consciente de un Ayuntamiento dominado por UPN. Que los más de 200 asesinados en las cunetas de los alrededores del monte Ezkaba, en la gran fuga del fuerte de San Cristóbal o todos aquellos que fueron arrojados a simas como la de Otsoportillo en Urbasa pasarán a engrosar la cifra de asesinatos perdidos en la más absoluta impunidad. Que cuantas mujeres fueron paseadas por calles y plazas, con las cabezas rapadas y después de haberlas obligado a tomar aceite de ricino para escarnio y mofa quedara como un recuerdo lejano. Pero no hay que olvidar que, junto con ello, esa negra y brutal dictadura que se prolongó durante 40 años y cuya práctica diaria era detener, torturar y encarcelar todo lo que oliera a rojo, sindicalista, abertzale, republicano o simplemente demócrata que aspirara a un régimen de libertades y derechos, también se habrá quedado en nada. En nada esos cuarenta años en los que la libertad de asociación, reunión y expresión en todas sus formas estaban totalmente prohibidas, recordemos el “Sindicato Vertical” organización obligatoria de obreros y patrones o el famoso Tribunal Orden Publico por donde pasaron miles de personas o la Dirección General de Seguridad que junto a cuartelillos y comisarías fueron lugares de total impunidad así como otros organismos y cuerpos armados creados expreso para sojuzgar y reprimir a la población.


Recordemos tambien aquí y ahora, que en UPN están los herederos ideológicos y genéticos de los franquistas, y que esto no es descubrir nada nuevo, lo mismo que en el resto del estado español sus primos hermanos del PP. La historia mas reciente esta llena de enaltecimientos a la impunidad franquista en declaraciones protagonizadas por gentes de la derecha mas reaccionaria de Europa, desde Fraga Iribarne con eso de “Amnistía significa amnesia” refiriéndose al olvido de lo hecho por el y los de su calaña bajo la dictadura, hasta las ultimas palabras de Mayor Oreja “¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo? Si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad” “Era una situación de extraordinaria placidez”

Son con estos planteamientos fascistas, como se entiende mejor la posición de abstención tomada por los suyos en estas tierras navarras, siempre que se ha tratado de denunciar los crímenes franquistas en el Parlamento y Ayuntamientos navarros, esto junto a la tergiversación, ocultación y revisión por los Del Burgo, Manuel Arbeloa y compañía de lo acontecido durante la dictadura. Hay un dicho que viene que ni pintado sobre la historia que se ha escrito de Navarra; “Mientras sea el cazador quien escriba la historia de los leones jamás se sabrá la verdadera historia de los mismos

Tampoco la Iglesia católica se quedo atrás en el apoyo y amparo de la dictadura, baste recordar aquello de “La Gloriosa Cruzada” o Franco bajo palio. Las misma que hoy sigue dando cobertura a la impunidad, en las mas recientes declaraciones del saliente obispo Fernando Sebastián con sus “perlas cultivadas” que dan fe de su ideología reaccionaria y cavernícola, recomendando a sus fieles para que tuvieran en cuenta a la Falange y otras fuerzas políticas de ideología fascista y negra trayectoria histórica a la hora de votar en las pasadas elecciones del mes de Mayo. O las del entrante, Francisco Pérez, ¡Que casualidad!, capellán y general de brigada en el ejercito, recomendando a las victimas del franquismo, que “olviden lo sucedido” “Que la historia nos guste o no es lo que sucedió y no va a cambiar, además se distorsiona la historia”. O esa otra frase de “Lo mejor es que no se lleve a cabo dicha ley. Porque volver la mirada atrás es inútil y no conviene

Frente a estos crecidos franquistas, la contestación pusilánime de un PSOE que promueve una ley raquítica y desmemoriada que intenta remachar el punto final a todo un genocidio. Un PSOE junto a PNV e IU acobardados por la fiera franquista bien alimentada por ellos mismos en estos treinta de Transición a la nada.Las frases del PSOE en el congreso español en el sentido de que la Ley de Memoria Histórica se basa en el “espíritu de la Transición” o “esta ley no va contra nadie ni pretende levantar heridas o recuerdos” deja bien a las claras que pretende un PSOE cobarde que en su día dio carné de demócrata a los franquistas asesinos.
El PSOE vuelve con esta ley a echar paletadas de tierra sobre los asesinados y asesinadas. A cubrir con un manto de silencio toda la conculcación de derechos y libertades bajo los 40 años de dictadura franquista. Para el PSOE y quienes pretenden acompañarle en este engaño de ley, aquí no hubo responsables, aquí no hubo victimas, aquí no paso nada, solo fue un mal recuerdo que es mejor olvidar. Esa es la ley que quieren aprobar.

Por ello desde Ahaztuak en Navarra pedimos a PSN a Na Bai e IU que no apoyen ese engaño de memoria histórica y
nos sumamos por tanto a lo que organismos internacionales de Derechos Humanos recogen sobre este tipo de crímenes imprescriptibles.

El DERECHO A SABER LA VERDAD DE LO OCURRIDO
EL DERECHO A LA JUSTICIA
Y EL DERECHO A LA REPARACION
¡¡ NO A LA IMPUNIDAD !!

UNA LEY ABERRANTE. Ahaztuak 1936-1977 y otras 70 asociaciones se suman al comunicado de prensa del Equipo "Nizkor" ante la Ley de Memoria Histórica

Más de 70 organizaciones de víctimas del franquismo se oponen al proyecto de la llamada "Ley de la Memoria Histórica", cuya aprobación por el Congreso está prevista para el 31 de octubre. [ver Declaración: http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/lmh1.html]

La cuestión central en relación con este proyecto de ley es que no reconoce jurídicamente a las víctimas del franquismo: no sólo a las de la Guerra Civil, sino a las de todo el periodo dictatorial. Tampoco reconoce las víctimas españolas de la IIGM, ni las que lucharon en los ejércitos aliados, ni las que fueron exterminadas en los campos nacionalsocialistas, como por ejemplo los españoles republicanos exterminados en el campo de Mauthaussen.

La ley propuesta implica el reconocimiento de la legalidad franquista y tiene una manifiesta voluntad de servir de defensa de esa legalidad al plantear la igualación de víctimas y victimarios (los responsables de los crímenes bajo el derecho internacional).

La ley propuesta ignora las Resoluciones 32(1) y 39(1) de la Asablea General de la ONU (aprobadas en 1946), y que proclamaron que el Régimen de Franco fue " fundado con el apoyo de las Potencias del Eje", y que "En origen, naturaleza, estructura y conducta general, es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hítler y de la Italia fascista de Mussolini". Ésta es la única definición con valor júridico en derecho internacional existente y la ley de la memoria la oculta, utilizando definiciones sin valor jurídico alguno, como es el hecho de declarar su "ilegitimidad".

La ley que se votará en el Congreso desconoce intencionadamente la resolución 95 (I) de la Asamblea General de la ONU, así como la jurisprudencia comparada europea en cuanto a las víctimas provocadas por los Países del Eje, es decir, las provocadas por el facismo y el nacionalsocialimo, y también la jurisprudencia directamente relacionada con el tratamiento jurídico a las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos.

Es por lo tanto una ley contraria al derecho internacional, a la jurisprudencia europea y que, consecuentemente, viola el propio derecho interno español. Es una ley aberrante.

No hace frente a ninguno de los problemas jurídicos derivados de la casuística de las víctimas del franquismo: los niños de la guerra y la denegación de su condición de refugiados; las exhumaciones ilegales de fosas comunes, que seguirían llevándose a cabo sin garantías judiciales (sin la presencia de un juez) y sin respetar los protocolos internacionales e internos para este tipo de exhumaciones; el problema de los españoles que lucharon contra el nacionalsocialismo desde los ejércitos aliados y a quienes Franco despojó de su nacionalidad (situación aún vigente); la no declaración de nulidad de los juicios y ejecuciones sumarias, o la previsión de las garantías adecuadas para el acceso a los archivos de la represión.

Creemos que la reconciliación de los españoles sólo puede lograrse con justicia, y que es responsabilidad del Estado español garantizar los medios de reparación correspondientes, que incluyen el acceso a la justicia yal debido proceso, así como la devolución de los bienes requisados y la reparación integral a las víctimas de un régimen fascista. Para todo ello es necesario el reconocimiento jurídico de las víctimas por parte del Estado español.

30 de
Octubre de 2007
Equipo Nizkor

CONCENTRACIONES DE AHAZTUAK 1936-1977. Gernika, Bilbao, Gasteiz, Iruña...


GERNIKA


























BILBO





























IRUÑA















GASTEIZ (JUNTO CON LA "ASOCIACION DE VICTIMAS DEL 3 DE MARZO")

"Ahaztuak 1936-1977" y "Víctimas del 3 de Marzo" rechazan la Ley de Memoria Histórica «porque no esclarece los hechos»


La polémica Ley de Memoria Histórica aprobada la semana pasada en la Comisión Constitucional del Congreso no satisface a la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo. Heridos en aquel suceso y familiares de algunos fallecidos, como los de Romualdo Barroso, se concentraron ayer ante el monolito que recuerda la muerte a manos de la Policía, en 1976, de cinco trabajadores vitorianos y más de cien heridos para reclamar una vez más «verdad y justicia», que según este colectivo no se recoge en la nueva norma. A la protesta se unieron los miembros del colectivo Olvidados-Ahaztuak 1936-1977 que representa a familiares de alaveses fusilados, exiliados y represaliados por las tropas franquistas. Los concentrados, entre los que había miembros de la izquierda abertzale y de sindicatos, portaban una pancarta en la que podía leerse «Hecha la ley, hecha la trampa. ¿Noiz arte juztiziarik gabe? (¿Hasta cuándo sin justicia?)».
Tras media hora en silencio bajo una fina lluvia, el portavoz de Ahaztuak, Lander García, leyó un discurso en el que se rechazaba de plano la ley de la Memoria Histórica.
Indemnizaciones
Ni siquiera el articulado que servirá para reponer, al menos en lo económico, a los herederos de los cinco trabajadores asesinados, parece suficiente para los colectivos. Las dos asociaciones mostraron muchas dudas de cómo se llevará a cabo el reparto de 135.000 euros entre medio centenar de fallecidos del llamado tardofranquismo, entre los que se ha incluido a las víctimas mortales del 3 de marzo. Igualmente, los heridos en aquella triste jornada podrán acogerse a una enmienda que contempla ayudas para aquellos que sufrieron lesiones invalidantes. Las indemnizaciones, además, no serán incompatibles con las pensiones que en la actualidad cobren estas personas. «Se habla de un plazo de seis meses para desarrollar por decreto la ley, pero nos metemos en las elecciones de marzo y no sabemos ni el color del gobierno resultante ni el espíritu con que asumirá el nuevo equipo lo que se ha recogido», indicó Andoni Txasko, portavoz de la Asociación Víctimas del 3 de Marzo. «Somos muy escépticos porque si gana el PP ya sabemos que no habrá reconocimiento porque siempre nos ha considerado alborotadores», agregó.Exigió también que además de los herederos de víctimas y heridos con lesiones invalidantes «deben ser reconocidos todos los que resultaron con secuelas físicas o psíquicas, sufrieron cárcel y persecución o fueron represaliados por motivos políticos, durante todo el período que duró la dictadura». El argumento principal para rechazar la ley, sin embargo, no es el económico sino lo que este colectivo considera inaceptable: «la anulación sin matices de las sentencias emanadas de la legislación represiva franquista». Consideran que «su filosofía y sus contenidos impiden el conocimiento de la verdad. Siguen imposibilitando la aplicación de la justicia y niegan la reparación a la que tienen derecho las víctimas del franquismo».Según Lander García «la ley se limita a unas posibles indemnizaciones económicas, pero olvida intencionadamente la justicia y el esclarecimiento de los hechos porque la referencia es el espíritu de la transición». García cree que se ha institucionalizado el «modelo español de impunidad».
(El Correo Español-Edición Alava / 30-10-2007)

LAS VICTIMAS DEL FRANQUISMO SE MOVILIZAN CONTRA LA IMPUNIDAD


Coincidiendo con el debate parlamentario, tras el que con toda probabilidad mañana se aprobará en el Congreso español la Ley de Memoria Histórica, Ahaztuak realiza esta semana una serie de movilizaciones para rechazar una ley que «garantiza la continuación del modelo español de impunidad». Este proyecto ha sido rechazado por las organizaciones que en Euskal Herria trabajan en favor de la recuperación de la memoria histórica, pero contará con el apoyo de IU, PNV, CiU y el Grupo Mixto, del que forman parte EA y NaBai.

Arbitrariedad

Bajo el lema «Hecha la ley, hecha la trampa», medio centenar de personas se reunió en Gasteiz junto al monolito que recuerda a las víctimas del 3 de marzo de 1976. Víctimas y familiares de los fallecidos en aquella fecha portaron la pancarta porque, como explicaron en el comunicado leído al final del acto, los apartados de la Ley que se refieren a las víctimas de la represión franquista del periodo comprendido entre enero de 1968 y octubre de 1977 «destacan por su arbitrariedad y su absoluta ambigüedad».

Ahaztuak y la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo rechazan el hecho de que, a pesar de que la mayoría de los responsables de las muertes que se registraron en este periodo «siguen vivos y muchos de ellos en activo», la Ley evita «intencionadamente el esclarecimiento de los hechos, porque la referencia es el espíritu de la transición. Esto es, seguimos sufriendo el déficit democrático de la reforma franquista cuyo eje es la `ley de punto final' de 1977, otorgada por un gobierno ilegal que para llegar y mantenerse en el poder vulneraba los derechos humanos sistemáticamente».

Anulación de las sentencias

El responsable de Ahaztuak en Araba, Lander García, aseguró en la concentración realizada en el barrio gasteiztarra de Zaramaga que el rechazo a la Ley que se debate mañana en el Congreso español se debe a que no recoge las expectativas del movimiento en favor de la recuperación de la memoria histórica. Unas expectativas que resumió en dos palabras: «Verdad y justicia». Lander García, que tachó la Ley de Memoria Histórica de «mero maquillaje», denunció que con ella «no se avanza en ningún sentido hacia la justicia y hacia la depuración de responsabilidades». Aunque el recorrido de este proyecto finalice mañana en La Cámara Baja, el portavoz de Ahaztuak aseguró que «con ley o sin ella vamos a seguir luchando por la anulación de todas las sentencias del franquismo, romper de una vez con el modelo de impunidad y avanzar hacia la justicia y la verdad para todas las víctimas del franquismo».

Gernika

Entre las movilizaciones ya celebradas hasta ahora rechazando la posible aprobación de la Ley de Memoria Histórica destaca, por su simbolismo, la que tuvo lugar ayer en la localidad vizcaina de Gernika. Ahaztuak eligió esa jornada por celebrarse el mercado del último lunes de octubre. En esta concentración participaron represaliados por el régimen franquista. Esta dinámica de movilizaciones tuvo su punto de partida el domingo en Bakio, donde 55 personas se reunieron tras una ikurriña y portando fotografías de las personas represaliadas de la localidad.

Hoy continuarán las movilizaciones en diversas localidades que Ahaztuak ha elegido por tener una especial significación en la historia de la lucha antifranquista. Entre otras, en estos días han vuelto a ser referencia Eibar, donde se proclamó la II República; Gernika, Durango y Otxandio, localidades arrasadas por la aviación fascista; Zarautz, localidad natal de Jon Paredes Manot, Txiki; Gasteiz, por las muertes obreras del 3 de marzo; y Sartaguda, «el llamado pueblo de las viudas».

(Txotxe Andueza. Gara / 30-10-2007)

lunes, octubre 29, 2007

Familiares de fusilados por los franquistas muestran su malestar ante el Arzobispado de Iruñea


Un grupo de familiares de los muertos por el franquismo se concentró ayer ante el Arzobispado de Iruñea, de espaldas al mismo, para mostrar su descontento ante la beatificación parcial que estaba teniendo lugar en Roma. Los familiares rechazaron que «se divida a los muertos en aquella guerra entre los beatos y los demás, los que no lo son», ya que, tal y como señalaron, «entre ellos había buenos miembros de la Iglesia, muchos familiares nuestros».


El encuentro silencioso de ayer se celebró «en recuerdo y homenaje a nuestros familiares muertos». Entre los asistentes, Koldo Martínez declaró que «la Iglesia los esquivó entonces y lo hace ahora», en referencia a la actitud de la institución respecto a ese sector que no comulgaba con el régimen. En nombre de los allí reunidos, Mirentxu Agirre, presidenta de la Asociación de los Familiares de los Fusilados de Nafarroa, hizo entrega de una instancia destinada al arzobispo en la que se manifestaba su descontento.

El encuentro se había convocado a pequeña escala, y explicaron que se trataba de «una reunión espontánea». A pesar de ello, más de cien ciudadanos estuvieron presentes en la concentración, lo que dio lugar a un emotivo encuentro de muchos conocidos que comparten el hecho de ser familiares de aquellos que murieron a manos del franquismo.

«Muertos entre 1934 y 1939»

Tal como indicó Martínez, «hoy es un día especial para declarar que nuestros allegados fueron buenos, a la vez que mostramos nuestro amor hacia ellos. Seguimos lo que nos enseñaron: convivencia, amor y perdón».

La beatificación ayer de 498 «mártires del siglo XX», según la denominación de la Iglesia, es la continuación de la actuación llevada a cabo por el anterior Papa, y se limita a los años 1934 y al periodo de entre 1936 y 1939. Con el mismo motivo han beatificado a 977 personas y santificado a once. La de ayer fue la ceremonia más multitudinaria. En la actualidad se están tramitando otros 2.000 casos. La Iglesia habló ayer de paz y convivencia, de reconciliación, al tiempo que marginaba a las víctimas del otro lado de aquel conflicto, alargando y alimentando así la división y el sufrimiento derivados del mismo.

(Jasone Mitxeltorena. Gara / 29 / 10 /2007)

domingo, octubre 28, 2007

CONCENTRACIONES DE AHAZTUAK 1936-1977. Comienza en Bakio la campaña de movilizaciones de critica a la futura Ley de Memoria Histórica

Respondiendo a la dinámica de concentraciones convocadas para los próximos dias en diferentes localidades de Euskal Herria por la asociación de victimas del franquismo "Ahaztuak 1936-1977" como critica a la Ley de Memoria Histórica que el próximo miercoles se aprobará previsiblemente en el Congreso español, 55 personas se han dado cita en Bakio este mediodia.

En la concentración han tomado parte represaliados por el régimen franquista de esta localidad y familiares de los mismos que se han situado tras una ikurriña, fotografias de l@s represaliad@s y carteles en los que se podia leer el lema que encuadra esta campaña de movilizaciones de Ahaztuak "Con esta Ley las victimas del franquismo seguirán siendo culpables".

Para hoy domingo -primer día de celebración de estas concentraciones- estaban previstas una en Bakio (Bizkaia) y otra en Caseda (Nafarroa). Esta última se ha retrasado a próximos dias por problemas de organización.

(Servicio de Prensa de Ahaztuak 1936-1977)

RESPUESTA A LA BEATIFICACION DE MARTIRES DE LA CRUZADA. Un grupo de personas denunció en Roma la memoria franquista de la Iglesia española

Varios jóvenes de ideología anarquista se manifestaron en la puerta de una iglesia de Roma confiada al Opus Dei y en medio de esta acción un joven de tendencia anarquista ha sido detenido por la protesta llevada a cabo en la puerta de una iglesia de Roma confiada al Opus Dei, en la que varias personas de la misma ideología colocaron una pancarta contra la beatificación de los 498 "mártires" españoles, originando una pelea con los fieles.

Fuentes policiales informaron de que varios jóvenes pertenecientes a los centros sociales "Militant" y "Facciamo breccia" desplegaron en la puerta de la basílica de San Eugenio, confiada al Opus Dei, una pancarta en la que estaba escrito: "Quién ha asesinado, torturado y explotado no puede ser beato". Junto a la pancarta colocaron tambien una reproducción del "Guernica" de Picasso.

Cuando salieron los fieles de misa y vieron la pancarta increparon a los jóvenes, registrándose algunos empujones, gritos, insultos e intentos de romperla. Carabineros (policía militarizada) de un cuartelillo cercano se acercaron hasta el lugar para normalizar la situación. Según los jóvenes, los fieles intentaron agredirles físicamente, mientras lanzaban frases en las que se ensalzaba a Franco. Los agentes encontraron en una furgoneta de los muchachos una cámara de vídeo y de fotos, con la que había grabado el altercado. De la visión, precisaron las fuentes judiciales, se desprende que no hubo agresiones, sino una discusión acalorada. Uno de los jóvenes ha sido detenido y se le está tomando declaración por lo ocurrido.

La basílica de San Eugenio se encuentra en la Plaza delle Belle Arti, en la zona de la vía Flaminia (norte de Roma), cerca de la calle Bruno Buozzi, donde tiene su sede central la prelatura del Opus Dei, que la Santa Sede encomendó a los sacerdotes de la Obra.

(La Haine)

BEATIFICACION DE MARTIRES DE LA CRUZADA. La memoria selectiva de la jerarquía de la Iglesia

La jerarquía de la Iglesia Católica Española vivirá uno de sus mayores momentos de gloria el domingo, con la beatificación de 498 mártires, obispos, curas, religiosos y seminaristas, asesinados durante la Guerra Civil de 1936. Siendo como fue una Guerra Civil, con asesinatos, represión y represalias por ambos bandos, más que el número excepcionalmente elevado, lo llamativo es que todos sean víctimas provocadas por los republicanos; entre estos futuros beatos no hay ni uno solo de los ejecutados o asesinados por orden de los franquistas, que también los hubo, aunque los jerarcas católicos los tengan trasmemoriados. Son sus mártires, los buenos, frente a los no reconocidos, los otros mártires, mártires malos.

El acto de beatificación de mañana domingo, previamente pensado para realizarse de modo discreto en la Basílica de San Pablo Extramuros ante sólo 25.000 fieles, se ha macrodimensionado por presión de la jerarquía católica española hasta ser transformado en un acto a celebrar en la plaza de San Pedro ante cientos de miles o más de un millón de personas, incluso con la asistencia del propio Papa Benedicto XVI, que siendo cardenal había dicho que no asistiría a actos de beatificación, considerados en el Vaticano actos más locales que las canonizaciones. Habrá quienes leyéndolo en clave de política interna española, pensarán que ésta es una contraofensiva frente a la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. "Pudiera ser que los últimos remates de boato sí tuvieran algo que ver, pero el transfondo de la historia viene de mucho más lejos y tiene vida propia desde hace bastantes décadas. De hecho, en 1987 se produjo ya la primera beatificación de un religioso fusilado en el bando republicano. Y en todo caso, la Iglesia del poder nacional-catolicista desde siempre, desde 1936, ha ensalzado a estos mártires religiosos, pero tan sólo a los fusilados por los republicanos. Otra cosa es que la Iglesia Vaticana no asumiera los ensalzamientos con un sesgo franquista y de un momento en el cual Franco recibió ayuda de dos dictadores como Mussolini y Hitler", explica José Manuel Zabala y Salegui, hermano de Juan, capellán de gudaris e historiador. Durante décadas, ni Pío XII, ni Juan XIII, ni Pablo VI se prestaron a dar el visto bueno a esas causas de beatificación, pero la llegada de Juan Pablo II a la tiara de San Pedro abrió todas las espitas y desde entonces el Estado español se ha convertido en el país martirial por excelencia, a partir de la opinión que sostiene la jerarquia católica española actual de que entre 1936-1939 en el Estado español se produjo la mayor persecución religiosa jamás conocida en la historia. Por otra parte, es bastante evidente que el golpe de efecto se busca también en unos momentos donde los templos se vacían de manera progresiva, poniendo más de manifiesto que la jerarquía más que fieles busca boato. Y en este rango utiliza la historia, pero de manera muy selectiva. "No es oportuno que se haya llevado adelante el proceso de beatificación de los mártires de la Cruzada; la Iglesia tendría que estar comprometida en la reconcialiación y propiciar gestos que favorezcan este objetivo, criticando los que lo dificulten. Las beatificaciones de mañana hacen mucho daño entre los católicos", reconoce Jose Manuel Zabala y Salegui.

Beligerantes
Entre los futuros próximos beatos se halla el obispo de Cuenca, Cruz Laplana y Laguna. Ciertamente fue asesinado y como tal es mártir, pero es evidente que desde el mismo 14 de abril de 1931 había dedicado todos sus esfuerzos tanto de prédica como económicos para que aquella República fracasara, poniéndose desde el primer momento a favor del levantamiento militar fascista de Franco. "Era evidentemente obispo, pero al mismo tiempo claramente beligerante y activista profascista. Cabe preguntarse si ahora le beatifican por ser obispo mártir o por haber sido aliado de los vencedores franquistas", dice Zabala y Salegui. Estas mismas preguntas, pero en imagen especular, podemos hacernos sobre otros ciudadanos que no merecen tal honor por el hecho de no haber sido curas ni religiosos. Pero en lo que más cerca nos toca, en Euskadi, al hacer la comparación, nos encontramos con que la discriminación junto con la memoria selectiva de la jerarquia eclesiástica es aún más palmaria. "Es bien conocido que en los primeros meses del levantamiento militar franquista, tras la fulminante ocupación militar de Gipuzkoa por el General Mola, fueron fusilados dieciséis sacerdotes vascos. Y fueron fusilados por vascos, por ser nacionalistas vascos, por ser sacerdotes nacionalistas vascos, bien por separado o por todo ello junto a la vez, pero fueron fusilados, asesinados vilmente, tan sólo por sus ideas. Y fueron asesinados sabiéndose lo que se hacía, porque se les obligó a vestirse de seglar para ser ejecutados de noche, con alevosía y premeditación", recalca el historiador Iñaki Goiogana, archivero del Museo del Nacionalismo Vasco en Artea. Las ejecuciones no se sucedieron, porque las contradicciones que generaban tales asesinatos dentro de la propia jerarquía católica obligaron a que el cardenal Gomá interviniera ante el mismísimo Franco para que tales ejecuciones, injustas ejecuciones de represalia, cesaran. Y cesaron los fusilamientos y asesinatos de sacerdotes vascos, pero no así las represalias, las torturas y los encarcelamientos, que se mantendrían durante décadas sobre el clero vasco. "También queda de manifiesto la posición desmemoriada, discriminatoria y hasta selectivamente sectaria de la jerarquía católica española de entonces, cuando no tuvo el mismo rasgo de generosidad para pedir que no se fusilara a seglares católicos inocentes. Al parecer, la actual jerarquía también se ha olvidado de éstos", subraya Iñaki Goiogana.
Antes española
Frente a esta contradicción de una jerarquía que es antes española que católica (universal), la respuesta de sus portavoces va siempre en el mismo camino: que los curas vascos no fueron fusilados por ser sacerdotes católicos, sino por ser activistas nacionalistas vascos, en opinión sostenida por el portavoz de la Conferencia episcopal, el jesuita Juan Antonio Martínez Campos. Aparte de ser un hecho difícil de probar, porque ningún cura podía ser afiliado del entonces Partido Nacionalista Vasco, la verdad es que algunos de los que decidieron su liquidación sabían muy bien que "el factor religioso" era determinante en aquella contienda, y como tal había que eliminarlo para que no se pudiera aducir que en la zona republicana era posible practicar en libertad la religión católica. Por supuesto, eliminar a altavoces que desde los púlpitos hablaban de los sentimientos del pueblo era también otra finalidad de su fusilamiento. "La desmemoria de los obispos es palpable cuando a esos sacerdotes no se les reconoce la categoría de martirizados. La discriminación hacia los religiosos asesinados por orden del bando sublevado es escandalosa, aunque la jerarquía se intente lavar las manos justificando lo insustificable", asegura Juan Zabala y Salegui. También se aduce desde la cúpula católica española que, siguiendo el código canónico, es imposible hacer nada porque nadie ha iniciado aún causa alguna a favor de la posible beatificación de estos 16 vascos fusilados, de modo que su memoria hasta ahora queda restringida a un dato de archivo. Si la ceremonia del domingo, calificada por algunos católicos críticos con la jerarquía católica también como "un viaje de 50 años entre los altares y la desmemoria", fuese el punto final de un proceso que permitiera una memoria serena para la reconciliación de aquel periodo convulso y hasta truculento, bien estaría; pero es casi seguro que esta beatificación no sea sino el preludio de otras 863 ya en camino y de otras muchas miles más que están dispuestos a impulsar, siempre excluyendo a aquellos que no fueron de su bando.
Tomando partido
La posición de la Iglesia podría ser incluso más respetable si la jerarquía de aquel momento no hubiera tomado partido de manera casi total por los sublevados. De tal manera que, aceptando que la Iglesia sufrió represión, no es menos cierto que tuvo parte de culpa y no fue ajena a los asesinatos franquistas y en buena medida, según los historiadores, entre ellos Goiogana, alentó, justificó y dio cobertura ideológica (y más) a la dictadura. "Está en los archivos y en los libros de texto que así fue. Si la curia católica española, elevándose por encima de su propio posicionamiento coyuntural en 1936, fuera capaz de asumir su parte de culpa y reconocer a otros mártires que no fueran los suyos, no cabe duda de que por parte de todos, católicos o no, habría un reconocimiento total también de estos mártires buenos que ellos llevan ahora a los altares. Porque de no ser así, para muchos ciudadanos, católicos incluidos, y muy en especial católicos vascos, que sí guardan en su memoria a los 16 sacerdotes fusilados, estos procesos masivos de beatificación se ven más como un folclore masivo de propaganda partidista que como un acto religioso de ensalzamiento a los altares", concluye el responsable del Archivo del Nacionalismo Vasco en Artea.
"Fueron fusilados por vascos, por ser nacionalistas vascos y por ser curas vascos"
"Se les asesinó sabiéndose lo que se hacía, porque se les obligó a ir de seglar"
(Deia. 27-10-2007)

OTROS CURAS QUE NO IRAN A LOS ALTARES


Ni los 16 sacerdotes navarros que van a ser beatificados hoy en Roma por haber sido asesinados en la zona republicana durante la Guerra Civil ni los tantos otros curas vascos que también fueron fusilados, esta vez en la zona nacional, por los franquistas debido a su adscripción nacionalista. Los que aparecen a continuación son una relación de religiosos que, por acción o por omisión, tuvieron responsabilidades en el apoyo al golpe militar del 36 y a los posteriores fusilamientos que acabaron con la vida de más de 3.500 navarros. Es un hecho constatado ya por todos los historiadores que la Iglesia Oficial legitimó y colaboró con el franquismo. Otra cuestión es la letra menuda con las historias particulares de cientos de religiosos en uno y otro lado del frente (y en ocasiones, con los capellanes militares y requetés en el frente mismo) y sus diferentes actuaciones en unos momentos tan duros donde sólo la conciencia valía. Aquí se reproducen una serie de historias (basadas en diversas publicaciones y testimonios) cuyos protagonistas (desde obispos hasta curas de parroquia) no serían muy dignos de subir a los altares aunque, también hubo otros meritorios comportamientos humanos más acordes con sus creencias a los que se dedica un capítulo final de reconocimiento.

La falta de valor del obispo Marcelino Olaechea

Jimeno Jurío dedicó un capítulo de su libro sobre la Guerra Civil a analizar la actuación del clero. Según relata, "el 9 de noviembre de 1935 hizo su entrada triunfal en Pamplona el nuevo prelado don Marcelino Olaechea Loizaga . Le tocó vivir los meses más intensos de la conspiración y el alzamiento militar. Aunque al clausurar unas Jornadas de Acción Católica en Pamplona (19 de enero de 1936), el prelado recomendó a militantes y propagandistas que evitaran hablar de política, e incluso que se guardaran de exaltar tanto a España 'que parezca que la Religión es un mero medio de sostener la Patria terrena', el 10 de febrero siguiente participó en un solemne acto 'de profundo sentimiento patriótico', celebrado en su palacio episcopal. Un grupo de jóvenes de la Sección Femenina, presidido por Josefina Arraiza de Goñi, y dos unidades falangistas vistiendo la reglamentaria camisa azul y formadas militarmente, fueron recibidas por el vicario general y Olaechea. Bendijo la bandera de la Falange Española; los fascistas besaron el anillo episcopal, recibieron la bendición, desfilaron marcialmente por el amplio pasillo, cantaron elCara al sol y rompieron filas (....)"

"Olaechea guardó silencio durante el primer mes de guerra -prosigue Jimeno Jurío-, rompiendo lo el 23 de agosto, fecha de la solemne procesión con la imagen de Santa María la Real por las calles ciudadanas y de un fusilamiento masivo en la corraliza bardenera de Valcaldera. La prensa publicó una exhortación pastoral invitando a los diocesanos a ofrecer limosnas generosas para quienes combatían 'por la causa de Dios y por España, porque no es una guerra (...) es una Cruzada, y la Iglesia (...), no puede menos de poner cuanto tiene en favor de sus cruzados'. Dos meses más tarde Falange Española celebró en Pamplona el aniversario de su fundación (22 de octubre), con una misa de campaña ante las autoridades y millares de asistentes. El prelado dijo en el sermón que profesaba 'cariño a la Falange por ser obispo, por ser patriota y por ser amante el obrero', rescata Jimeno.
"Durante aquel verano, trágico para millares de familias de campesinos pobres, habían acudido al palacio episcopal sacerdotes y seglares para exponerle el drama de las detenciones, encarcelamientos, ejecuciones y humillaciones impuestas a un sector de la población, solicitando su ayuda. Guardó un silencio tolerante. El pastor no tenía valor para dar la vida por sus ovejas perseguidas; reconoció que no tenía madera de mártir. Vires non habebat (no tenía fuerzas)" , según atestiguaron Marino Ayerra y el propio Iturralde.
"No alzó su voz hasta el 15 de noviembre, menguante ya la locura de las ejecuciones arbitrarias. Lo hizo ese día -recuerda el autor- en la parroquia pamplonesa de San Agustín, con ocasión de la imposición de insignias en favor de la Cruzada. En este discurso pidió que 'no se vertiera más sangre que la que quiere el Señor que se vierta, intercesora, en los campos de batalla para salvar a nuestra Patria, la decretada por los tribunales de justicia y no otra sangre'. Por entonces destinó una cantidad para socorrer a los niños a quienes había dejado huérfanos 'una justicia que cumple con su deber', explicaba José María Jimeno Jurío en su libro sobre la Navarra y la Guerra Civil editado por Pamiela.

Olite.La receta de un párroco que confesaba a las víctimas en lugar de a los verdugos

Olite fue un pueblo que padeció con gran crudeza la represión de 1936 con medio centenar de ejecutados. Al margen de la ideas políticas, la socialización de las tierras tuvo mucho que ver con esto. Curiosamente, dos sacerdotes marcan este periodo. El cura y sociólogo de Beire Victoriano Flamarique fue uno de los principales impulsores a principios de siglo de iniciativas sociales en favor de las clases trabajadoras y campesina: Caja Rural, Electra, Harinera de Navarra, Círculo Católico, Trilladora Sindical, Casa Infantil... Treinta años después, el párroco Antonio Ona , les pasaría factura . Según se recoge en el libro "Navarra 1936. De la esperanza al horror" editado por Altafaylla, muchos de los que iban a ser fusilados eran llevados antes ante él para ser confesados. En esos momentos se retrataba los dos. El joven Agustín Chivite , al ser presentado ante él cura le dijo: "Yo no me tengo que confesar, los que tienen que hacerlo es ésos que me vienen a asesinar". Julio Pérez , concejal de UGT, resultó malherido tras una penosa huida. Mientras estaba en el hospital, su madre, asidua al confesionario de Antonio Ona , intercedió ante su hijo aunque sólo obtuvo unas palabras que el párroco solía emplear en otros casos: "Mira hija, si lo matan ahora irá al cielo. Si no lo matan, volverá a la andadas y se condenará. ¿Qué mejor momento para morir que ahora que está confesado?" Ese mismo libro cuenta cómo Ona partió al frente donde "anduvo luciendo pistola y uniforme de campaña". Al poco tiempo fue nombrados canónigo de Pamplona y en 1956 ascendió a Obispo de Mondoñedo. También llegó a obispo, en este caso de Bilbao, Antonio Añoveros , que se limitó a esta labor de confesor en la matanza de las Bardenas, según relata Galo Vierge en su obra "Los culpables" (Pamiela). Otros textos también dedican un espacio a las actuaciones del luego cura de Obanos, Santos Beguiristáin, en Azagra. En el libro de Altayfalla se relata su participación activa en la lucha contra los vecinos republicanos y su afición a elaborar listas . Los fusilados (71) los catalogaba como "muertos por el peso de la justicia".

Egüés.El cura que delató al médico y que luego murió en sus manos

Igualmente paradójica resulta la historia del entonces párroco de Egüés. Al parecer, por una mera razón de disputa personal (el médico prefería ir a misa a otro pueblo de al lado con cuyo párroco jugaba a cartas) delató a este profesional llegado de Bilbao. Comenzada la guerra un día vinieron a buscarle a casa con una orden de detención. Se valió de su cargo para desplazarse a Pamplona y conocer en la Junta Militar el motivo de apresamiento. Allí logró saber que detrás de la denuncia estaba el cura, que estuvo a punto de dejar viuda y varios huérfanos. No obstante, el médico logró salvar la vida prestando sus servicios en el Hospital Militar. A la vuelta de los años, el cura enfermó gravemente. El médico se negó a atenderlo en solitario ya que, conocida la historia por todo el pueblo, se enfrentaba a una difícil tesitura: si moría podrían acusarle de dejarlo fallecer y si lo salvaba, estaba curando a su propio verdugo. Al final, pudo más la ética personal y profesional y exigió que le acompañara otro colega como testigo de su buena práctica médica.

Pamplona.Fermín Izurdiaga, el sacerdote falangista de las arengas

Un nombre propio en este ámbito de religiosos comprometidos con el nacionalcatolicismo es el de Fermín Izurdiaga (Pamplona, 1905 -1981). Sacerdote, poeta, orador y periodista fue falangista y fundador de "Arriba España" y de "Jerarquía .Revista negra de la Falange". En su primer ejemplar quedaba claro el ideario del periódico: ¡Camarada! Tienes obligación de perseguir al judaísmo, a la masonería, al marxismo y al separatismo. Destruye y quema sus periódicos, sus libros, sus revistas, sus propagandas. ¡Camarada! ¡Por Dios y por la Patria!
Tras la Guerra Civil, el diario continuó como divulgador de las consignas del falangismo. Izurdiaga participó en muchos actos de exaltación fascista y era conocido por sus encendidas alocuciones, como se puede comprobar en diversas fotografías comentadas por Víctor Moreno (Ramón La Pesquera) en sus libros publicados con la editorial Pamiela.

Milagro, Urbiola, Pitillas... El ejemplo contrario: curas de pueblo que defendieron a sus feligreses ante los franquistas

Entre lo que es el clero regular, según relata Jimeno Jurío, hubo comportamientos para todos los gustos. En términos generales había una posición contraria a la República que se tradujo en actuaciones concretas como esconder armas incluso en algunas iglesias o casas parroquiales (así lo confiesa el requeté de Leitza Lizarza) y hasta se formó una Junta Sacerdotal Carlista. Hubo también curas entre los que marcharon a Italia para formarse en el manejo de armas. Muchos sacerdotes acompañaron también a sus feligreses voluntarios de Pamplona el día 19 de julio "luciendo correajes y pistolas sobre sotanas o uniformes militares y marcharon al frente como capellanes". No obstante, también hay que destacar posturas valientes en diferentes pueblos de curas que defendieron a sus vecinos de las sacas. En algunos casos lo consiguen, en la mayoría, no y en otras acaban pagando ellos mismos.

Así, es curioso el caso del cura de Artajo (Lónguida) que estuvo a punto de se detenido por negarse a colgar la enseña rojigualda en el campanario. La decidida intervención del alcalde salvó su vida y la de otros tres jóvenes del pueblo. Victorino Aranguren, cura de Milagro, pidió públicamente la liberación de 21 presos del pueblo. Fue hallado muerto en su casa. Santiago Lucos Aramendía , de Pitillas, era abogado y republicano. Se refugió en Vitoria pero fue detenido y fusilado en el Perdón (Undiano) en septiembre del 36.

El drama personal de Marino Ayerra

El lumbierino Marino Ayerra padeció en su conciencia toda la dureza del drama de una Iglesia apoyando o mirando hacia otro lado en el caso de estos crímenes contra civiles. Desde su parroquia de Alsasua vivió de cerca toda la represión que afectó a una parte importante de esta población lo que le provocó una crisis personal y de Fe. Dejó el sacerdocio y Navarra. En Argentina publicó su confesión "No me avergüenzo del Evangelio" que levantó ampollas entre la clase eclesial dirigente. Por otra parte, en el otro lado de la historia, bastantes religiosos navarros fueron perseguidos por su afinidad vasquista. En Tafalla fue desterrado el rector del colegio Javier Vicuña. Pedro Martínez Chasco, natural de Oteiza y cura de Urbiola, fue amenazado y tuvo que huir al frente donde cayó muerto en 1938. Néstor Zubeldia (canónigo de la catedral de Pamplona) fue desterrado a Burgos y Luis Goiburu, párroco de Lodosa, estuvo preso. Las purgas afectaron también a bastantes capuchinos de Lekaroz, franciscanos de Olite y escolapios de Tafalla.
(J.I.C. Noticias de Navarra / 28-10-2007)

sábado, octubre 27, 2007

RELIGIOSOS EN LOS ALTARES...Y EN EL OLVIDO

Los escasos familiares que aún viven de los sacerdotes vascos fusilados por las tropas de Franco en 1936 claman contra la desmemoria. Hermanos y sobrinos de dos de estos religiosos lamentan el silencio y la politización de la ceremonia de beatificación de los mártires del llamado bando nacional, mañana domingo, en Roma.

En casa de los Sagarna Uriarte no se ha dejado de hablar ni un solo día de la muerte de José, a los 24 años, el 20 de octubre de 1936. Ni sus dos hermanos supervivientes, Vicenta, de 85 años, y Fidel, sacerdote, de 83, ni sus sobrinas Merche o Izaskun pasan día sin nombrarlo. Zeanuri, la localidad de la Vizcaya profunda donde viven, verá este domingo elevar a los altares a dos lugareños. Sobre la figura de otro de ellos, el sacerdote José, se abate el silencio. Es uno de los 16 religiosos vascos asesinados en los primeros meses de la guerra civil, otra más de las víctimas silenciadas.

"¿Nosotros somos nadie o qué?", clama con rabia la matriarca Vicenta. "La sangre no es agua, por eso sentimos mucha impotencia ante la ceremonia del Vaticano. ¿Y los nuestros? No estoy en contra de nadie, pero aún no nos han pedido perdón", se queja. José Sagarna Uriarte llevaba un año ordenado cuando un asunto privado le granjeó la inquina de un prócer de Berriatúa, en cuya parroquia era auxiliar. "Al parecer, un señor importante tenía relaciones extramatrimoniales y mi tío denunció esa conducta como impropia en el sermón, sin nombrarlo. El hombre le delató a las tropas franquistas", cuenta su sobrina Izaskun, alcaldesa del PNV de Zeanuri.

El joven José fue hecho preso en la parroquia, maniatado con dos cuerdas que aún conserva la familia como reliquia, y ejecutado junto a un manzano en el monte, en Amalloa. Minutos antes, el capellán que le confesó había dicho a los soldados que estaba libre de pecado. "El monaguillo vio cómo traían el cuerpo desangrado en una camioneta, y cómo lo enterraban, vestido, con los borceguíes puestos, en la tierra del cementerio de Larruskain, su anterior parroquia. Sin caja, como un perro", prosigue Vicenta. La lápida de piedra colocada sobre el túmulo de restos es lugar de peregrinación de la familia Sagarna, pero también de Juan Zabala, el monaguillo de José, hoy con 81 años. "Juan se encargó de indicar con una estaca el lugar donde fue asesinado; cuando se caía o pudría, ponía otra", recuerda Vicenta Sagarna. Desde hace 20 años, una cruz de piedra recuerda el suceso.

Unos por nacionalistas, otros por encontrarse en el lugar inadecuado, los 16 sacerdotes vascos asesinados por Franco no fueron las únicas víctimas religiosas del bando rojo. También hubo decenas de exiliados: unos 200 vascos, el navarro Marino Ayerra o el andaluz Gallegos Rocafull, por ejemplo. "A unos los buscaban porque se habían significado como nacionalistas o como partidarios del gobierno legal; a otros, como a Sagarna, se los encontraron", resume el historiador Iñaki Goiogana, de la Fundación Sabino Arana. "Entre los fusilados había figuras preclaras del nacionalismo o el vasquismo, como José Ariztimuño, Aitzol, activista y renovador de la lengua y la cultura vascas".

La cripta del cementerio de Hernani, en la que aún cuelgan las lápidas con el nombre de algunos de los muertos, ha sido objeto de investigación por parte de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. El historiador Iñaki Egaña confirma que allí mismo fue asesinado el grupo más numeroso: nueve sacerdotes (otros cinco murieron en Oyarzun). "No sabemos qué ha pasado con los restos. Puede que vaciaran la cripta en época de Franco, o que llevaran los despojos al Valle de los Caídos", explica.

Celestino Onaindía fue ejecutado el 28 de octubre de 1936 allí, en Hernani. Triste paradoja: el mismo día, 71 años después, la jerarquía celebra la beatificación de otros muertos como él. Su sobrina Miren Onaindía, de 74 años, reivindica su figura: "Apenas lo traté, pero en casa siempre se ha hablado del tío Celestino, el que mataron los franquistas. Tenía 38 años y volvía de oficiar un entierro. Le esposaron y llevaron a la cárcel de Ondarreta, donde estuvo ocho días. Le fusilaron sin juicio, sólo por ser un sacerdote vasco; la orden de ejecución apareció después en un archivo de Galicia. Murió entonando un Tedeum bajo las balas". Celestino era hermano de Alberto Onaindía, el padre Olaso, figura clave en la iglesia nacionalista vasca. "Por ser sobrinos de Alberto nos quitaron el pasaporte a todos. Hemos estado en el exilio, así que para nosotros no es algo tan lejano. Durante años nadie pudo decir nada. Incluso para hacernos llegar su breviario hubo gente que se jugó el tipo", remata Miren. El breviario, marcado por la página del 28 de octubre -día de la ejecución-, está en poder de la sobrina. También el cáliz con que oficiaba, que hoy se utiliza en las misas de una residencia de ancianos de Getxo."Soy creyente católica, y me resbalan los fastos del domingo. Me parece todo muy político, pero fundamentalmente me molesta el silencio de la Iglesia vasca. No tengo nada en contra de los que van a beatificar, pero no está nada bien que los nombres de nuestros fusilados no hayan aparecido nunca en el Boletín Diocesano. La jerarquía de Madrid debería pedir perdón por lo que hicieron", protesta Miren Onaindía.

El historiador Hilari Raguer, de la abadía de Montserrat (Barcelona), es uno de los máximos expertos en la Iglesia de la guerra civil y el franquismo. "He visto los archivos secretos vaticanos, recientemente abiertos a los investigadores. Pues bien, en el fondo Antoniutti están las listas de sacerdotes represaliados", confirma. Hildebrando Antoniutti fue enviado por Pío XI a Euskadi para proteger al clero. Como dijo este pontífice durante la guerra civil, "en la España de Franco se fusila a los sacerdotes igual que en la zona republicana", recuerda Raguer. Siete décadas después, su sucesor en la silla de Pedro sólo ve mártires a un lado de la historia.

Mª Antonia Sánchez-Vallejo / Zeanuri (Bizkaia) / "El Pais" / 27-10-2007

viernes, octubre 26, 2007

"AHAZTUAK 1936-1977" CONVOCA CONCENTRACIONES EN UNA VEINTENA DE PUEBLOS Y CIUDADES DE TODA EUSKAL HERRIA

Alrededor de veinte localidades de la CAV y Navarra serán testigos los próximos dias 28, 29 y 30 de Octubre de las concentraciones que la asociación de victimas del franquismo “Ahaztuak 1936-1977” ha organizado con motivo de la previsible aprobación el próximo miércoles dia 31 en el Parlamento español de la denominada “Ley de Memoria Histórica”. Estas concentraciones tienen como objetivo según apunta la asociación convocante expresar “su profundo desacuerdo con esta Ley que no consideramos ni aceptable ni apoyable” asi como “solicitar a aquellos partidos políticos que dicen ser favorables a las demandas de las victimas del franquismo, a reconsiderar su posición ante la misma no apoyando dicha Ley”, llamamiento que de forma especial dirigen “a EAJ-PNV, PSE, PSN, EB-IU, EA y NaBai por ser aquellos de nuestro ámbito territorial” , según sus propias palabras.

Para Ahaztuak 1936-1977 el núcleo del debate que se esta dando en torno a esta denominada “Ley de Memoria Histórica” no es otro que “decidir si se asienta definitivamente el modelo español de impunidad para los crímenes cometidos por el regimen franquista y para sus responsables o si, por el contrario, se encara una lectura en clave democrática de lo que fue y supuso dicho régimen, y en clave de verdad, justicia y reparación para las victimas del mismo”. Según esta asociación “tristemente, la respuesta que se nos da con el actual proyecto de Ley que pretenden aprobar el proximo miércoles dia 31 en Madrid es un apuntalamiento, que pretende ser definitivo, ese modelo español de impunidad instituido con la Ley de Punto Final llamada “de Amnistía” de 1977, para impedir el conocimiento de la Verdad, para imposibilitar la aplicación de la Justicia, y para negar, otra vez más, la Reparación a la que tienen derecho irrenunciable las víctimas del franquismo”.

Desde “Ahaztuak 1936-1977” se subraya que este Proyecto de Ley tiene un elemento central que lo hace no aceptable y que es la no anulación de las sentencias emanadas de la legislación represiva del franquismo. La anulación de estas sentencias debería ser, según Ahaztuak, “una obviedad para un país que se considera a sí mismo civilizado, y que según su propia Constitución está obligado a aplicar la normativa y la legislación internacional de Derechos Humanos, muchos de cuyos convenios ha suscrito y ratificado. Sin embargo la anulación de las sentencias de la legislación represiva franquista no se recogía en el proyecto de Ley original hecho público por el Gobierno el pasado año, ni se recoge ahora. La declaración formal de “ilegitimidad” que contempla no pasa de ser un burdo gesto para maquillar tal hecho, pero es de sobra conocido por todos aquellos que lo han acordado que una declaración formal no tiene en ningún caso, el mismo rango jurídico y político que la anulación legal que las victimas necesitan: el día siguiente a la aprobación de la Ley por el Parlamento español, todas y cada una de las sentencias del tipo que fueran que recayeron sobre los defensores de la legalidad democrática frente al golpe y el régimen franquista seguirán siendo sentencias firmes”.

Asimismo, puestos al habla con representantes de Ahaztuak, estos nos han subrayado tambien su critica “a la actitud de los agentes politicos que para ocultar su papel en este verdadero engaño a las victimas del franquismo intentan extender la opinión, propiciada también desde algunos medios de comunicación, de que esta Ley debe salir adelante y de que los términos en que lo haga pasan a ser secundarios, volviendo a utilizar los mismos argumentos del“mejor esto que nada” o “es que la derecha está muy fuertecon los que avalaron la impunidad del franquismo en 1977, hecho por el nos encontrarnos aún hoy, treinta años después de la desaparición formal de aquel régimen, exigiendo la anulación de unas condenas criminales, exigiendo responsabilidades a los culpables de aquellas atrocidades y exigiendo los derechos de las victimas de aquel regimen”.

Estas son las razones por las que desde Ahaztuak 1936-1977, asociación que forma parte junto con otros doce grupos de “Lau Haizetara Gogoan” Koordinakundea, se convocará esta tanda de concentraciones “a las que en proximas semanas seguirán otras movilizaciones y tambien otras iniciativas” según nos dicen. Las localidades elegidas no son ajenas en buena medida a una marcada significación como referentes antifranquistas: Eibar –lugar de proclamación de la II Republica-, Gernika, Durango y Otxandio –localidades arrasadas por la aviación franquista-, Zarautz –pueblo del que era vecino Jon Paredes “Txiki”, uno de los ultimos fusilados por el franquismo, Gasteiz –masacre del 3 de Marzo- o Sartaguda –el llamado “pueblo de las viudas”- son algunos de los sitios donde tendran lugar dichas concentraciones.

CONCENTRACIONES

-DOMINGO 28

Bakio / 13:00etan / Udaletxe aurrean
Caseda / 13:00 h./ Delante del Ayuntamiento (Por motivos técnicos esta concentración se traslada a próximas fechas que se comunicarán en este "blog"
)

-LUNES 29

Otxandio / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Zamudio / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Arrigorriaga / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Mungia / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Sartaguda / 20:00 h. / Delante del Ayto.
Gernika / 12:00etan / Foru Plazan (Udaletxe aurrean)
Bilbo / 20:00etan / Arriaga aurrean
Iruña / 20:00etan / Monumento a los Caidos
Gasteiz / 20:00etan / Monolito a las Victimas del 3 de Marzo (Convocada conjuntamente con la Asociación de Victimas del 3
de Marzo)

-MARTES 30

Lemoa / 20:00etan / Plaza Gorrian
Eibar / 20:00etan / Plaza Unzaga
Alonsotegi / 20:00etan / Plaza Andra Mari
Universidad de Sarriko / 12:00 h. / Entrada principal
Universidad de Leioa / 12:00 h. / Cafetería central
Zarautz / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Durango / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Santurtzi / 20:00etan / Udaletxe aurrean
Urduña / 20:00etan / Udaletxe aurrean (Por motivos técnicos esta concentración se traslada al Jueves día 1 de Noviembre a las 13:00 h.)


(Servico de prensa de Ahaztuak 1936-1977)